¡Menudo triple cartel que se ha preparado la gente de Bloody Mary para dar más calor al Carnaval! Teníamos ganas de hablar de uno de los discos más destacados del 2017 como ha sido el “Guadalupe Plata 2017” (Everlasting Records / Popstock!) y también de ensalzar como se merece a nuestros Albert Cavalier y aprovechamos este especial concierto para hablarte un poco de ambos.
Casualmente hemos catado, de nuevo, hace poco otra vez a los Guadalupe Plata en la estupenda última edición del WOP Festival y volvieron a demostrar que son una de las bandas que nunca fallan en directo. Para mí se ha convertido ya en un ritual y un placer sonoro y espiritual el reencontrarse con una de las bandas más singulares del panorama mundial, cada dos años. Sus discos, siempre de la mano de Everlasting Records / Popstock, y con una exquisita presentación también visual, nos llegan siempre con título homónimo y nos sorprenden siempre por su rudimentario pero muy atractivo sonido. También por esas simples, pero muy atractivas historias que nos cuentan. Su fórmula no muestra ningún indicio de agotamiento. Siguen teniendo el diablo en el cuerpo y nos hablan de animales y de todo tipo de alimañas callejeras. Su último disco se abre con el sorprendente primer single que es una fantástica versión de la desgarradora ‘Qué he sacado con quererte’ de la chilena Violeta Parra. Un pedazo de single que sirve para distanciarles aún más como grupo exclusivamente blues, ya que son mucho más que eso. Ellos la llevan a terrenos cercanos a Ennio Morricone y suena como un fronterizo y siniestro western de John Sayles. Sigue con ‘Miedo’ que es realmente terrorífica y en la que vuelen a aullar como sólo ellos saben. Me fascina el misterioso arranque de ‘Tan solo’ al que luego se suma una gran guitarra eléctrica con mucho eco. Vuelven a aparecer jugosos y variados temas instrumentales. Entregan otro futuro clásico como es ‘Navajazo’, lleno de misterio y sangre y con un contrabajo de aromas casi jazz. La cara B se abre con otro buen instrumental titulado ‘Preso’ con aromas a banda sonora y hasta con guitarras surf. En ‘Demasiado’ regresan a su onda más canalla, gritona y característica que tanto luego les da en directo. Se despiden con las inquietantes y desérticas guitarras y cascabeles de ‘Almería’. Luego en directo siempre meten ya su puñado cada vez mayor de clásicos y te meten de lleno a su barreño-contrabajo de una sola cuerda pero que suena como un cañón. Si aún no los has catado no sabes lo que te pierdes, Si lo has hecho y puedes, repetirás. Las entradas están en https://sarrerak.
Luego también estarán nuestros Albert Cavalier que no dejan de tocar en directo y con ello van creciendo de manera importante. Su rock macarra, guitarrero y psicodélico suena cada vez mejor en directo y en disco. Su último Ep, “El Marco” es una auténtica pasada ácida que hará las delicias de los seguidores de Ty Segall, The Brian Jonestown Massacre o Triángulo de Amor Bizarro. A ellos les encantan los arrolladores grupos de garage-punk actual del sello Burger Records o también esas jóvenes bandas de los garajes californianos. Sus ídolos son The Oh Sees (buen gusto) pero también suelen citar a bandas de aquí como Perro y de fuera como Solids o The Intelligence. Antes también nos entregaron otro EP más que correcto titulado “Wasted & Stoned” que grabaron como premio por haber ganado el cada vez más prestigioso concurso Rockein!, en el que también fueron premiados los excelentes Vulk. Su juventud, todavía no alcanzan los 23 años ninguno de sus miembros, les augura un futuro esperanzador. Su presente es ya inmejorable y en directo canciones como ‘Sábado noche, domingo mañana’ o la psicodélica ‘Wasted & stoned’ suenan cada vez más potentes y contundentes. Esta última suena sesentera y las guitarras con eco son una gozada. Su ya clásico ‘La casita’ es un fijo que también ha ido mejorando con las sucesivas versiones que han hecho de ella. En el “Wasted & Stoned” suena muy pop con su guapo estribillo y los pegadizos coros. Tiene guapos aires a la Velvet y al final distorsionan sus guitarras a medio camino entre el ‘Sister Ray’ y el puro garaje-punk. El lado oscuro un poco en plan The Horrors, les sale muy bien en ‘Times we won’t forget’. Ellos vacilan con que son la “Juventud del Marco Incomparable” pero tampoco le hacen ascos a los más grandes clásicos. De hecho participaron en el Homenaje a Chuck Berry del Ciclo Izar & Star. Saben lo que quieren y nos lo van a dar. Los cambios en la formación han sido para bien y el grupo suena más compacto y cromado que nunca. Ya se acercan a los 100 arrolladores conciertos (no suelen llegar a los 3 cuartos de hora, pero van a piñón) y están en continua evolución y no hacen dos iguales. ¡También están pidiendo ya un LP de una vez por todas!
