En contadas ocasiones se llega a confeccionar un evento tan peculiar compuesto por tres bandas tan diferentes entre sí y en sus estilos musicales. Esa situación se llegó a vivir el viernes 8 de septiembre en la Groove de Portugalete. Donde los debutantes DeBuk interpretaron las seis canciones que componen su debut ‘Genesis‘ junto con otros tres cortes más. Los experimentados Huracan Rose hicieron lo propio con doce canciones repartidas entre sus cuatro trabajos ya publicados ‘Canciones bélicas para días de paz‘ (2017), ‘Rara Avis‘ (2019), ‘5.04‘ (2020) y ‘Ascendente Vertical‘ (2022). Mientras que los últimos en subirse al escenario, Kuartz, se marcaron ellos dos solos, guitarra y voz y batería, un concierto de lo más particular, sónico y visual. Dejando a todos los asistentes más que satisfechos. Consiguiendo de esta manera unir tres estilos diferentes en uno solo. El grunge de los DeBuk, el rocknroll macarra y acelerado de los Huracan Rose y el stoner y post rock de los Kuartz. Y tres idiomas en uno solo, inglés, castellano y euskera, respectivamente.
Los verdaderos protagonistas de la velada en la Groove fueron DeBuk, que se presentaban ante la sociedad en un primer concierto donde supieron demostrar su atrevida propuesta, con un regreso al estilo grunge, que tanto se habló y se disfrutó en su explosión en los noventa. Una banda formada por Dani en la voz, Jon en la guitarra, Aitor en el bajo y Luis en la batería, que ejecutaron los nueve cortes a nivel óptimo en un desarrollo donde las influencias a los Pearl Jam quedaron más que evidentes. Junto con algunas incursiones a Soundgarden y Alice In Chains. Tres de las bandas internacionales que más éxito tuvieron en la época dorada del grunge.
De los seis cortes que componen su debut añadieron «December», «T.o.o.l» y «Shapes». En un directo donde todas las canciones o la mayoría de ellas están compuestas bajo el mismo patrón musical. Lastrando de alguna manera que los allí presentes, su concierto fuel el más numeroso en cuanto a público, se integrarán con ellos. A pesar de su implicación por agradar, sobre todo del vocalista que ofreció su mejor versión, al igual que el guitarrista que era el que giraba todo el peso y protagonismo, con un baterista que se dejó el alma junto con un bajista algo más estático pero enormemente concentrado en su labor, lo consiguieron a medias.
Una banda que ofreció su primer directo y del que seguramente irán limando detalles para ofrecer un próximo concierto más compacto y definido. Logrando todo ellos, que a pesar que el grunge a día de hoy se encuentra en desuso, hacernos recordar que dicho estilo también puede tener cabida en el actual panorama musical.
Tras la renovación de los instrumentos en el escenario, y tras una media estampida por una parte del público, que dejó a los Huracan Rose, algo deshubicados pero con las mismas ganas de arrasar la Groove. Un gesto por parte del público desafortunado ya que por el mismo precio, unos irrisorios cinco euros, tenían el derecho de ver tres directos, y que se demostró que solo iban a ver a los debutantes. Un feo gesto por parte de casi todos ellos, y según cómo se mire, daría cabida para un amplio debate, y que ahora no es el momento de profundizar.
Poco hay que decir del atronador directo que destilan los Huracan Rose donde el vocalista Alme, es un torbellino o mejor dicho, un huracán encima del escenario, además de ser un gran frontman. Consiguiendo atraer todas las miradas hacia él. Con el guitarrista Jon metido de lleno en sus eléctricos acordes y solos, y que junto a Raúl, componen su parte más aguerrida. Quedando en la parte rítmica el bajista y corista Alda y el atronador baterista Iker. Consiguiendo todos ellos ser los verdaderos protagonistas de todo el evento.
En un electrizante show donde pisaron el acelerador hasta el final. De principio a fin, y en mitad del subidón de adrenalina, hubo tiempo hasta para contar dos chistes, muy malos por cierto … Consiguiendo crear una atmósfera de lo más amigable, penetrante y enérgica.
Comenzaron su aplastante show con dos cortes de su último disco como fueron «Febrero» y «Dulce y Oxidado». Entre medias de estos dos latigazos sonoros colaron el potente corte que da nombre a la banda. Para después interpretar «Brujas y Diablos», «Fuegos artificiales» y «La última noche». Seis potentes canciones que nos dejaron totalmente noqueados, pudiendo comprobar la complicidad que atesoran estos cinco músicos. Su explosivo directo iba sobre ruedas, hasta el punto de tener al vocalista integrado entre el púbico en un tramo determinado de su show. «Detrás de ti», «Vértigo» y «Manual de emergencias» fueron las siguientes en sonar.
Para después despedirse con otro triplete sonoro. Siendo las elegidas «Caja de truenos», «Días de gloria» y por último y cierre «Océanos» Consiguiendo de esta manera que Huracan Rose son todo un acierto y una apuesta segura en vivo. En un enérgico directo donde la monotonía no entra en sus planes y sí la electricidad, la implicación y el desparrame.
Y por último, era el turno para el dúo de Bastida, Kuartz, que en su enriquecedora propuesta de stoner y post rock, y ante un escenario netamente oscuro e iluminado solamente por cuatro focos, nos sumergieron sin darnos cuenta, en su enrevesado terreno sonoro a base de una eléctrica guitarra por parte de Ibes Mongabure, quién hacía también las labores vocales, junto con una atronadora batería gestada por Oihan Delavigne.
En la Groove, y ante un reducido de personas, nos presentaron sus dos únicos discos, su homónimo lanzado en 2018 y su ‘II’ publicado en 2020. En un concierto del que no obtuvimos su setlist pero donde se pudo comprobar que su singular directo merece la pena verlo al menos una vez en nuestra vida apasionada por el rock y sus diferentes estilos. Un dúo que con solo mirarse a los ojos se decían todo para ofrecer un ecléctico show, y quizás difícil de encajar a la primera de cambio. Pero según iban pasando los minutos iniciales nos sumergimos de lleno en sus extrañas composiciones musicales.
Finalizando de esta manera y con tres conciertos de tres formaciones muy diferentes entre sí, nuestro primer evento después de las tradicionales vacaciones de verano. Y dejando bien claro que también con tres bandas que cantan en tres idiomas diferentes entre sí, también hay cabida para disfrutar de todas ellas en un mismo escenario.
