Seguimos disfrutando de la vuelta a los conciertos de pie y volviendo a vivir sensaciones que echábamos de menos. El pasado martes revivimos de nuevo esa magia del directo al acercamos a Santana 27 para disfrutar del concierto de The Mystery Lights. La banda de Brooklyn, que emergió con fuerza en el panorama musical hace cinco años, regresaba a Bilbao (ya estuvo en su momento en la Kutxa Belleza del Antzoki) para presentar su segundo álbum, «Too much tension» (2019).
Llama la atención el hecho de que una banda haga una gira sin tener un disco nuevo en el mercado pero tras la situación que ha vivido el sector es de entender. Por todo ello había expectación por ver el directo del quinteto de New York. Conociéndoles sabíamos que habría temas nuevos, algunos de los cuales se incluirán, sin duda, en su próximo disco.
Desde el primer momento pudimos comprobar la fuerza con la que se muestra el grupo sobre el escenario. Desde que sonó el primer acorde de «I´m so tired (of living in the city)», incluida en su segundo trabajo, fue un ir y venir de temas encadenados que hizo bailar al personal congregado en la sala superior de Santana 27 (sala Blue). La pregunta que nos surgía era cómo iba a evolucionar el bolo si empezaban de esa forma tan potente. Pues aunque parezca mentira fue a más. Y eso que la banda, como afirmaron, lleva mucho tiempo sin salir de gira. De ahí, seguramente, algunos fallos como por ejemplo al iniciar el tema «Wathing the news gives me the blues», también del álbum «Too much tension», o incluso los problemas del batería con la silla.
La banda hace un genial puesta en escena. Sobre todo su frontman Mike Brandon. Conectó con el público desde el primer momento y no paró de saltar, bajar del escenario, ponerse de rodillas,… Todo eso más las luces fijas rojas hicieron muy complicada la labor de los compañeros fotógrafos. El resto disfrutamos de lo lindo con la propuesta del grupo. Hasta el sonido, imprescindible en estos menesteres, acompañó a lo largo del concierto que duró algo más de una hora.
Como intuíamos sonaron temas nuevos que, seguramente, formarán parte de su, esperamos próxima, publicación. Estas nuevas canciones dejan entrever (levemente) nuevos sonidos y registros en la banda cercanos al folk o al country. Es una evidencia que su garage rock, o más bien garage psych, gana enteros. En el concierto del martes volvieron loca a la gente con los temas de sus dos discos. Temas cargados de energía guitarrera y una rítmica hipnótica como «Too many girls», «Follow me home», «Thick skin» o «Too much tension».
Creo que dijeron (mi inglés llega a donde llega) que era el cumpleaños de su manager en la actual gira, ¿Juantxu?, pero por la risas me dio la sensación que era broma. La cuestión es que le dedicaron un temazo al nivel del resto del set list.
Cortaron el aliento con las guitarras sixties de «It’s Alright» y nos acercaron al carácter punk neoyorkino con «Traces». Tras bajar del escenario y tras los añorados gritos de «beste bat, beste bat», volvieron para interpretar dos temas. Para el primero de ellos pidieron que se apagarán las luces de la sala. Es cuando sonó «Dead moon night», cover de la banda de punk rock de Portland, Dead Moon. Otras bandas se hicieron presentes en el sonido de The Mystery Lights; Seeds, Sonics, 13th Floor Elevators,…
Bolazo el que nos regalaron The Mystery Lights. Con unos cuantos como este podremos decir, definitivamente, que todo está volviendo a su ser.
- Fotografía: Txema de la Cruz.