180 minutos de historias y canciones nos regaló el pasado sábado el cantautor madrileño Ismael Serrano en el Muxikebarri de Getxo (con una excelente acústica y equipo técnico), en uno de los últimos conciertos de la gira acústica «Todavía«.
Con la única armadura de sus guitarras y su voz, acompañado de un cuidado escenario con una excelente iluminación, Ismael fué repasando sus más conocidas canciones a la par que entremezclaba historias a cerca de las mismas, debatiéndolas con la voz en off de Álvaro Morte (la casa de papel).
«Ultimamente«, «Sucede que a veces«, «Ahora«, «Ana«, y «Tantas cosas» (de su último trabajo) sonaron en los primeros compases del concierto, antes de reclamar la ayuda al público para que le acompañase algún espectador sentado al borde de escenario.
Olaia, que venía desde Asturias (dónde recordó a Ismael que aún les debe una visita en esta gira) tuvo la suerte de acompañarle y dialogar amistosamente en «Te odio» y la versión de la canción «Un hada diferente«, compuesta por Jimena Ruiz Echazú, mujer de Isamel y «dedicada a todos los niños que se sienten diferentes«.
Tuvo una especial dedicatoria para su querido Chile, recordándole en «Vine del norte«, donde tambiñen aprovechó para saludar aun grupo de seguidores uruguayos que se encontraban entre el público ataviados con una bandera de su país.
Hubo tiempo para versionear también el clásico «Ojalá» de Silvio Rodriguez, escuchar el reguetón de «La llamada«, sintonizada en una vieja radio radio recién restaurada, escucharle sentado en un solitario banco iluminado por la luz de la luna de atrezzo del escenario entonando «Recuerdo«, antes de cerrar con «Papá cruentame otra vez» su fugaz escapada a camerinos antes de los bises.
«Ahora que te encuentro» y «Pequeña criatura» sirvieron para cerrar la velada en unos bises que a pesar de las tres horas de concierto supieron a poco. Y dejaron con la miel en los labios a un público que llenó el aforo de la sala getxotarra, y que con toda seguridad esperará una nueva visita más pronto que tarde.