Foto: Rock in Focus
Y lo bueno se acaba pronto. Algo así ocurrió con el BBK Live de este año. Pasó muy pronto, señal de que lo hemos disfrutado. Antes de empezar con la crónica del tercer y último día merece la pena destacar que el balance de este año ha sido muy positivo en todos los aspectos. Estos resultados consolidan al BBK Live y lo refuerzan más si cabe como uno de los festivales referencia a nivel estatal y europeo.
Tercera jornada y final del bilbaíno festival. El sábado era quizás el día que más dudas despertaba. La razón era que no había un cabeza de cartel en toda regla como había sucedido el jueves (Depeche Mode) y el Viernes (The Killers). Sin embargo hay que decir que grupos como Two Door Cinema Club o Primal Scream no defraudaron e hicieron, junto a otras actuaciones, que el festival tuviese el final que le correspondía.
Dellafuente & Maka lo dieron todo sobre el escenario. Pasión y juventud, ante un público escaso, pero totalmente entregado. Una mezcla de flamenco, hip-hop, reggaetón y procesadores que ha revolucionado la música urbana. El Matusalem Stage se convirtió en escaparate para este innovador género.
Muy esperado era el concierto de Brian Wilson para volver a escuchar el “Pet Sounds” y otras canciones míticas. Sin embargo fue uno de los conciertos que nos dejó más fríos. Buenas canciones y buena interpretación pero ver a Brian salir al escenario casi sin poder andar y ver junto a él a Al Jardine, te hace ver que no se puede esperar mucho más. Suenan God Only Knows o Good Vibrations y el público se viene arriba pero seguidamente el ambiente vuelve a congelarse.
Chk Chk Chk volvió a liarla (en el buen sentido) sobre un escenario. Se trabajan un directo explosivo desde el primer momento y no bajan el nivel hasta que suena la última nota. Da igual el festival en el que actúen porque lo dan todo. Sinceramente gusta verles porque es de esos grupos que sí o sí te obliga a bailar sin parar y eso hace que acabes destrozado (también influye ver el ritmo frenético al que bailan a ritmo de funk Nic Offer y Shannon Funchess). El sábado volvieron a demostrar porque están presentes cada vez en más festivales.
Tow Door Cinema Club igual no tiene el nombre que debe tener un cabeza de cartel pero supieron hacer su trabajo y eso animó a un público entregado a pesar de la lluvia. Los norirlandeses ofrecieron un buen concierto en el que dedicaron una buena parte del show a su primer disco (“Tourist History”). También reservan sus grandes éxitos para la parte final del espectáculo por lo que el bolo va a más. Así, se podía ver a todo el personal bailado y cantando bajo la lluvia, hasta que llegó el éxtasis final con What you Know.
Primal Scream venían al BBK Live con un nuevo disco bajo el brazo “Chaosmosis”, pero su concierto no se basa solamente en el mismo sino que hacen un gran repaso por sus éxitos que, por otro lado, son muchos. Bobby Gillespie dio un verdadero recital y se dejó ver tal y como es. Comenzando con Swastika eyes y finalizando con Come Together. La mejor psicodelia sonó en el Heinekem Stage y los escoceses ofrecieron uno de los mejores conciertos de la noche.
Aunque no pudimos verlos Die Antwoord ofreció, según quienes les vieron en el Bilbao Stage, Un concierto espectacular en todos los sentidos. Hay quien asegura que ha sido de los mejor del festival.
Un buen festival que se ha afianzado musicalmente hablando y que ha subsanado errores de ediciones anteriores. Un listón alto de cara a organizar el del próximo año que ya tiene fechas. Kobetamendi nos volverá a acoger los días 12, 13 y 14 de julio de 2018.
