Fotografía portada: SergioAlbert
Ayer vivimos el segundo día de un BBK LIVE que vivirá hoy sábado su última, y quizás más importante, jornada. Ayer el festival registró una importante afluencia de público. Quienes acudieron a Kobetamendi a primera hora tuvieron que aguantar la importante tormenta que descargó y que, no tenemos claro, quizás fuera la causa de los varios fallos de sonido que sucedieron en el escenario San Miguel y en el Nagusi.
Pero despejó y todo volvió a la normalidad en la que destacó la carismática y contagiosa Róisín Murphy. La irlandesa, líder del mítico grupo Moloko y ahora en solitario, deslumbró con un refrescante show lleno de cambios de vestuario, versiones de sus propios temas y guiños constantes a la música disco. «Overpowered» «The universe», «Coocool» o «Ramalama». Murphy tiene muchas tablas y aunque su actuación hubiese sido lo más en un horario más nocturno, nos regaló una poderosa e inteligente sesión de baile. Dosis de un funk elegante y hasta desquiciado en el que fue uno de los directos más divertidos e intensos del viernes.
Pero vamos por el principio. La jornada comenzó una vez más con los conciertos Bereziak. Ayer fueron Hidrogenesse, Los Fresones Rebeldes, Ciutat, Saramalacara o 31FAM los que llevaron sus diferentes ritmos a la ciudad. En cuanto al recinto de Kobetamendi cabe destacar que fue la banda getxotarra Dadabe la encargada de abrir los conciertos. Nosotros nos decimos por empezar el viernes con la banda Rüdiger. Un proyecto encabezado por Félix Buff, batería de la banda de Baiona, Willis Drummond, y en el que le acompañan grandes músicos como es el caso del navarro Joseba Irazoki. Ofrecieron un breve repertorio en el que disfrutamos del folk americano y de algunas dosis de psicodelia. Se enfrentaron en la recta final a un fallo de sonido que empañó un poco su actuación. Aún así, pudimos comprobar que el sonido de Rüdiger vive de la memoria pero, a la vez, es atemporal como para sonar actual.
Es inevitable. El BBK LIVE tiene que abrirse a un nuevo público que cada vez en mayor número acuden a disfrutar de ritmos más urbanos. Ayer vimos una parte de la actuación de Duki. El trapero argentino se ha convertido en ídolo de masas dentro de la denominada «Generación Z». Ayer se apoderó del escenario principal con un directo que tuvo guiños al rock e incluso al reggae. Hizo sudar, gritar y saltar a los asistentes que no pararon de corear temas como «Rockstar», «Tumbando el Club Remix» o «Si Te Sentís Sola». Algo que nos gustó fue el hecho de que en lugar de meter una mayoría de sonidos enlatados se acompaña de una banda con bajista, batería, guitarra y teclados. Todo lo contrario que Albany. Estuvimos viendo la primera parte de la actuación de otra de las referencias principales de la música urbana estatal. Ayer llevó al escenario Nagusi sus ritmos y su voz autotuneada. Un estilo en el que hay mucha mezcla y que, no tenemos claro, hasta que punto puede ser considerado trap. Ayer quizás no tuvo el día y se la vio un tanto desganada. Todo lo contrario que el Dj que la acompaña. También pudo el influir el fallo de sonido que sufrió. Podemos ser raros pero hay a quien no gustó el hecho de que incluyese grabada la voz de C. Tangana.
Uno de los mejores conciertos del día de ayer fue el de Morgan. La banda encabezada por la increíble voz de Nina no defraudó. La banda madrileña siempre disfruta en el escenario y si encima son buenos en lo suyo … ¡el resultado estado garantizado! Con Morgan siempre lo está. Las actuaciones en los festivales siempre obligan a un set list limitado. Por ello, nos regalaron algunos de sus mejores temas como «Sargento de hierro», «Marry you», «Thank you», «Alone» o «The river and stone». Se nos quedó corto.
Hubo hueco para ritmos más exóticos en el escenario Txiki. Allí vimos la actuación de la banda Tinariwen. El grupo tuareg desplegó su hipnótica música del desierto en un concierto tendente a los estados de trance. Sonaron canciones que, lejos de buscar la típica estructura de un lenguaje del estribillo pop o rock, van encaminadas a crear una atmósfera. Respecto a las letras poco podemos señalar ya que estaban. suponemos, en lengua Tuareg. Resultó ser una propuesta diferentes que siempre es bienvenida.
Cerramos el resumen del viernes con Pavement en el que ha sido el único concierto de la banda en España. Los californianos, formados en 1990, desplegó sus característicos sonidos indie rock de los 90s; guitarras distorsionadas, ritmos enérgicos, que junto a la voz del inconfundible Stephen Malkmus. Una actuación de algo mas de una hora fue suficiente para escuchar esas composiciones que les llevaron a convertirse en una banda de culto.
No faltaron «Grounded», «In the mouth a desert», «Trigger cut» o «Silence kid». Estos sonaron al principio algo que hizo que parte del público se fuese. La cosa cambió con clásicos como «Cut your hair», «Father to a sister of thought», «Unfair» y «Gold soundz». Se despidieron sin bises pero regalándonos un viaje nostálgico y emocionante. Un regreso a los 90 que nos ha recordado a todos por qué Pavement sigue siendo la una de las bandas referencia de la música alternativa.
