Formados en 2009 como un cuarteto, esta veterana banda presenta el que es su segundo álbum completo en 11 años de existencia. La banda ha ido quemando etapas poco a poco, publicando ‘Hil Ala Bizi‘ una demo en 2012 y un álbum debut en 2016, ‘Giza Ankerkeria‘, tomando parte entretanto en los concursos Villa de Bilbao y Wacken Metal Battle, en los que lograron llegar a las finales.
Para este ‘Aske‘ se han ido a grabar a los estudios Black Storm de Karrantza, contando a los mandos con Ekaitz Garmendia, quien fuera guitarrista de los geniales Legen Beltza. El sonido es genial, con una batería contundente, un bajo que se escucha perfectamente y unas guitarras cortantes y afiladas. En todo este tiempo la constante ha sido la presencia del bajista/vocalista Mikel Yarza, único miembro que permanece en la misma desde su formación.
Hilotz practican un furioso thrash metal que incorpora elementos técnicos y de metal extremo, sin renunciar a partes más groovy. Aquí hay un poco de todo, de Sodom, de Bathory, de Coroner y de Su ta Gar. El nivel técnico que hay que tener para intentar todo esto sin fracasar estrepitosamente es muy alto, e Hilotz salen triunfantes de la prueba. Los continuos cambios en los ritmos de batería y los riffs intrincados están presentes en todos los temas. El único pero que puedo poner al disco es el tono de voz, nunca he sido muy partidario de este tono agresivo y chillón en el thrash.
Destaca el inicial «Aske«, rápido y con partes groovys pegadizas y enrevesadas, el pegadizo «Sinisten Dut«, que va alternando partes rápidas con un estribillo más pesado y técnico; «Zurrunbiloa«, tema enrevesado y con muchos cambios, a veces rápido y a veces pegadizo, con parte más melódica y riff pegadizo y el intenso «Diktadore Zintzoa«, dotado de un estribillo pegadizo, tema intenso.
Se puede decir que se trata de un buen trabajo que necesita de un par de escuchas para poder apreciar todos los matices de su música. Personalmente no termina de gustarme el tono de voz, pero es cierto que tampoco desentona en el conjunto. Merece la pena darle una oportunidad.
- Reseña escrita y cedida por Mikel Fernández de Surimi World.
