Se presentó ayer en solitario Ricardo Lezón en el Kafe Antzoki presentando “Esperanza” (Subterfuge, 2017). Era la segunda vez en menos de un mes que acudía al mismo escenario pero el motivo era distinto. No iba a enfrentarse al repertorio de otros (la anterior ocasión participó en el Izar & Star Nº100 vs El Último de la Fila). Ni siquiera al de su banda McEnroe (aunque no está demasiado lejos del citado grupo). El debut en casa y a corazón abierto.
Resulta atrevido, incluso valiente, bautizar así este álbum en los tiempos es los que vivimos. Sin embargo, es de agradecer que haya alguien que nos arroje un halo de su esperanza. Se presentó Lezón tímido, nervioso (como el mismo aseguró) y con su inseparable gorra. Un escenario íntimo, con la banda muy agrupada y con cuatro músicos excelentes. Txomin Guzmán a los teclados y guitarra (The Fakeband), Edu Guzmán a la batería (McEnroe), Jimy Arteche a los teclados y otro Guzmán más, Miguel, al bajo. Todos ellos escoltando la voz de Ricardo Lezón. Registro inimitable con el que es capaz de llegar donde otros solo imaginan.
Alrededor de 80 minutos en los que interpretó 14 temas. Casi todos los de “Esperanza” y alguno de McEnroe. Esto último lo agradecieron sobremanera los seguidores de la banda getxotarra que acudieron al bolo. Lezón también regaló ‘Manuel’ un tema que a punto estuvo de entrar en el disco y que está dedicado a su padre (fallecido hace algunos meses).
Con alrededor de veinte minutos de retraso empezó el concierto. Había que esperar a que terminara el concierto de Jabier Muguruza en el Antxiki y a que la gente tuviese tiempo de entrar. Lo que parecía iba a ser una asistencia un tanto desangelada pasó a un concierto con entrada más que aceptable. Gente que sabía a lo que iba y que respetó el necesario silencio para apreciar los matices vocales de Lezón y musicales de la banda. En varias ocasiones la gente pedía silencio a los y las “cotorras” de la parte trasera.
Abrió con ‘Noche en Noviales’ incluida en “Esperanza”. Del mismo disco interpretó ‘Chet Baker’, ‘La paz salvaje’, ‘El momento’, ‘Ella baila’, ‘La primavera en Praga’, ‘Lamento’ y ‘Arena y romero’. Sonó la anteriormente mencionada ‘Manuel’, breve y potente. Un grito de lamento. No podían faltar temas de McEnroe como ‘Un rayo de luz’, ‘Como las ballenas’ del exquisito “Rugen las flores” (2015), y ‘Electricidad’, del mismo disco y con la que termina el concierto.
Un concierto en el que Lezón nos arrastra a recuerdos en ocasiones buenos y, en otras, no tanto. Nos habla de ausencias, de naturaleza y de amor. Nos estremece y en ocasiones también nos da esperanza. Pocas voces condensan tanta melancolía como la de Ricardo Lezón. Hablan de melodías tristes pero son más bien lluviosas, nostálgicas. Letras escritas desde el corazón.
