El Shake! acogió en la noche del viernes una cita con el rock y la provocación. Términos que, por otro lado, van necesariamente unidos. Y cuando de darle forma corpórea se trata ambos conceptos van ligados a la figura de Igor Paskual. «El trueno de Gijón», fiel escudero y guitarrista de Loquillo, presentaba su tercer disco en solitario «La Pasión según Igor Paskual».
Era un día complicado para reunir a numeroso público ya que coincidían tres bolos interesantes. Al de Igor Paskual se le sumaban los conciertos de Tahúres Zurdos y la banda murciana Second (ambos con el cartel de no hay entradas). Aún así el asturiano logró reunir a nutrido grupo de espectadores que disfrutaron con el show. Entre los asistentes destacar la presencia de Jordi Vilá, batería de los Kinki Boys, y con el que coincidió en Trogloditas.
Fue un concierto acústico en formato dúo junto a otro grande la guitarra como Angel Miguel. Les basta y les sobra para dar la sensación que lo que hay encima de las tablas es una banda de rock. Si ya de por sí Igor Paskual interactúa continuamente con el público en una distancia tan corta como la del Shake! la intimidad es mayúscula. Lo mismo pasa con la provocación. Rasgo que mantiene el de Gijón desde sus tiempos en la banda glam Babylon Chat. Esta faceta fue la que llevó a Loquillo a ficharlo para sus Trogloditas y el motivo de que aún siga a su lado.
«Más zumo de lúpulo por favor», pedía Paskual a la barra del Shake! mientras desgranaba un set list en el que no faltaron temas de su tres discos en solitario. Dos horas de repertorio que abrieron con «Cansado de la vida» de su último trabajo (el videoclip de este tema emula la bajada de escaleras del Joker bailando). Continuó con temas de sus anteriores trabajos («Equilibrio Inestable» y «Tierra Firme») como «Pasos de baile», «Chica de alta gama», «Tú y yo» y «Napalm».
Antes de sonar «Alborada» aprovechó el asturiano para saludar y presentar. Volvió a su quehacer con temas del nuevo trabajo; «Nuestra señora de la consolación» y «Nuevo bautismo». «Bebemos» fue dedicada al ya mencionado Toni Vila. Con «Volver» ambos celebrantes acabaron de rodillas para después continuar con «La suerte de nuestro lado».
Seguramente uno de los momentos más provocativos se produjo con «El peor novio del mundo» con la que deambuló entre las primeras filas y convirtiendo al personal en personajes de la letra. «Casanova» y «Waterloo» sonaron antes que la espectacular «Tierra firme». Un tema en el que queda claro la importancia de esos lugares en los que nos encontramos seguros.
El calor y el zumo de lúpulo hizo que Igor llevara ya su camisa vaquera desabrochada. Estábamos viendo a Paskual tal y como a él le gusta; un rockero en toda regla. Siguió con un cover de Bowei. Ni más ni menos que «Héroes». Retrocedió hasta sus inicios en Babylon Chat con «El último brindis del año». Sonido y estilo glam en el que Igor Paskual se desenvuelve como nadie.
Terminaron con «Inmortal» y «Música para traicionar». Lo que está claro es que Igor no traicionó a nadie el pasado viernes. Se presentó tal cual y ofreció lo que sabe hacer; buena música, buen rock. O lo que es lo mismo: nos provocó.
