Grata sorpresa volver a reencontrarse con la voz de Margo por estas tierras después de dos años, y más grata aún viéndole llenar casi medio aforo del Kafe Antzokia de Bilbao. Margo Cilker (San Francisco, USA) ha dejado sin duda una gran cantidad de amigos por Bilbao que agradecen volver a verla gracias a sus visitas periódicas a la capital del mundo.
Su época universitaria, le trajo por azar a estudiar a Euskadi, más concretamente a Bilbao. Aquí, a raíz de frecuentar las jam sessions de Cabo Matxitxako en Getxo, le llevaron a conocer y rodearse de un elenco de grandes músicos que el pasado jueves no dudaron en acompañarle sobre el escenario.
Pit Idoyaga y Dani Merino a las guitarras y pedal steel, Natxo Beltrán a la batería y Juan Uribe al bajo, conformaron un acompañamiento de lujo que nos hizo recordar aquellas míticas sesiones golfas de Getxo y que visto su compenetración con Margo, parecía que no hubiesen pasado casi dos años desde la última vez tocaban juntos.
Con algo de retraso sobre la hora prevista, el escaso público que acudió puntual a la hora fijada (entre los que se encontraba Fito Cabrales junto a su hermano Manrique) pudo degustar el pequeño adelanto que nos regaló en formato acústico el artista invitado de la noche An American Forrest (Forrest Van Tuyl), pareja de Margo. Forrest nos presentó una selección de sus temas de country-folk durante casi media hora, en la que pudimos verle acompañado de su mujer Margo en una canción, antes de dar paso a la protagonista de la noche.
Margo y su «Matxitxako band» sonaron a USA desde el primer minuto repasando los temas de sus tres trabajos (viene un cuarto en camino) Boots and Spain and Boots Again, Field Heat y California Dogwood.
Echamos en falta eso sí a su hermana Sarah Cilker a los coros que le acompañó en su anterior visita en la sala superior del Kafe Antzokia.
Algo más de una hora de concierto donde pudimos escuchar ‘Asturiana’, ‘Boots of Spanish Leather’, ‘Marianne’, ‘California Dogwood’, ‘Tehachapi’ y ‘Bilbao Precipitation’ entre otras.
Una gozada ver a Margo de nuevo por Bilbao y ver que poco a poco a pesar de que pasen los años el público que atrae va en aumento. Esperemos que no pasen otros dos años hasta la próxima vez que nos veamos. Te esperamos con los brazos abiertos.
