En 1979 el periodista musical y agitador contraculturalLester Bangsdijo: “No quiero ser un héroe, solo quiero ser un cero”. Esa frase surgió tras un concierto de The Zeros en Los Ángeles y donde irrumpió la policía creando gran malestar entre los “punkis” que después la tomarían con la ciudad. El pasado sábado los denominados “Ramones mejicanos” (con formación trió y caras nuevas) recalaron en el Azkena y nos ofrecieron una buena noche de sonido punk y rock & roll en la que no hizo falta que interviniera uniformado alguno.
Pero empecemos por el principio y es que The Zeros no estuvieron solos. Desde Gipuzkoa llegó el cuarteto Crap con un punk de los 70 (tal y como aseguraba el cartel). Fueron los encargados de abrir la velada en su punto más frío puesto que no eran muchas las personas que estaban en la sala. En cuanto a sonido no estuvieron mal salvo la voz de su cantante que no se entendía. No sabemos si por la ecualización o por problemas de salud.
Ofrecieron un sonido influenciado por las primeras oleadas punk de 1977 que sirvieron para ir entrando en ambiente. Aceptable bolo el de Crap que tiene un EP en el mercado desde hace un par de años y que anuncian larga duración para ya. Quien les ha visto en otras ocasiones aseguran que no fue su mejor noche pero que tienen talento a raudales. Habrá que estar pendiente.
Los segundos en subir al escenario fueron Bonzos. Capitaneados por Juancar Parlange y por Jorge Huracán los vizcaínos ofrecieron un muy buen bolo. Y es que a estos dos veteranos se les unieron dos músicos, Álvaro Segovia (guitarra) y Eneko Eskauriaza (bajo) que son el complemento ideal para el sonido ramoniano que ofrecen.
Bajo un ambiente ya más propicio para un concierto se lanzaron a un repertorio en el que no había tiempo para el descanso. Una tras otra fueron cayendo canciones de diferentes discos de la banda. Abrieron con “Cementerio indio” y con “Lluvia, hierro y rock & roll”. También disfrutamos con un muy buen sonido “Tas Pappas” (canción dedicada a un skater y que se ha convertido en viral al otro lado del charco) y “Esta ciudad ha muerto”. No faltó el cover “Alta Tensión” de Nacha Pop.
Presionados por el equipo de The Zeros el final fue frenético aunque eso le dio un toque que gustó. Ver a Álvaro pidiendo perdón mientras Juancar no se cansaba de cantar una más, tenía su punto canalla…. Acabaron con varios temas en inglés (algo que según Parlange no ocurría desde hace 15 años); “Bonzo Girl”, “TNT”, “I want you back” y “Crush on you”.
Y llegaba la hora de The Zeros. Un servidor se quedó sorprendido porque aunque venían con la vitola de “Ramones mejicanos”, de castellano ni papa. También conviene destacar que no llegaron con su formación original ya que faltaban el guitarra Robert López y el bajista Héctor Penalosa a quien le sustituye Víctor Penalosa (su hermano). De los inicios si estuvieronJavier Escovedo(guitarra y voz), hermano de Alejandro Escovedo, y Baba Chenellea la batería (también familiar de alguien que no me quedó muy claro.
Ofrecieron un show de una hora en el que fueron cayendo temas, hasta 20 si no conté mal, y en el que el sonido no fue del todo el esperado. Sin embargo eso no impidió que el concierto iría a más y acabara en todo lo alto.
A parte de temas propios fueron cayendo algunos covers bastante interesantes. Abrieron con el instrumental “Pipeline” de los Chantays. También sonó “Psychotic reaction” de ¿Count Five? y “Sometimes good boys don’t wear White” de Standells.
Su sonido osciló entre el punk de los Ramones y el garaje. Interpretaron con solvencia “Sneakin Out”, “Wimp” y “Lay off, she’s mine”. No faltaron tampoco en el set list “Rico amor” y “Bit Your Heart Out”. Gustó el rock fronterizo ‘Yo no quiero’ y la actitud agresiva que dieron con “Wild weekend”.
Mi compañera Amaia Santana dijo que “son capaces de mezclar con éxito en una misma canción estilos que no pegan”. Y es que The Zeros no inventan nada pero tienen ese algo que hace que un grupo sepa llevarte a su terreno. Así sucedió el sábado en el Azkena.