“Mi barrio sólo tiene un bar que merece la pena, y lista está para escapar mi moto en la puerta”. Así comienza una canción de Toni Metralla y los Antibala (“Güisqui, polvo y flema”) que bien podía estar inspirada en el café-bar Irusta, situado en el número 2 de la calle Eretza, en el bilbaíno barrio de San Adrián y que este mismo sábado cumple diez años.
Un auténtico oasis en la zona para los amantes de las motos y del buen rock, sin dejar de lado a los clientes habituales: vecinos del barrio, autobuseros, ambulancieros o txikiteros que disfrutan de su consumición al ritmo de Barricada, Leño, Soundgarden, Metallica, Ramones… o lo que toque en cada momento.
La responsable de que este bar haya resistido una década en un negocio tan complicado como la hostelería de barrio es Irune, que en diez años, y gracias a su saber hacer dentro de la barra, ha conseguido fidelizar a la variopinta clientela que se acerca a este entrañable local, parada obligatoria para todo el que se pasa por San Adrián.
Pero Irune no está sola en esto, sino que cuenta con el apoyo de un equipo de lujo compuesto por tres simpáticas camareras como Elena, Ainhoa y Alba, y por dos extraordinarios cocineros como son Bego y Paco… sin olvidarnos de Joseba que, desde el principio ha estado ahí.
Diez años no se cumplen todos los días, por lo que era obligatorio celebrarlo como la ocasión merecía y, por eso, este mismo sábado, podremos disfrutar de todo lo que Irune ha preparado para dar las gracias a su clientela, comenzando a las 19.00 h. con el aurresku ofrecido por el dantzari Alberto Dueñas, al que todos recordamos bailando en lo más alto del Puente de La Salve en el concurso de saltos de Red Bull.
Y como estaba claro que la música en directo no podía faltar, a partir de las 20.00 h. podremos disfrutar del concierto de Voodoo Blues, que precederá a una noche que, a buen seguro, se alargará y en la que también habrá un picoteo y alguna otra sorpresa que Irune nos tiene preparada para celebrar este día tan especial.
Así que, si tenéis la oportunidad, no os lo perdáis y pasaos a pegarle un tirón de orejas a la gente del Irusta y disfrutad de todas las cosas buenas que ofrece este bar único.
Y si por lo que sea no podéis pasaros este sábado, recordad que la buena música, la cerveza, los pintxos y, sobre todo, el buen ambiente os están esperando en San Adrián todos los días desde bien temprano, así que no perdáis la ocasión de entrar y disfrutar, porque seguro que volveréis.
