Quique González: viejo capo

Quique González: viejo capo

El Teatro Arriaga de Bilbao, fue testigo el pasado domingo 29 de Mayo, de la última parada en la gira de teatros de ‘Sur en el Valle‘ (2021), que ha recorrido la geografía nacional desde otoño de 2021, y que continuará este verano en formato acústico junto a Toni Brunet y en varios conciertos en festivales junto al resto de la banda.

Quique González (Madrid 1973) presentaba junto a su tripulación (Toni Brunet, guitarras y coros; Jacob Reguilón, bajo y contrabajo; Raúl Bernal, teclados y Edu Olmedo, batería) el disco ‘Sur en el Valle‘, con claras reminiscencias a su «tierruca» cántabra de los Valles Pasiegos, donde reside desde hace 17 años, y que parece haber decidido abandonar, al menos temporalmente.

Es por ello que de alguna manera, este último trabajo de Quique, aunque marcado en lo musical por varios destellos que puedan recordar en el aspecto musical a temas de ‘Daiquiri Blues’ (2009), ‘Las palabras vividas’ (2019) o incluso ‘Kamikazes enamorados’ (2003), está muy marcado en la lírica por ese sentimiento de nostalgia y agradecimiento hacia el lugar y la gente que le ha acogido en estos años como uno más de la familia.

Dos años y medio llevaba Quique desde diciembre de 2019 sin dejarse pasar por Bilbao, si bien es verdad que por culpa de una pandemia que tuvo que cancelar y postponer muchos conciertos y giras. Dos años y medio que se nos hacían ya largos a la espera de volver a reencontrarnos con las canciones de este viejo capo, que ha sabido marcar el ritmo tanto de sus discos como de su sonido en directo.

Más cercano al sonido de la gira de ‘Las palabras vividas’ (disco de poemas musicalizados de Luis Gracía Montero) y ciertamente sea dicho, hecho a medida de un recinto a la altura del majestuoso Teatro Arriaga, Quique deja de lado en gran parte del repertorio su versión más rockera más propia de su época con Los detectives, para acercarse a la esencia de los sonidos más acústicos y con menos «artificios».

No obstante, al contrario de la anterior gira de ‘Las palabras vividas’ donde el repertorio prácticamente en su totalidad estaba guiado por el mismo patrón pausado y delicado del sonido del disco, Quique, usando el símil del jugador de fútbol experimentado en sus últimos años de carrera deportiva, sabe exactamente qué ritmo usar en cada momento y en qué momento provocar esos cambios de ritmo que sorprenden al respetable.

Así, agradecimos que supiese intercalar con gran acierto temas como ‘Sur en el valle‘ con la que dió comienzo el concierto, «Orquídeas«, «Dallas – Memphis«, «Salitre» o «Su día libre«, donde la banda potencia el sonido delicado que anteriormente mencionábamos, con el rock de «Avería y redención«, una de las mejores inyecciones de la noche, «Kamikazes enamorados» que hace años ya supo darle el empujón rockero fácilmente reconocible en los primeros compases de ese bombo de batería, «Conserjes de noche» uno de los grandes himnos de los seguidores más acérrimos desde los inicios de ‘Personal’ (1998), como «Miss camiseta mojada» o «Vidas cruzadas» con la que cerró el show.

Cabe hacer una mención especial para Toni Brunet. Soy de los que piensa que si un libro es bueno, al llevarlo a la gran pantalla debe dejar al menos la misma sensación que la que deja en el lector al leerlo. Una imagen vale más que mil palabras.

Es por ello que las manos de Toni, productor del disco ‘Las palabras vividas’ y ‘Sur en el valle’ además de guitarrista de Quique en ambas giras, tienen un gran peso en el sonido en el directo de esta gira, ya que las canciones del último trabajo de Quique, se replican a la perfección con un sonido cristalino y fiel al que se siente al escuchar el disco.

Así, disfrutamos entre otras de «Amor en ruta«, «Te tiras a matar«, «Luna de trueno» con un comienzo en el que se potenciaba el sonido de «crudeza» que tiene la voz y guitarra de Quique en la versión del disco, «Tornado«, «Puede que me mueva» que se reservaba para los bises, o «Alguien debería pararlo«, la que para mí es sin duda la gran joya del disco y canción que seguro quedará de referencia a la larga en el repertorio de Quique.

Con gran acierto se rescataban para esta gira «Caminando en círculos«, «Daiquiri blues» o «La luna debajo del brazo«, con gran sintonía con el resto de repertorio y con el recinto, o la gran sorpresa de la noche «Nos invaden los rusos» con Quique y Raúl compartiendo espacio a los teclados, uno en el hammond y otro en el piano eléctrico.

Sin duda una gran noche en las dos horas que duró el show, en un recinto que debido a la competencia de la programación del pasado domingo, no llegó a llenarse (unas 800 localidades vendidas) pero que sin duda dejó un gran sabor de boca a todos los que pudimos disfrutar del viento sur del valle.

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