Los astros se han alineado de la forma adecuada y los magos del rock oscuro y el heavy-metal sombrío The Wizards han vuelto a destilar una pócima incendiaria. Su nueva creación se titula “Full Moon In Scorpio” (2017, Fighter Records), segundo LP de la banda bilbaína tras su notable debut de 2015, un disco que no sólo les destaca entre las nuevas formaciones que han apostado por reeditar el genuino heavy-metal de la década de los 70 y 80, sino que también supone un paso adelante hacia la búsqueda de un catálogo propio de matices y sonoridades distintas, y más amplias, en sus composiciones.
La banda, compuesta por la voz de Ian, las hachas de Felipe y Jorge, el bajo de Eneko y la percusión de Dave, se apoya de nuevo en los registros sonoros cercanos a formaciones icónicas del género, como Black Sabbath, Danzig, Blue Öyster Cult, Dio, Pentagram, Rainbow, Manowar o Deep Purple, pero a los que añaden un toque personal y detalles propios: comienzos puramente hard-rockeros que derivan en pasajes psicodélicos, temas con sabor stoner o doom, tormentas de riffs delirantes -alguno de ellos firmado por el mismísimo Ross “The Boss” Friedman (Manowar, The Dictators)- o pasajes vocales cercanos al metal primigenio se juntan en el caldero de The Wizards.
Mención especial merece el trabajo de producción de este “Full Moon In Scorpio”, registrado en los estudios Gaua bajo la supervision de Dean Rispler (bajista de The Dictators NY), y mezclado y masterizado por Jesse Cannon (The Cure, The Misfits). Una concienzuda labor de fondo que ha aportado un fantástico sonido old school al álbum.
El disco arranca sin preámbulos con la potente ‘Avidya‘ y su sobresaliente desarrollo de guitarras en un tema clásico de heavy-metal. La descarga de riffs continúa en la rockera ‘Calliope (Cosmic Revelations)‘ -single de presentación del disco-, un corte con aire al sonido británico de los 70-80, representado por bandas como Thin Lizzy o Rainbow. ‘Odinist‘ sigue en esa línea ascendente y nos situa en sonoridades afiladas y punzantes propias de los Iron Maiden.
‘Stardust‘ te mete de lleno en un stoner con pinceladas doom en sus primeros minutos – de los casi 8 que se extiende- para después experimentar con un metal psicodélico, sin duda con influencias del rock progresivo de Pink Floyd de los que son fans confesos. ‘Leaving the Past Behind‘ encierra el alma de los Black Sabbath, oscura y lúgubre, a la que la guitarra de “The Boss” aporta afiladas garras. En ‘Halftones To Eternity‘ asoma el rock sucio y pendenciero de Mötorhead con un toque al doom de Pentagram, antes de regalarnos dos temas marcados por la épica y la psicodelia, como son ‘Who Are You, Mr. Gurdjieff?‘, y ‘When We Were Gods‘, esta última es un genial y extenso medio tiempo que despega con grandilocuencia y poderosas descargas de riffs. Un cierre perfecto para un disco redondo que abducirá a los fanáticos del heavy-metal de la época dorada del género.