Con Rufus T. Firefly teníamos una deuda pendiente. Desde que en julio visitaron nuestra ciudad para participar en el BBK Live queríamos charlar con la banda. Sus actuaciones en Kobetamendi y en El Arenal fueron de lo mejor en la edición de este año. Nos quedó pendiente esa entrevista con los de Aranjuez y ahora nos sacamos esta espina.
Rufus T. Firefly siguen avanzando y cosechando éxitos con su último disco “Magnolia” (Lago Naranja Records, 2017). Estamos hablando de uno de las bandas con más proyección del panorama estatal. Víctor Cabezuelo (La Mente nuestra) y Julia Martin-Maestro (El Pulso vital) son las almas del grupo. En este último trabajo han conseguido encontrar el equilibrio musical que llevaban tiempo buscando con anteriores discos; “My Synthetic Heart” (2008), “La historia secreta de nuestra obsolescencia programada” (2011), “Ø“ (2012), y “Nueve” (2014).
A pesar de los elogios y el hecho de que su número de fans crece día a día, se mantienen en una línea de humildad. Ser considerados un grupo paradigma del indie no les afecta en su tranquilidad mental. Se mantienen en constante alerta en busca de nuevos caminos sonoros. Víctor responde a las preguntas de RockinBilbo para que conozcáis un poco más de esta increíble banda.
1.Este ha sido un año muy importante para Rufus T Firefly. Han sido muchas las actuaciones que habéis tenido (entre ellas el BBK Live, el Sonorama Ribera y el San San Festival) y muchas las buenas críticas tanto de prensa como de pú Ahora que se va acercando el final de año, ¿cómo ha sido para vosotros este 2017?
Pues está siendo un año increíble. Nunca podríamos haber imaginado esta repercusión. Estamos muy felices porque veníamos de un momento en el que el grupo estaba a punto de desaparecer y todo lo que ha pasado nos está trayendo muchos momentos felices. Ahora sólo pensamos en seguir haciendo cada vez mejores discos. Por primera vez vemos posible que quizás algún día podamos vivir de esto.
2. El pasado viernes Bunbury publicaba su último disco “Expectativas” (Ocesa/Warner, 2017) y en una de sus entrevistas aseguraba que Rufus T. Firefly era uno de los grupos más importantes en la actualidad y con la propuesta más interesante. ¿Cómo recibís halagos como este? ¿No os conlleva el tener más presión?
Puedes imaginarte. Somos unos chavales de Aranjuez que ensayan en una cuadra y que empezamos a tocar juntos sin tener ni idea prácticamente. Que una persona como Bunbury a la que siempre hemos admirado diga eso de nuestra música nos parece surrealista. Nos cuesta creerlo, yo aún no lo he asimilado del todo, ni si quiera que nos haya llegado a escuchar. Por otro lado, los halagos nos dan mucha vergüenza, no los encajamos bien. Somos muy críticos con nosotros mismos y nunca pensamos que la gente pueda pensar esas cosas tan increíbles de nosotros. Pensamos “no es verdad, estamos en el Show de Truman.
3. Sin duda “Magnolia”, vuestro último trabajo, ha sido un éxito. En algunos medios lo califican como vuestro mejor disco. Sin embargo, creo que hay otros discos buenos pero que han sido realizados en momentos vitales diferentes. ¿Realmente creéis que “Magnolia” es vuestro mejor disco?
No creo que sea nuestro mejor disco. Tampoco lo he pensado mucho. A mí me preocupa que en cada disco que sacamos contemos nuestra verdad y nuestra verdad ha ido cambiando a lo largo de los años según cambiábamos nosotros. En ese sentido, cada vez que hemos sacado un disco hemos sido muy honestos con nosotros mismos. A veces hemos conectado más con la gente y otras veces menos. Ahora estamos muy dentro de Magnolia porque es lo que sentimos, pero probablemente el siguiente disco ya no tenga nada que ver.
4. Lo que no se puede negar es que con “Magnolia” el listón de cara a un próximo álbum está muy alto. ¿Cómo os situáis ante este reto?
Eso es lo mejor que nos puede pasar como banda, que tengamos que superarnos cada vez. La música es un camino y lo suyo es que te haga estar en movimiento todo el rato. No comprendo demasiado a los artistas que quedan anclados en una manera de hacer las cosas. Me parece que están muertos musicalmente hablando. Hay que evolucionar y descubrir nuevos caminos constantemente. No hay que hacer lo que la gente espera de ti, hay que tomar las riendas, mirar hacia dentro y ser inquieto constantemente. Es la única manera de crecer.
5. Echando la vista atrás podríamos decir que “Nueve” (2014), vuestro anterior disco, tuvo una mayor repercusión mediática que os abrió muchas puertas. ¿Cómo percibís tras este 2017 y “Magnolia” ese disco?
Fue un disco muy especial. Todo lo que nos pasó en esa gira lo recordaremos siempre. Nos parece un disco muy guay, no sabemos ni cómo nos salió. Eso es lo bonito, supongo, que cuando compones no tienes el control de todo, que muchas veces son las canciones las que te llevan a ti y que es muy bonito dejarse llevar y ver hacia donde te están llevando. Sé que es un disco que madurará bien, que es un poco atemporal y en ese sentido estoy muy orgulloso de él.
6. Hablando con algunos de vuestros seguidores muchos me decían que “Magnolia” es una continuación lógica de “Nueve” y otros que, en cambio, que hay diferencias importantes. Yo me posiciono más con los segundos y pienso que hay un cambio de mensajes. Sacadnos de dudas.
No sé si es una evolución lógica pero evolución es, al fin y al cabo. No creo que haya deseado cambio, de hecho, seguimos componiendo igual que el primer día. Lo diferente es que vamos aprendiendo cosas y la vida nos va llevando por lugares diferentes. Creces y te vas enriqueciendo artísticamente. Esa puede ser la diferencia, que ahora sabemos más trucos. Sí que hay un cambio a nivel conceptual y es que en Magnolia no hemos querido tocar ningún tema social ni triste. Eso ya llevábamos muchos años haciendolo y queríamos cambiar el enfoque. Queríamos hablar sólo de cosas bellas, hacer una obra de amor. Algo sencillamente bello. Como una flor.
7. Tintes psicodélicos, sonidos modernos pero sin abandonar los clásicos. ¿Qué importancia tiene esto último en vuestras composiciones? ¿Cuáles son vuestros referentes?
Tiene la misma importancia que lo contemporáneo. Escuchamos todo tipo de música y todo nos influye. Este disco no existiría sin Led Zeppelin pero tampoco sin Tame Impala por ejemplo. Todo lo que escuchas te marca a la hora de hacer canciones, igual que a Led Zeppelin y a Tame Impala les ha influido la música que han escuchado. Lo que sí que tenemos cada uno es un filtro único por donde pasas las ideas, y lo que sale de ahí es lo que acaba dándole la personalidad final a todo.
8. Vamos a hablar de los directos. Tenéis una puesta en escena potente y atractiva. La complicidad entre los miembros de la banda es notable pero, sin querer desmerecer a nadie, el trabajo de Julia a la batería es excepcional. Me atrevería a decir que ella marca muchas pautas en el escenario. ¿Es así?
Julia es la jefa. No sólo en directo sino también a la hora de componer. Ella escucha mucha música electrónica y mucha vanguardia. Está todo el rato por delante del resto en ese sentido y siempre nos acaba sorprendiendo por donde lleva las canciones. En directo es puro sentimiento. Para mí puede haber baterías más técnicos, pero pocos que transmitan como ella. Es imposible verla tocar y no alucinar. Creo que es la mejor batería con la que he tocado y tocaré nunca. Y he tocado con baterías increíbles…
9. Si no me equivoco Julia también ha hecho el trabajo gráfico del disco. Un trabajo genial todo sea dicho. ¿Qué queríais reflejar con estos diseños? ¿No creéis que con algunas excepciones los trabajos gráficos de los discos se abandonan un poco a sus suerte?
Sí, ella se ha encargado del arte. Yo le pasé las letras y le expliqué un poco qué quería contar en cada canción y ella vino con esas imágenes que transmiten mucho mejor que lo que yo le pasé el sentimiento de las canciones. Es alucinante lo que ha hecho. Este disco no podría tener una imagen mejor. Ella quería que fuera una obra completa, no sólo musical, y ha hecho que el disco sea mucho más grande
10. ¿Cuáles son vuestros planes de futuro más inmediato? ¿Nuevo trabajo a la vista?
De momento lo que queremos es llevar este directo a todas las partes posibles. Nos gustaría cruzar el charco y llevarlo a sudamérica. Es jodido pero pondremos todo por nuestra parte para ir porque tenemos muchísimos seguidores allí y nos encantaría poder llevarles nuestra música. Nunca dejamos de componer, desde el día que salió Magnolia y hemos ido grabando cosillas, pero el proceso para que una obra nueva esté completa es largo y no entiende de plazos. Cuando sintamos que tengamos algo nuevo que enseñar, lo enseñaremos.