Ya el año pasado por noviembre la estupenda cantante y show-woman que es Nikki Hill nos trajo las canciones, entonces recién estrenadas de su estupendo último disco, “Heavy Hearts, Hard Fists” (Deep Fryed Records). Ahora nos las vuelta a traer mucho más rodadas y con más poso. Sus conciertos siempre traen sorpresas y son algo muy especial y lo volveremos a comprobar con 3 citas en Euskadi, una de ellas que nunca puede faltar como es el 8 de noviembre en el Antzokia (www.kafeantzokia.eus).
Mujer, voz, canciones y disco llaman poderosamente la atención desde la humeante y preciosa portada. Volvemos a insistir en que lo que hace Nikki tiene que ver con el soul, pero mucho más aún con el genuino y vetusto rhythm & blues y con el rock’n’roll. Además ella y su poderosa banda, encabezada por su marido, el guitarrista Matt Hill, le añaden un actual y furioso toque garage-punk que hace que sus actuaciones sean más potentes aún y más cercanas al puro rock’n’roll.
Solo contiene 2 versiones el nuevo disco y comienza de manera realmente espectacular con el melódico tema que lo titula que sí se acerca al soul. Pronto en ‘Oh my’ ya sale su demonio interior y también el exterior. A la Nikki le gusta lucir camisetas de bandas queridas como AC/DC o Motörhead en sus conciertos. Aquí ella suena a r’n’r al estilo de Chuck Berry, pero también con algo de su admirado Otis Redding. El primer single y videoclip fue ‘Struttin’’ y fue una elección muy lógica. Tira también por el lado del soul más rockero, ese que une a Vano Morrison con Etta James u Otis Redding, otra vez. Será una gozada en vivo ‘And I wonder’, un espectral y precioso tema lento con crujientes guitarras r’n’r. Cuando colabora en el disco el piano de Matt Farrell nos acordamos incluso de una agresiva formación como la Jim Jones Revue. Algo que también podemos decir de otros momento calientes del disco como ‘(Let me tell you ‘bout) Luv’ o ‘Scrath back’ y su demoledor ritmo. Con temas como ‘Hotshot’ comprobamos que lo de las camisetas de AC/DC o Motörhead no es por dar el pego. Los punteos de Matt y el tono general se acercan al hard rock y al southern rock que da gusto.
Hemos dejado el tema de las versiones para el final porque es en su material propio donde brilla más. No obstante son sendas gozadas el tema de Eddie Taylor, ‘I’m gonna love you’. Se la llevan más cerca del viejo rhythm and blues y Matt se saca un riff de la manga realmente explosivo. Luego el cierre es para el popular y muy bailable ‘Twistin’ the night away’ de uno de sus ídolos, el gran Sam Cooke. Comienza soul pero luego se suelta la melena y la hace sonar más rock’n’roll que twist. Esto, por supuesto, aumenta aún más en directo. Disco y directos que te recomendamos sin dudar y de los que puedes informarte más en www.bloodymary.biz. Seguro que nos da también su habitual dosis del viejo cascarrabias, Chuck Berry. ¡No te los pierdas en esta ocasión porque si los has visto ya el pasado año repetirás seguro!