Quaoar: “Me daría rabia cambiar la música que hacemos para tirar para arriba”

Quaoar: “Me daría rabia cambiar la música que hacemos para tirar para arriba”

Quaoar es una de las mejores bandas de rock en Bizkaia. Ganadores de los 3 certámenes musicales más importantes de la provincia, el Villa de Bilbao (2012), el Pop-Rock de Barakaldo (2011) y el Pop-Rock de Leioa (2011). Sus trabajos no han parado de recibir alabanzas por parte de los medios especializados, consiguiendo entrar en varios rankings de los mejores discos del año. Quedamos con Iñigo (Voz) y Josu (Guitarra) para que nos cuenten cosas sobre la actualidad de la banda.

Hace ya casi 2 años que publicasteis vuestro último trabajo ‘Dreamers. Dreaming’. ¿Qué balance hacéis en este tiempo que ha transcurrido?

I: Si no me equivoco 2015 ha sido el año en el que más conciertos hemos dado. Han sido conciertos buenos, importantes todos, y estamos contentos en ese sentido. Hemos dado un salto en la calidad de los conciertos, donde quiera que toquemos es porque alguien nos ha pedido que vayamos, y la respuesta siempre es buena. Se venden muchos CDs. Estamos muy contentos. Cada vez es más sostenible en ese aspecto el grupo. En 2016 hemos estado algo más parados, pero porque ya estamos pensando en el siguiente. Pero 2015 ha sido genial y el disco se ha recibido muy bien.

J: El disco salió en un montón de rankings entre los mejores discos del 2015. A la gente le gustó mucho, aunque siempre hay gente que le gustó más el anterior, es normal, como cuando a mí me gusta más el anterior disco de tal banda. Para mí es el mejor disco que tenemos. Es el que más me emociona. De hecho, es el único que escucho de la banda. El único que escucho disfrutándolo. Hay gente que lo considera uno de sus discos más importantes. Tenemos hasta una amiga que se ha tatuado una frase del disco. Ha habido gente a la que le han calado los temas y estamos muy contentos con eso. Podría habernos ido mejor, podría habernos fichado una discográfica, pero bueno, seguiremos intentándolo. A ver si con el siguiente ocurre eso y tenemos un poco más de apoyo a nivel de distribución. Pero bueno, ha sido un salto cualitativo, sin duda.

Sois una de las bandas de Bizkaia más alabadas por la crítica. Como ya habéis mencionado, vuestro último disco estuvo en un montón de listas entre los mejores del año 2015. ¿Qué sentís cuando veis vuestros discos en ese tipo de listas?

I: Yo tengo sensaciones agridulces con esto, porque odio los rankings, odio los concursos, quiero decir, todo me parece mal y bien a la vez, porque si estás ahí significa que molas, ¿no?, pero siempre hay un disco que ves por encima que dices: ¡pero venga hombre! (Risas). Luego hay otros que ves y dices, ‘¡De puta madre!’ De hecho yo he descubierto un montón de discos viendo los rankings esos. Estar en los rankings siempre es agradable, las palabras que nos dedican son la polla, casi prefiero leerme lo que dicen y olvidarme del ranking. La verdad es que es un orgullo que cada vez webs más importantes, las de siempre se siguen acordando de nosotros, pero de vez en cuando que también salgas en las grandes es muy satisfactorio y da más repercusión a lo que haces.

Vuestros directos también han tenido muy buenas críticas. Con estas críticas tan positivas, ¿No teméis ser quizás recordados como una banda de culto que no llegó a despuntar?

J: Sí, lo comentamos muchas veces. Algún día lo dejaremos y será como: ‘Os acordáis de aquella banda que hubo, que buenos eran’.

I: Si todo va normal eso es lo que va a ocurrir.

J: Si eso es lo que va a ocurrir, probablemente. Un grupo de culto que lo acaba dejando con el tiempo y que se quedó ahí. Tenemos que tener mucha suerte para salir de donde estamos. Una vez que llegas a cierto lugar en la escena local, el siguiente paso es mucho más difícil. Salir a una escena nacional o internacional es complicadísimo. Así que, sí, sí tenemos esa especie de miedo.

¿Por qué creéis que los promotores, las discográficas, etc. No confían en vosotros teniendo esa cantidad de críticas favorables?

I: Yo he desarrollado una teoría que cada vez se va afianzando más en mi interior. La teoría es que no te rayes porque un productor no se fie de ti o no te dé una oportunidad, lo que pasa es que te falta el contacto para que él te haga caso. Conozco a un montón de grupos buenos que no están en el top. Conozco a un montón de grupos malos que están en el top. No conozco a ningún manager bueno que no tenga todos sus grupos en el top. Consigue una persona, un contacto, o algo que te lleve a esa gente y llegarás, es casi secundario lo que hagas. Se ve día a día en los festivales. He escrito a infinitas compañías y les he mandado discos a Estados Unidos, y a todas partes, y ni puto caso. Me han contestado las más pequeñas a veces y no positivamente. ‘No estamos buscando bandas en este momento’. Siempre igual. No hay manera.

J: Si, es algo así el rollo. Yo también pienso que puede haber un componente de que no estamos afincados en ningún estilo concreto. Nosotros no nos vamos a encontrar nunca que nuestra música este de moda, porque para los heavys no somos muy heavys, para los puramente rockeros somos demasiado metaleros, para la gente que escucha post-rock somos demasiado heavys. Demasiada floritura y demasiada historia. Entonces estamos en un punto que no casamos con ninguna corriente concreta. Y creo que eso nos puede dificultar un poco el rollo. Esa es la sensación que tengo.

¿Alguna discográfica se ha querido aprovechar de vosotros en algún momento?

J: Si, ha habido un par del estilo, ‘Vamos a sacarte el disco, paganos 1500 pavos, 2000…’. Esa es la forma en la que funcionan algunas discográficas. Lo único que hacen es sacarte el disco de fábrica y darte un mínimo de promoción. Lo que hacen con ese dinero es aupar a las bandas grandes, y conseguir pagarles toda su promoción. Muchas discográficas medianas tienen dos bandas grandes y luego como quince bandas de las que nunca has oído hablar. Esas quince bandas están manteniendo a las de arriba. Porque esas quince, y tenemos colegas que lo han tenido que hacer, pagan 1500 € o 2000€ por entrar a una discográfica que no les ha hecho ni puto caso. Entonces en ese aspecto si han intentado aprovecharse de nosotros. Una discográfica tiene que apostar, no te puede pedir el dinero. Al final muchas veces hay que pasar por el aro, pero a priori para mí eso es intentar aprovecharse. Así que, sí, de alguna manera lo han intentado, pero hemos dicho que no.

I: Pero hemos estado a punto de caer al abismo varias veces.

J: En timos, en managers dudosos, en managers mafiosos timadores, por suerte ahora hemos dado con Dabid e Inés de Hontza Produkzioak que es la peña más profesional con la que hemos trabajado, con las cosas súper claras, sin vender la moto en nada, haciendo todo lo que pueden hacer y más, pero siempre desde una perspectiva real. Intentando que las cosas sean lo mejor posible para la banda, que las condiciones sean buenas, que saques dinero, mirando por tú bien, por tu economía, por el avance del grupo… son una gente muy profesional.

Una de las características que tenéis en vuestra música es que componéis canciones con estructuras un tanto complejas y arriesgadas. ¿Creéis que si cambiaseis vuestro estilo a algo más “comercial”, menos progresivo, tendríais más oportunidades en la industria musical actual?

I: Llevo un año de mala hostia, entonces voy a intentar moderarme un poco. Bien, creo que efectivamente tenemos estructuras difíciles, pero también creo que tenemos canciones muy accesibles, de hecho cuando sacamos el primer single de este disco ‘Tough Guy’ hubo gente que pensó que nos habíamos pasado al stoner. ‘¡Se han pasado al stoner!’ y nosotros riéndonos en casa. (Risas). Total, que en un disco de 10 canciones metemos 3 o 4 que tienen estructuras más o menos normales, incluso alguna canción que podría catalogarse de pop-rock, y una de 2 minutos y medio que es como folky-experimental. No creo que si cambiáramos nuestras estructuras eso fuese una razón para que alguien nos fichara. Yo creo que simplemente le tenemos que entrar por el ojo a alguien y ya está. Aunque si cambiásemos e hiciéramos algo más en ese rollo, pues igual sí que habría algo más de posibilidades, no lo sé. Me daría rabia porque lo que hacemos está de puta madre, y me toca los cojones tener que cambiar la música que hacemos para tirar para arriba.

Preferimos sonar mejor y tocar menos

Algo que me sorprende es que desde la publicación de vuestro último disco, hace 22 meses, solo habéis dado 29 conciertos. ¿Es vuestro trabajo, fuera de la banda, el que quizás os está lastrando a la hora de dar conciertos?

J: No, aceptamos los conciertos que consideramos que son buenos, y no salen tantos. Porque esto no es la panacea. Si diésemos todos los conciertos que nos salen, evidentemente daríamos más, pero tenemos una edad y exigimos unos mínimos.

I: Exigimos unos mínimos porque consideramos que para que la banda suene y el público vea lo que tiene que ver necesitamos unas mínimas condiciones porque si no es contraproducente para nosotros. Antes tocábamos en todos los lados. Hemos tocado en bares, en gaztetxes, en todo tipo de salas, hasta en la calle, pero eso ya pasó. Entonces estamos intentando dar un salto, así que por aquí cerca tocamos en sitios medianamente buenos. Cuando salimos fuera sí que es cierto que no te puedes permitir tantos alquileres y arriesgas un poco más, pero siempre con un mínimo. No es porque nos creamos semidioses, aquí hay grupazos como Last Fair Deal, Hightlights o Landslide que pueden tocar en cualquier lado, porque el estilo de música se lo permite. Y ole sus huevos, y más fácil lo tienen, pero nosotros hemos llegado a la conclusión de que preferimos sonar mejor y tocar menos.

¿Alguno de vosotros alguna vez ha dejado algún trabajo para dedicarse exclusivamente a la música?

I: Yo. De hecho, yo soy ingeniero informático, 5 años de carrera, curré 5 años en una empresa conocida ahora mismo porque está implicada supuestamente en la trama de corrupción del PP. Pero no era para mí el mundo empresarial, así que lo dejé y me puse a estudiar música a bloque.

Las letras de vuestras canciones parecen estar muy trabajadas. ¿Les dais muchas vueltas hasta tenerlas definidas u os salen más o menos de forma natural?

I: Me muero haciendo las letras. Es un trabajo asqueroso, asquerosamente gratificante después, pero cuando estás haciéndolas es horrible porque te sientas y estas una hora cantando y re-cantando lo que tienes y metiéndote un poco en el estado de ánimo de la canción, porque la verdad es que hay algunas que son jodidamente tristes o de hundimiento personal y no es fácil meterse ahí. Al final estás una hora solo para meterte en ese estado de ánimo, luego empiezas a darle vueltas a las frases. El inglés no es mi idioma materno, entonces le doy un montón de vueltas a cada una de las frases, es muy difícil, pero sí, me como la cabeza muchísimo, me encanta leer letras de grupos. De hecho, tengo la teoría de que el 90% de los grupos que me gustan tienen unas letras acojonantes. Siempre pasa eso. Tool, por ejemplo, es un grupo que me flipan sus letras, Pain of Salvation también, Pink Floyd… todos esos grupos son increíbles. Me esfuerzo muchísimo en las letras y me encanta.

Sois una banda con perspectiva internacional que canta en inglés, y yo por ejemplo no sé valorar si una pronunciación es buena o mala en inglés. ¿Habéis tenido alguna crítica sobre este aspecto?

I: La crítica me la hago yo mismo. Hemos tenido críticas positivas en cuanto a eso, pero por ejemplo en el primer disco ‘Man’t’, yo en aquella época era un poco punky, entonces me pasaba por el forro algunas cosas. Esto lo pronuncio como me da la gana a mí. En  ‘The river & the soul’ intente hacerlo bien, alguna cosilla me chirria, 3 o 4 palabras. Y en ‘Dreamers. Dreaming’ creo que está todo de puta madre, porque me preocupe muy mucho. De hecho, grabé alguna palabra mal y la regrabé.

A día de hoy ganar un concurso es casi la única manera de conseguir dinero de las instituciones

Ganasteis los concursos musicales más importantes de Bizkaia, la sección metal de Leioa, el extinto Pop-Rock de Barakaldo y el Villa de Bilbao también en su sección metal. ¿Cómo valoráis el paso por esos concursos? ¿Os han servido para algo?

J: En su día fueron un gran paso, económico sobre todo porque un grupo al final tiene que grabar un disco, tiene que sacar merchan, videoclips… y todo eso cuesta un pastizal. Ganar esos concursos nos ha permitido no arruinarnos para hacer todo eso. Tanto por eso como por el apoyo que hemos recibido. Por ejemplo, a partir del Villa, Raúl de Bilborock y más gente nos han apoyado mucho. Fuimos al Azkena también gracias al Villa, la gente de Bilborock nos llevaron a Francia a tocar con Freak Kitchen. Cogieron bastante compromiso con la banda, no nos dejaron abandonados una vez que acabó el concurso. Y luego ganar el Leioa, que fue el primer concurso, también nos dio  a parte de la pasta, el apoyo del ayuntamiento, el espaldarazo definitivo, porque Iñigo no quería presentarse a ningún concurso, siempre ha sido muy anti-concursos, que es normal por otra parte. La música no está para decir si esto es mejor o esto es peor, etc. Aquí todos somos pobres, si tienes una jodida oportunidad de tocar en un lugar que te conozca más gente y que te puedan dar dinero las instituciones, que a día de hoy ganar un concurso es casi la única manera de conseguir dinero de las instituciones, pues bienvenido sea. Y en Barakaldo tuvimos muy buen rollo con el concejal de cultura que nos apoyó un montón y nos tuvo en cuenta para varias historias.

"Dreamers, Dreaming" de Quaoar
«Dreamers, Dreaming», de Quaoar, ha sido reconocido por los principales medios especializados

En la presentación de ‘Dreamers, Dreaming’ con un Antzoki abarrotado hicisteis historia siendo la primera banda que presenta un disco sin tenerlo físicamente. Nos podéis contar, ¿Qué sucedió?

I: Mandamos fabricar el disco con tiempo a una ‘empresa’ que hace esas cosas, y cuando nos llegó el disco a casa, cuando quitabas el CD, debajo había un tipo con perilla. La foto de un tío con perilla. Se habían confundido. Se los tiramos para atrás y les dijimos: ‘Estamos en casi el tiempo límite, necesitamos que los hagáis’. Teníamos como una semana de margen o algo así…

J: ‘Aunque sea hacernos la mitad de las copias, 200 copias para dentro de una semana, ponernos los primeros de la cola, ¿no?

I: Y su respuesta fue no, que como mucho nos iban a dar ellos el papelito que se pone debajo de los CDs. Entonces teníamos que abrir nosotros los CDs, quitar la bandeja, quitar la imagen mala, meter la buena y venderle a la gente un CD ya abierto y usado. Aquello era increíble, muy poco profesional, entonces dijimos que no y nos metieron otra vez a la cola de producción, pero es decir, la habían jiñado ellos y no nos pusieron los primeros, nos pusieron a la cola.

J: Se supone que cuando una empresa falla en darte un servicio o un producto toman las medidas necesarias para arreglarlo lo antes posible, pero en este caso no. Fue como, ‘Lo sentimos, pero no vamos a hacer nada especial por arreglarlo’.

I: Eso nos hizo perder bastante pasta. Y liarnos la cabeza para que la gente pudiese escucharlo antes del concierto, tuvimos que hacer links especiales para que la gente se pudiera bajar el CD, la gente que ya lo había pagado.

J: Tú te comprometes con un montón de fans que han pagado ya, y de repente tienes que mandarles el mail de: ‘Lo sentimos pero no vais a tener vuestro disco hasta x’. Eso es una putada para nosotros y para la peña que ha pagado por ello, pero no podíamos hacer otra cosa. Preferimos no tener nada que tener una cosa que no fuese en óptimas condiciones.

I: Y para acabar diré que esta susodicha empresa encima nos llamó niñatos por quejarnos que les había pasado lo mismo con un grupo tocho y que ellos no se habían quejado. Y yo diciéndoles, ‘ya pero es que el grupo tocho, al mes siguiente tiene otro concierto tocho y vende los mismos discos. Yo soy un grupo de aquí y este es el día en el que voy a vender la hostia de discos y es en el que me apetece tenerlos’.

J: Luego para transcribir esto vas a estar mil años, pero nos llegaron a amenazar que si decíamos el nombre de la empresa hundirían nuestra carrera de alguna manera. Que tenían muchos contactos que si decíamos el nombre, cuidado.

En diciembre del año pasado disteis un concierto tributo a Pearl Jam y a la escena grunge de Seattle que fue un éxito. ¿Os veríais en un futuro creando una banda tributo?

I: No, realmente no. Me apetecería la hostia hacer una banda tributo a Queen. Yo haciendo de Freddie, sin este constipado.

J: No, dudo mucho que hagamos eso. Probablemente a mí me gustaría repetir ese concierto, y hacer cosas de ese estilo. Pero que hagamos una banda tributo con esta formación y nos dediquemos a ello, no, no lo creo.

Ahora que he mencionado las bandas tributo, ¿Qué opinión os merecen?

J: Está súper de moda decir que bandas tributo no. A mí me la pela. Que la gente haga lo que quiera. Me parecen genial las bandas tributo. Si al final no ven a las bandas originales y la gente va a pagar por las tributo es una putada porque al final todo es una copia de una copia, pero aquí todos somos músicos. Todos estamos jodidos, y la peña se saca las castañas del fuego como puede. La gente dice, ‘Crea tú. Ten creatividad’. La mayoría de gente que tiene una banda tributo, tiene una banda propia y crea sus propios temas, pero probablemente no saque un puto pavo de ellas. ¿Has metido horas con tu instrumento? ¿Puedes sacar dinero de alguna manera con él? ¡Hazlo!. Yo probablemente no iré a ver bandas tributo, pero hay una polémica de la hostia y aquí somos todos pobres. También hay opiniones de que las bandas tributo quitan espacio a las bandas reales, no lo creo en absoluto. Hay gente que busca cosas nuevas, gente que busca lo de siempre, hay hueco para todos. Yo no creo en ningún momento que ninguna banda este eclipsada porque hay bandas tributo, me parece un rollo llorica, una rabieta. Quizás tengamos la culpa todos los demás de no crear algo lo suficientemente bueno, yo que sé.

I: Si el ayuntamiento no llama a una banda tributo, va a llamar a Leticia Sabater, a Cañita Brava, o a Melendi, pues prefiero una banda tributo que me mole que a esos pantuflas.

Algo que siempre he alabado de vosotros como banda es la unión que tenéis entre vosotros. Lleváis 10 años prácticamente los mismos miembros en la banda. ¿Cuál es vuestro secreto para manteneros durante tanto tiempo unidos? ¿No tenéis roces a la hora de componer?

I: La verdad es que yo soy un poco ‘hijoputa’ en el local. En realidad que sigamos juntos se debe a, entre muchas cosas, que tenemos paciencia y que no nos picamos con facilidad.

J: Al final siempre tira uno más. Iñigo es el que lleva más temas, pero yo creo que no nos tomamos mal cuando alguien dice, ‘No me gusta lo que has traído’. No nos lo tomamos de forma personal. Iñigo trae muchas cosas, y de vez en cuando algo no nos gusta, pues es lo que hay, con esas mierdas no nos solemos picar.

I: A veces hago la táctica de esperar unos meses y volver a traerla, y entonces sí les gusta. Eso me ha pasado con ‘Absolutely’, con ‘My Anger Runs’. Me ha pasado con unos temazos de la hostia. Los vuelven a ver y dicen: ‘¿Por qué no me gustaba esto?’. ‘Ya ¿verdad?, sois imbéciles’ (Risas).

¿Estáis preparando nuevo disco?

I: Si. Nosotros componemos despacio y el disco no llegará este año. Bueno… ni este año, ni el que viene. Pero quién sabe. Finales de 2017 como pronto. Y claro queremos seguir dándole a este disco. Ya tenemos algún concierto programado que no está anunciado y claro, siempre quieres tocar en festivales. Ya sabes en verano es época de festivales y el resto es época de salas. Queremos entrar en los festivales, en los tochos.

Perseguimos a los festivales como si no hubiera un mañana, pero es muy difícil

He leído que os estáis poniendo como reto componer canciones con menor duración. ¿Es un paso a intentar sonar más comerciales?

J: No sé dónde habrás leído eso. No me acuerdo si lo hemos dicho. A mí personalmente me gustan más las canciones cortas que antes. Con 20 años escuchaba Opeth, Tool y Porcupine Tree, y no concebía componer canciones cortas. Ahora escucho otras cosas, muy poco metal de hecho, muy poco progresivo, y me gustan las canciones cortas. Pero no creo que nunca nos propongamos como un reto hacer algo corto. Aun así, adelanto que alguno de los temas nuevos que estamos componiendo, que ha traído Iñigo, son igual de largos que siempre. (Risas)

I: De hecho, el otro día tocamos uno entero por primera vez, mítico que dejas de grabar, y hay expectación de cuánto dura… la gente mirándote en plan… y ¡9 minutos y medio!. Y todos con las manos a la cabeza otra vez. (Risas)

J: El más entusiasta de los temas cortos es Bjorn que siempre cuando estamos haciendo un tema, llevamos dándole 4 minutos y dice ‘pero ya está, ¿no?’. Y no,  viene el que haya compuesto el tema, ‘No, no, luego pasa por aquí por un puente (que no tiene nada que ver) y luego acabamos el tema’. Y Bjorn se hecha las manos a la cabeza en plan, ‘¡Otra vez!’ [Risas]

Siempre habéis tenido un lado más acústico, ¿es probable que lo veamos más en el próximo disco?

J: De hecho, surgió la idea en su día de hacer algo acústico. Empezamos a trabajar en ello, pero somos unos huevones y al final no hicimos nada. [Risas] Pero sí, ahí están las ideas.

I: El resultado es que hay tres o cuatro temas que por lo menos empezaban siendo acústicos y probablemente acaben metiéndose en el nuevo disco.

J: Bueno, no sabemos si estarán en el disco, pero sí que tenemos más ideas acústicas ahora, la verdad.

Habéis grabado en los Beards Studios todos vuestros trabajos. ¿Volveréis a grabar con ellos este próximo álbum?

J: Sí. Hombre, no se lo he preguntado al resto, pero yo creo que sí.

I: Lo más seguro es que sí, pero para ser exactos, las baterías del último disco las grabamos en Tío Pete.

J: La verdad es que estamos súper cómodos grabado en los Beards. Nos conocen perfectamente. Simplemente es la gente con la que estamos a gusto grabando, nos entienden muy bien, sacan lo mejor de nosotros, tienen paciencia, tienen una dedicación absoluta y un talento enorme. Son peña que quiere que tu disco esté tan bien tanto como tú lo quieres o más. No es un rollo de voy a cobrar mis horas y ya está. No es un rollo empresarial. Esta peña se compromete a un nivel como si fuese un músico más. Entonces por eso grabamos con ellos. También masterizamos el disco con Estanis Elorza de Doctor Master y fue un puto placer, es un tío que tiene una intuición brutal, nos echamos unas buenas mofas. Yo creo que el tío dio un color al disco que era lo que necesitábamos.

¿Qué intenciones tenéis para los próximos meses?

I: Local, componer, hacer que las cosas suenen, y que salga algún concierto. Ya he dicho que tenemos un par apalabrados, pero perseguimos a los festivales como si no hubiera un mañana, pero es muy difícil. Azkena, Resurrection, Be Prog, en todos quieres tocar y en todos echas fichas. Al final no saldrá ninguno  o quizás uno, no voy a decir 2 porque es imposible, pero quién sabe. El objetivo está en componer un montón, tocar en salas durante el año y en festivales en verano. Ahí tenemos puesto el ojo.

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