Fotografía principal: Jon Goikouria
Zorionak zuri, zorionak zuri, zorionak MAZ Basauri, zorionak beti. El pasado viernes y sábado se nos pasó cantar el zorionak en el Social Antzokia para felicitar al MAZ Basauri por su décimo aniversario. Una década organizando un festival para todos los públicos por el que han pasado infinidad de artistas haciendo las delicias de un respetable fiel a la cita. A por otros diez.
El viernes cantar el zorionak no…pero bailar…no paramos. No era para menos. Zahara era la cabeza de cartel de la primera jornada del MAZ y la artista nos tenía preparada una sesión de su #LAPUTARAVE. Una propuesta en el que sus canciones se revisten de electrónica que hace que su directo llegue a otro nivel distinto del que nos tenía acostumbrados. El interés máximo, prueba de ello es que se colgó el sold out.
Antes de Zahara, abrió la noche la banda bilbaína Full Cab. El grupo había sido el vencedor en la categoría principal de la novena edición del concurso de bandas y solistas Rockein. Parte del premio era tomar parte en uno de los concierto del MAZ 22 y no desaprovecharon la ocasión.
Durante 40 minutos, la banda formada por Liam MCDonnell (Voz), Mikel Puertas (Guitarra), Asier Astorkiza (Bajo) y Natxo Atxa (Batería), desplegó un repertorio de once canciones. Un sonido contundente a base de guitarras crudas y un bajo que cumple de manera notable.
No se complican y echan mano de una sencillez que no resta intensidad a los temas. Eso se llama ir al grano, sin rodeos. Entrando en el pantanoso mundo de las comparaciones o influencias, podemos señalar que, por momentos, nos venían a la mente bandas Ty Segall, The Strokes o IDLES, … De lo que no tenemos dudas es de Full Cab una banda para disfrutar en directo.
Zahara venía a presentar su #LAPUTARAVE. Hablamos del proyecto que la artista lleva varios meses presentando y en el que sus composiciones están impregnadas de un barniz electrónico. Esto hace que el recinto se convierta en una auténtica pista de baile en el que Zahara nos invita a sentirnos completamente libres. Y es que el baile es para la de Úbeda una forma de exorcizar sus demonios, de dejar atrás lo malo. El disco «Puta» significó una explosión dentro de la artista. Puso letra y música a unas vivencias duras que ella misma ha venido relatando. Este espectáculo es la forma que tiene Zahara de cerrar el círculo.
Fue un concierto de aproximadamente hora y media en el que sonaron doce temas. Quizás algo corto pero muy intenso. Un montaje muy cuidado en el que las luces juegan un papel fundamental. No se puede obviar la complejidad que tiene interpretar estos temas con toda esa envoltura electrónica de sintetizadores, bases rítmicas programadas, guitarras, y multitud de efectos. Sin duda, un trabajo duro de sincronización en el que la huella de Manuel Cabezalí y, sobre todo, Martí Perarnau queda patente. Mención especial también a las dos bailarinas,Olga Suarez y Paulina Coelho.
Zahara abrió con «Taylor«, un tema inspirado en la cantante estadounidense Taylor Swift y en la que tanto se ha inspirado. Un tema al que le queda de maravilla esta nueva estructura electrónica. Una canción en la que canta a la dependencia, a veces muy dura, del cariño. Siguió con una cover del tema «Wildest dreams» de la misma Taylor Swift. No será la única versión que sonó en el Social Antzokia. Pudimos disfrutar de una espectacular «Toxic» de Britney Spears.
Para este repertorio Zahara ha rescatado también temas de su discografía anterior como «El fango«, «El deshielo» y la muy coreada «Hoy la bestia cena en casa«. Las tres suenan potentes y bailables pero no pierden un gramo de intensidad y la letra no se difumina lo más mínimo. «Joker» también nos gustó y lo mismo sucedió con «Dolores» esa copla que habla de la libertad de una mujer en tiempos complicados. Una invocación a Rocío Jurado y Lola flores. Con «Merichane» y «Berlin U5» la fiesta se desata. Ya con el concierto finalizado Zahara y el público bailan los acordes de»Good ones» de Charli XCX. Un final insuperable.
Vimos a Zahara y #LAPUTARAVE en el BBK Live pero ni la hora ni el escenario eran los apropiados para un espectáculo repleto de intimidad, baile, luces y mucha personalidad. El viernes teníamos la sensación que en el Social Antzokia la casa iba a cambiar. Y vaya si o hizo. Zahara nos llevó a bailar sin parar bajo los contundentes ritmos electrónicos.