El cantaor atípico presenta su último disco, ‘Voces del extremo’, en el Festival de Jazz de Mánchester (Foto: Celia Macias)
De la poesía más flamenca al kraut-rock berlinés, Francisco Contreras (Elche, Alicante, 1985), alias Niño de Elche, bordea cualquier barrera y se salta todo pronóstico en sus creaciones. Cantaor atípico y comprometido, presenta su último trabajo, «Voces del extremo», en el marco del Festival de Jazz de Mánchester (sábado 30 de julio).
Dicho álbum, editado bajo licencia Creative Commons y por ende disponible para su descarga legal y gratuita, ha sido galardonado con el I Premio Ruido al mejor disco español del año 2015, otorgado por la APM (Periodistas Asociados Musicales). La asociación valoró “el arriesgado cruce de caminos estilísticos” recogido en este trabajo, que ahora presenta en Mánchester acompañado del guitarrista flamenco Raúl Cantizano y de Darío del Moral en el bajo y sintetizadores.
El disco también figura en las listas de lo mejor de 2015 a juicio de Rockdelux, Mondo Sonoro, El País o Radio 3, entre otros muchos. Producido por Daniel Alonso (Pony Bravo), en colaboración con Raúl Pérez y Darío del Moral, «Voces del extremo» se grabó y mezcló en Sevilla, y se masterizó en Berlín.
Niño de Elche hará gala de su flamenco “primitivista”, que define como aquel que se dirige “a la raíz de las cosas, a la actitud radical del ser, a desaprender, a eliminar todo añadido”, explica. “Mi devenir es el primitivismo como fuente de creación y de radicalidad, no como estética romántica o conservadora”, aclara.
Tras «Mis primeros llantos« (2007) y el disco dedicado al poeta Miguel Hernández (Sí, a Miguel Hernández, 2013), esta vez recita poesías de los autores contemporáneos Antonio Orihuela, Inma Luna, Bernardo Santos o Begoña Abad; todos ellos enmarcados en la denominada “poesía de la conciencia”. “Ser contemporáneo es no tener ningún prejuicio de demostrar de qué estamos hechos”, comentó en una reciente entrevista en Diario.es.
Su eclecticismo y carácter experimental rehúyen cualquier etiqueta musical. “Lo ‘loco’ es relacionarse desde las etiquetas –sostiene Contreras-; o desde formas de relación muy identitarias o academicistas, pues entiendo que venimos de otras formas de aprendizaje más espontáneas y anárquicas”, reflexiona. “Las relaciones artístico-humanas no son tanto lineales como moleculares”, apunta.
Asegura que su mayor fuente de inspiración es la literatura. De hecho, si no fuera cantaor, “sería escritor”, afirma. De otra parte, se decantó por la guitarra “en gran parte por Juan Habichuela”, según tuiteó recientemente. “Sus discos con Fosforito me marcaron”, añade.
Si tuviera que recetar alguna pieza musical contra estos tiempos deprimentes, recomendaría “cualquier disco que contenga la pieza 4’ 33” de John Cage –caracterizada por su silencio absoluto-, para que podamos escuchar al mundo y reflexionar sobre lo que está pasando”. En cuanto a los políticos, no les recomendaría ningún disco en particular, sino simplemente “el ejercicio de la escucha”. (Que no es poco…)
Su bolo en la ciudad británica encaja en una agenda repleta de conciertos por toda la península ibérica. Destaca por ejemplo su paso –arrasador- por el festival Sónar, con la propuesta colectiva Raverdial, junto al grupo Los Voluble. El próximo 11 de agosto engrosará el cartel de Sonorama Ribera burgalés. Voces extremas para tiempos extremos, sin duda.