Enrique Bunbury alcanza el medio de siglo de vida con uno de los discos más salvajes, maduros y madurados de toda su extensa trayectoria. Se ha tomado 4 años desde el bueno, pero algo irregular, “Palosanto”, antes de defraudar las “Expectativas” (OCESA / Warner) de ninguno de sus fans. Desde su sello van más allá y definen este disco como su disco más carnívoro, feroz y diagnosticador. ¡Y desde luego que no es ninguna afirmación exagerada! No es el legendario y gran disco, “Pequeño”, pero sí uno de los tres más grandes que ha firmado nunca en solitario.
Menos mal que tuvimos la suerte de que esta espera se haya animado con el directo junto a Andrés Calamaro o con ese fantástico y doble compacto amplio del año pasado “Archivos Vol. 1 – Tributos y BSOs” (Warner Music), cuyo título ya lo decía todo. 35 temas que repasaban todo lo que es y ha sido el maño con versiones tan dispares como las de Leonard Cohen, la emocionante y final ‘El jinete’, Miguel Ríos, Radio Futura, la Creedence Clearwater Revival en castellano, Tequila, Serge Gainsbourg, el ‘Come together’ de los Beatles, Adriano Celentano o una sublie ’Necesito’ de Triana. En bandas sonoras hay otra amplia panorámica que vale la pena repasar.
Pero en “Expectativas”, Bunbury pasa de la ironía a la crítica radical, cuando hace falta y hace alusión a mundos lejanos o no tanto como los que trataron Aldous Huxley o George Orwell en sus respectivas obras maestras. En su sello también citan el “Diamond Dogs” de David Bowie. Todo esto no tendría demasiada relevancia si no hubiera un puñado de excelentes canciones. ¡Y las hay de veras!
Arriesga y gana. Lo hace desde el inicio con ‘La ceremonia de la confusión’ con sus arrebatos eléctricos, pero también con excelentes partes melódicas en su nada gastada voz. Oscura y con fantásticos arreglos en forma de vientos, percusiones y guitarras eléctricas. Claro que de nuevo le acompañan un montón de sensacionales músicos. En ‘La actitud correcta’ suena más rítmico y nos habla de credibilidad y autenticidad, algo que él ha logrado totalmente. Hasta un tema tan duro como ‘Cuna de Caín’ con marchamo de himno, tiene un excelente estribillo y eso que nos habla hasta de la Guerra Civil y el exilio.
En muchos temas, como ‘En bandeja de plata’ juega con las guitarras rock y destellos electrónicos de manera sigilosa o intrépida. Luego llega un emocionante lento como ‘Parecemos tontos’ en el que destaca un gran órgano y en la que su letra interesante nos dice que no nos dejemos engañar. También fluye suave ‘Al filo de un cuchillo’, pero tiene un montón de detalles en forma de buenas guitarras pero también con el destacado saxo de Santi del Campo que brilla en bastantes momentos más del disco como en esa tensa pero relajada ‘Mi libertad’ con frases tan brillantes como “Ahora prefiero ser un animal y no cuestionar mi libertad”.
El amor también tenía que estar presente y tiene su maravilloso hueco en ‘La constante’, donde es tomado como motivo de salvación. Por cierto que está compuesta junto a su inseparable Alvaro Suite. Eso es antes de volver a la oscuridad con un ‘Supongo’ más que inquietante. La verdad es que estamos ante un disco que puede interpretar de principio a fin en sus futuros conciertos. La presentación en triple digipack con guapo libreto y también en LP vuelve a correr a cargo de Jose Girl y es, nuevamente, un lujazo.
Y es que con el bueno de Bunbury se han vuelto a cumplir las mejores «Expectativas». Así ha alcanzado ya el Nº 1 en las Listas de Ventas, tanto en España como en su segundo hogar, México. El público, al final, es muy sabio, y el nuevo disco está a la altura de los mejores trabajos de Enrique. La crítica así lo ha constatado y su público lo ha ratificado volcándose en él como lo hará con los conciertos para presentarlo. ¡No te pierdas ni una cosa, ni la otra!