El sábado acudimos a la sala Santana 27 a disfrutar del trío Capsula dentro del ciclo BESTE BAT! Un reencuentro con el ROCK (en mayúsculas) en este año 2021. Y es que Coni, Martín y Álvaro estuvieron espectaculares. Se superaron con un bolo eléctrico, rotundo y sin concesiones, ante un público que casi llenó la sala. Una puesta en escena denominada «Seres eléctricos».
Les vimos en el Euskalduna el año pasado (su anterior actuación en Bilbao) y nos gustaron pero lo de ayer fue todo un homenaje al rock. Ese que han mamado y que destilan por los poros de su piel. Durante la casi hora y media que duró el concierto no hubo tregua. Los temas iban cayendo uno tras otro hasta llegar a los 24. Sonaron canciones de su último trabajo, «Bestiarium» y de toda su trayectoria. Tampoco faltaron varias versiones. Un repertorio ejecutado con el perfeccionismo al que nos tienen acostumbrados. Todo aderezado con un potente juego de luces y imágenes proyectadas para la ocasión.
Da igual que la situación no sea la más adecuada para el rock en particular y la música en directo en general. Capsula conoce su misión y su único objetivo es llevarla a cabo. Da igual que sea en las mejores condiciones o en las impuestas por las restricciones. Lo suyo es subirse al escenario y ayer lo dejaron claro, si es que aún había alguna duda. Pero no subieron solos. Por allí desfilaron The Cramps, Bowie, Lords Of the New Church, Pixies, Stooges, Sonic Young, …
Nos movimos en nuestras sillas al ritmo de las ráfagas indiscriminadas de punk, psicodelia, rock progresivo y psycobilly. Hipnotizados por las melodías árabes de «Sirens lips» y por la voz de Coni en la sentida «Cry with you». Nos gustaron especialmente «Candle, candle» y «Santa Rosa». En realidad es difícil quedarse con alguna canción en particular porque todas tuvieron su brillo en una noche en la que la banda destapó todas sus esencias.
No podemos olvidarnos de «Magnets», «Wild Fascination», «What´s in the mirror»,…y de las versiones «Mejor no hablar» de los argentinos Sumo, «Russian Roulette» de Lords Of the New Church y el «Suffragatte City» de Bowie. Y ¿Qué decir de «Constellation Freedom»? Sublime.
Fue una noche especial. La banda se reencontraba con su público, con su ciudad, con muchos amigos y amigas miembros de bandas. Martín calificó la noche de increíble, conocedor de las dificultades que nos rodean. «Ver todo esto lleno es un placer», aseguró. Dio las gracias a todo el mundo (no se dejó a nadie) y al grito de «Rock & Roll» se bajaron del escenario. Y al respetable nos dejaron con un magnifico sabor de boca y el recordatorio de que el rock puede con todo. Fuimos abandonando el local y mientras, en varias ocasiones, pude oír, «son muy grandes». Damos fe de ello.