Gringo son uno de esos grupos de los que no nos cansamos de escuchar. Ni mucho menos de gozar de sus desvaríos aún mayores en directo. Tampoco nos cansamos de contar sus excelencias porque nos ponen realmente y porque se lo merecen. Su original y particular sonido parte del rock alternativo más guitarrero de los años 90 que crearon bandas como Dinosaur Jr., Guiced By Voices o Low. Pero también recogían los mejores efluvios ochenteros de otras bandas con guitarras lisérgicas tan variadas como The Dream Syndicate, Mudhoney o Yo La Tengo.
De hecho uno de los momentos más especiales para ellos fue cuando teloneraron a los Yo La Tengo cuando aún estaban comenzando hace ya una docena de años. Pero es que luego, y dada su enorme cultura musical, han ido metiendo otras influencias variadas en sus temas que van desde el Neil Young más desatado hasta los Spiritualized pasando por otros locos como Grateful Dead o los Pink Floyd. Todo ello sin olvidar sus coordenadas musicales más cercanas con El Inquilino Comunista, Cancer Moon y, ahora, McEnroe a la cabeza. De hecho sus curtidos y experimentados músicos han militado o continúan tocando en proyectos como Arana, McEnroe, Trampas, Olimpic, Josetxo Grieta, Happy Morgue o Sweet Oblivion.
De hecho hasta protagonizaron con enorme éxito artístico una velada del Ciclo Izar & Star interpretando al completo el “Wish You Were Here” que tuvieron que repetir en alguna ocasión más. Por todo esto y mucho más ya pasaron por las páginas de Rock In Bilbo cuando estaban a punto de sacar en digital este cuarto disco titulado “Riptides”, una vez más autoeditado. Además iban a presentarlo en el Zierbena Surf Film Festival.
Pero es que ahora llega por fin en una cuidada edición física que puedes conseguir en dos puntos de venta de CDs (Power Records y Grabasonic) a 10 euros y que también lo venden por correo (contra-reembolso) a 10 euros + gastos de envío en su Email: gringorockgetxo@gmail.com. Además el disco está también disponible en las principales plataformas digitales (Spotify, you tube, I-tunes…). Les puedes escuchar y conocer mejor antes en su Bandcamp: https://gringorock.bandcamp.com/ o en https://www.facebook.com/gringorockgetxo/.
Podrás así disfrutar mejor de un extenso disco con 12 temas que una vez más vuelven a combinar esos temas más concisos y a la yugular con otros más extensos en los que dan rienda suelta a su pasión por las guitarras distorsionadas, la psicodelia y los viajes mentales y musicales que les llevan a territorios más inesperados pero siempre con satisfactorios resultados. Una vez más lo han grabado en los estudios de Xabier Eguía en los Estudios El Tigre de Deusto y para la masterización han recurrido al experto Víctor García en sus Ultramarinos Estudios. Si consigues este fantástico nuevo trabajo podrás sumergirte en esas largas gozadas con guitarras galopantes como ‘Vodka, Seabass And Chalks’. Una maravilla planeadora que viaja de Spiritualized a Yo La Tengo, con algunas guitarras realmente desatadas, otros omentos más relajados y una voz de tonos evocadores y melancólicos. Quizás sus más de 8 minutos sean ahora mismo los favoritos de un servidor en el nuevo disco.
Pero es que el disco comienza también con un ‘I’m The One’ que arranca de manera tremendamente evocadora para luego convertirse en un tema poderosamente eléctrico y psicodélico. También brillan en algunos temas más breves como ese misterioso, eléctrico y oscuro ‘Confuzzed’ cuyo título también ya da buenas pistas de por dónde se van a mover. El lado más entrañable a lo Yo La Tengo les sale en temas como ‘The Rise And Fall Of The Fabulous And Wonderful Txuminberg’. ‘Happily Fucked’ es un maravilloso masaje guitarrero a cargo de Javi y Pablo. Me encanta el órgano de ‘Satan’ y ese lado más tirando por Arana, Luna, Yo La Tengo o McEnroe.
Otra vez estilo Ira Kaplan en una relajada ‘See The Light’ que va creciendo en círculos de guitarras y trepanándote con ese penetrante órgano. Y claro tenían que terminar con uno de esos temazos largos marca de la casa. En este caso ‘Beer Goggles’ son dos temas en uno. Primero un tema con esos giros y bucles de guitarras en subida y bajada y luego una explosión a lo “Weld” de furiosas guitarras que van aumentando de velocidad hasta reventar del todo superados los 8 minutos de duración. ¡Gran colofón y crescendo! Ahora a ver si pueden presentarlo en algunos escenarios más porque realmente es sobre las tablas donde alcanzan una mayor dimensión sonora y hasta espiritual. ¡Apúntate a su interminable viaje!.