Me encantó Untzeta cuando se acercó como nunca al country y al blues yendo a su cuna al “Mississippi”. Me emocionó cuando gestó su particular “Nebraska” o “Comes A Time” totalmente en solitario en un emocionante “Seinaleak”. Siempre ha tenido esos ecos a los más grandes, Dylan, Springsteen, Ordorika, Young, Urdangarin, Murphy. Hace 4 años también lo bordó de manera más eléctrica con su “Eguzki Gorri Bat” firmado por Markos Untzeta & Esku Hotsik, con el que ya pasó merecidamente por nuestro medio. En ese buen disco, algo más eléctrico y rockero, ya le acompañaba con la fina y mágica guitarra el italiano Giovanny Zanon.
Ahora se nos presenta como un “Ekilibrista” de la vida, de la música y de los sentimientos. Porque de vida y de sentimientos está cargado este madurado disco que ha concebido con calma en estos duros y largos tiempos de pandemia. Moviéndose básicamente por territorios folk y country que son sus predilectos, aunque con cidertos toques pop-rock y con ecos a otros grandes músicos euskaldunes, especialmente a Ruper Ordorika. De hecho, Fernando Neira, su bajista en este disco, es integrante de los Mugalaris de Ruper y ha estado en bandas de blues de Hotsak como Stay Blues o Mojo Hand, además de acompañar al tristemente desparecido Rafa Berrio. En la batería el todoterreno Karlos Arancegui, también con Nando en Mojo Hand, además de Bide Ertzean, Quique González o Mikel Erentxun. Pero si hay un protagonista en este disco, además de la voz, la acústica y las canciones de Markos esa es la fina y versátil guitarra de Zanon. Un Zanon que proviene del rock progresivo pero que aquí fluye con naturalidad country, folk y blues.
El disco se abre con el pausado y relajante tema titular y nos acerca a Ruper o Mikel Urdangarin. Gran guitarra y armónica con aires folk ambas. Se nos muestra más pausado aún en ‘Zertan Geratu DaNire Babeslekua?’ que me ha trasladado al magnífico y reciente concierto de James Taylor. Suena más vivo y con aires country en ‘Aztarnak’, aunque el tema más country y cercano al Neil Young acústico es ‘Maskara’, aunque el ritmo trotón pausado de ‘Beti Dabil Zerbaiten Bila’ (estelares guitarras para viajar con ellas) también podía entrar en “Harvest”. ‘Beheko Solairua’ es una hermosa balada en la que brilla la guitarra con eco y aromas slide de Zanon y la cálida armónica de Markos. El italiano se sale durante todo el disco pero está especialmente fino en los punteos de ‘Izaki Isilen Bizilekua’. Además colabora en la hermosa música del cierre relajado y lento a lo Ry Cooder de ‘Iritsi Berria’. Más ecos en su guitarra y melancolía desbordándose a raudales. Puedes conseguir sus discos en www.hotsak.com y de paso te enterarás de un buen montón de publicaciones que harán de aquí a la Azoka de Durango. También en www.markosuntzeta.eus y así podrás saber cuándo serán sus conciertos que prometen sensaciones muy agradables y placenteras. Esta preciosidad de disco con 10 sencillas, pero muy emotivas canciones se pasa como en un suspiro.