Los fineses Sonata Arctica se presentaban el sábado 5 de noviembre en la sala Stage Live dentro de su gira estatal ‘Acoustic Adentures’. Un tour motivado por el lanzamiento de sus últimos dos discos ‘Acoustic Adentures’. Vol.1’ (21 enero de 2022) y ‘Acoustic Adentures. Vol. 2’ (30 de septiembre de 2022) donde repasan algunas canciones de su dilatada carrera discográfica en formato acústico e íntimo. Una nueva experiencia muy alejada de su característico estilo de Heavy Power Metal que tanta fama les ha dado desde sus prometedores inicios y que a día de hoy les has colocado, a base de grandes discos y mucho tesón, en primera línea. Siendo todo un referente a nivel internacional.
Un formato, el acústico, que cuajó estupendamente encima del escenario de la sala bilbaína y que fue correspondido por una considerable entrada de fieles seguidores que estuvieron muy atentos a todos los detalles que ofreció el combo liderado por Tony Kakko en las labores vocales. Junto a él y estratégicamente colocados a la izquierda del escenario se encontraban Elias Viljanen en la guitarra y Pasi Kauppinen en el bajo. A la derecha del escenario, y en fondo se posicionada Tomy Portimo en la batería y en la caja, y algo más adelantado estaba Henrik ‘Henkka’ Klingenberg en los teclados.
Antes del show de Sonata Arctica y como viene siendo costumbre en este tipo de eventos, había un hueco para los teloneros que para esta ocasión eran los suecos Eleine los elegidos. Se trata de una solvente banda de Dark Symphonic Metal, que comenzó su andadura en 2015 con su debut homónimo, y que se presentaban en Bilbao para ofrecernos siete cortes de los ocho que componen su último trabajo (en formato EP y también en acústico) ‘Acoustic in Hell’ (2022).
La vocalista Madeleine Liljestam era el centro de todas las miradas por todo el respetable, dejando en segundo plano a los también miembros fundadores, el guitarrista Rikard Ekberg y el baterista Jesper Sunnhagen. Y que junto a los músicos de sesión en vivo, el bajista Filip Stålberg y el guitarrista Victor Jonasson, ofrecieron un directo potente e intenso a pesar del formato en acústico ya que se manejaban por el escenario como si se tratase de un concierto de puro Dark Symphonic Metal. Cuajando todos ellos un enorme show que estuvo a la altura donde demostraron toda su artillería a través de las siete canciones que interpretaron durante todo su desarrollo.
Un concierto que comenzaron con la densa «Enemies» con la vocalista Madeleine animando al expectante público para después encarar la penetrante «Whisper My Child». En la que lograron meterse al respetable ya que en esta interpretación la voz gutural del guitarrista Rikard dejó a más de uno descolado. Ejecutaron la maravillosa «Memoriam» que contiene un estribillo eternamente melódico para después interpretar «Hell Moon». Un corte que contó con la colaboración nuevamente del guitarrista pero esta vez en tono más melódico y más participativo en la guitarra, y que junto con la soberbia labor vocal de la vocalista fue de lo más destacado de su directo.
La aplastante interpretación de «Ava Of Death» fue otro punto destacado de su show. Dejando para el final la rítmica y melosa «All Shall Burn» que sirvió para demostrar la grandeza labor vocal que posee Madeleine, al igual que el guitarrista Rikard, que intercambió voces melódicas con guturales. Para despedirse con la aguerrida y pesada «Death Incarnate». Dejando bien claro qué se presentaron para conseguir nuevos seguidores y que tras su sobrio show cumplieron con creces su misión donde además hubo momentos para hacer headbanging quedándoles de lujo.
Con rigurosa puntualidad, a las 21:00 horas, la banda liderada por Tony Kakko, comenzó con «The Rest Of The Sun Belongs To Me», un corte extra destinado al mercado nipón de su disco de 2003 ‘Winterheart’s Guild’. Para después adentrarse en uno de sus grandes himnos «I Have Right». Donde el público llevó en volandas a los finlandeses en esta segunda embestida. «Tonight I Dance Alone» fue la siguiente en sonar con un vocalista sublime en su interpretación. Seguidamente echaron la vista atrás a sus prometedores inicios para agasajar al público, ya totalmente entregado, con otros dos de sus himnos «Letter To Dana» y «Tallulah».
Cómo viene siendo costumbre en el desarrollo de los temas «As If The World Wasn’t Ending» y «A Little Less Understanding» el protagonismo se lo llevó el teclista Henrik ‘Henkka’ Klingenberg, quien realizó durante todo el concierto una labor descomunal. «For The Sake Of Revenge» y «Half A Marathon Man» fueron las siguientes en interpretar por los fineses totalmente concentrados, donde el vocalista nos contaba situaciones personales al inicio de ambas canciones que fueron sutilmente interpretadas, y que quizás en este momento el público esperaba de alguna manera revivir grandes clásicos de la banda. Y precisamente llegaron primero con «On The Faultline» y «Victoria’s Secret» para después desatar la pasión y la locura del público con «Fullmoon» y «Wolf & Raven». Quiénes corearon a pleno pulmón ambas canciones. Y donde nuevamente destacaron las interpretaciones del guitarrista Elias Viljanen, quién alternaba la guitarra acústica con el banjo, y del teclista Henrik ‘Henkka’ Klingenberg, que con sus teclados y hammond eléctrico, sobresalieron al igual que Tony Kakko con su soberbia labor vocal. Mientras que el bajista Pasi Kauppinen y el baterista Tomy Portimo se mostraban totalmente concentrados en sus respectivos instrumentos sonoros.
La parte más íntima y personal de todo el show llegó con el dueto del vocalista y teclista en «Shamandalie», quiénes coparon todas las miradas ante su sublime interpretación. Para finalizar por todo lo alto con la animada «Flag In The Ground» que contó nuevamente con el banjo a manos del guitarrista. Y en «Don’t Say A World» con Tony Kakko, ya puesto de pie en este último corte, que se atrevió a meter alguna voz gutural para después despedirse del público bilbaíno deseándonos, entre risas, unas felices fiestas navideñas y un feliz año nuevo.
Consiguiendo que durante la hora y veinte minutos que duró su atrevida apuesta por lo acústico cuajará de tal manera que dejó más que satisfechos al exigente público en la que destacaba la presencia de mucha juventud junto con veteranos asistentes a los conciertos de metal. En una Stage Live que registró una considerable entrada de público y que a día de hoy es todo un triunfo. Y que quizás gracias a la presencia de estas dos formaciones internacionales, la ocasión lo merecía ya que era una gran oportunidad de volver a presenciar un directo de los Sonata Arctica. Una de las bandas referencia de nuestra juventud y de la actualidad. Y de todo un descubrimiento como fueron Eleine. Que con su atrevida puesta de escena lograron atraer la mirada del público presente. Ejecutando entre ambas bandas dos grandes conciertos en formato acústico y muy diferentes entre sí mismos.