Este último año nos han anunciado muchas veces la posibilidad de ver una superluna. Una oportunidad, al parecer, que solamente se da cada mucho tiempo. Sin embargo, si en el último año ha habido una luna poderosa sin igual esa ha sido “Nocturnal”, la última gira de Amaral.
Tuvimos la suerte de que Eva y Juan decidieran iniciar esta exitosa gira aquí en Bilbao (mayo de 2016). Fue la primera vez que su luna subía al escenario. Y RockinBilbo estuvo allí e incluso tuvimos la fortuna de poder hacerles una interesante entrevista. Por ello nos parecía importante estar presentes en el fin de gira que se celebró el pasado fin de semana en Madrid.
El escenario como no podía ser menos se convirtió en un cielo estrellado. Reinando aquella noche en el madrileño WinZik Center estaba “Nocturnal”. Eva Amaral elegante porque la ocasión lo merecía , lo recordó: “Esta vez va a ser la última noche que salga la superluna”. Era una cita importante sin duda. La frase de Eva unida al ambiente creado por los más de dieciséis mil espectadores eran suficiente para entender que este fin de gira era más que un simple adiós. Quizás un punto y aparte.
Con los primeros acordes de Velvet Underground se anunciaba el principio del concierto. Con Amaral sobre el escenario la maquinaria estaba en marcha y bien engrasada. A lo largo de esta gira se ha demostrado que el dúo zaragozano está en un estado de forma inconmensurable. La banda que les ha acompañado también ha mostrado su categoría. Era el momento de darlo todo.
Por encima de la magnífica puesta en escena hay que destacar el setlist elegido para la ocasión. El mismo ha sido confeccionado a lo largo de esta gira. Una huida de lo habitual y rompiendo las normas establecidas. Eva y Juan han sabido crear su propia dimensión y se han convertido en referencia indispensable del pop-rock estatal. Han creado clásicos como ‘Sin ti no soy nada’ o ‘Cómo hablar’ que no faltaron a la cita. Eva no paró ni un segundo. Desde que abrió con ‘Unas veces se gana y otras se pierde’, ‘Revolución’, ‘Kamikaze’ y ‘Salir corriendo’ su movimiento llegaba a eclipsar a la gran luna que observaba el desarrollo de los acontecimientos.
Habían anunciado que habría sorpresas y estas se materializaron en canciones a las que se les dio un carácter más intimo al interpretarlas sin banda; solos Eva y Juan, Juan y Eva, como en el salón de casa. También hubo temas a los que se les dotó de más ritmo si cabe, más electrificadas. Eva era el conducto por el que esa energía fluía mientras Juan Aguirre punteaba la guitarra.
Más de 20 años de canciones. Eva explicó como han pasado de tocar en “la Boca del Lobo en 1997”, un bar diminuto de Madrid, a hacerlo en un pabellón de aforo grande. Sin duda, signo de la consagración musical. ‘Días de verano’, ‘Universo sobre mí’ -con Eva a la armónica- o ‘Moriría por vos’ pusieron banda sonora a esos recuerdos.
Cabe destacar el sentimiento que transmitió Eva. Algo diferente a lo que vemos en el panorama del pop-rock español. Quizás sea porque la artista aragonesa canta desde una visión femenina de las cosas y eso llega. Así sucedió, por ejemplo, con ‘Cómo hablar’.
Fueron dos horas y media de repertorio que no vamos a desvelar del todo puesto que habrá oportunidad de revivirlo cuando salga a la venta el disco en directo que se grabó. Querían dejar testimonio gráfico de este momento y así lo hicieron. Amaral son diferentes. en actitud y sonido. No se les puede etiquetar en un estilo concreto. Tiene su propia forma defender sus temas y visto lo visto, no les va nada mal.
La superluna de Nocturnal llegaba a su fin, pero Amaral, fieles a su forma de hacer las cosas nos regalaba ‘Nadie nos recordará’. Pero les recordamos al igual que ellos se acordaron de cada una de las personas que estaban trabajando ese día con ellos para que todo saliera bien. Un detalle que dice que mucho de Eva y Juan. Se acaban de bajar del escenario y ya estamos impacientes por conocer cuál va ser su próximo proyecto.