¡Aquí sí que vale bien eso de «la espera ha valido la pena«. Por dos razones fundamentales. La primera y más importante es porque este disco, bonito hasta en su título, es una gozada de principio a fin y que no debiera pasar jamás desapercibido por ningún seguidor de la música pop y en especial de esos locos enamorados del enérgico y siempre juvenil power-pop. La segunda es porque la espera ha sido una de las más largas que hemos tenido que soportar jamás. 23 años son los que han pasado desde que sorprendiera con un disco con vitola de leyenda como «Sandbox«.
A principios de los 90 se dio a conocer con unos singles de pop luminoso y fresco. En el 93 llegó su único LP hasta la fecha, «Sandbox», y la leyenda comenzó. En lugar de lanzarse bajo su propio nombre se tomó la música como un hobby y realizó maquetas imposibles de encontrar y tocó junto a sus colegas The Octopus Frontier. También acompañó en repetidas giras y ocasiones a un amigo de la calidad y el prestigio de Jon Dee Graham. Hace 4 años sorprendió al editar un EP con 4 golosinas como «Free Range«. Ha girado un par de veces por aquí con una banda llamada The Spanglish Settlement que incluye a su amigo y siempre fiel Patrick Hawley y a los más cercanos Juan Ferrari y Pepe Bermejo.
De hecho, su nuevo disco no podía contar en la producción y en las ayudas instrumentales con otro que no fuera el batería Patrick Hawley, sobre todo conocido por su trabajo en los más populares Pansy Division, aunque también ha estado con Adam Schmitt o los Prisonshake. Un par de pirados así y haciendo está música no podían tener mejor hogar aquí que el más especial de los sellos de Euskadi, Hanky Panky Records. No es el primer caso de recuperación milagrosa que han dado a conocer. Ahí tienes nombres muy especiales en la historia del pop como Colin Hare, Mabel Joy, Andrew Sandoval, John Howard, Cosecha Roja, Killigrew, Kevin Junior, Pete Dello o Band Of Outsiders que debieras conocer y puedes hacerlo si te pasas por su web. También verás nombres locales de la calidad y la veteranía de Santiago Delgado o de Lee Perk (The Fakeband, Tulsa y mil aventuras más).
Pero ahora es el momento de conocer como se merece a Erik Voeks. El caso es que durante varios meses del presente año ha dado a conocer varios singles digitales que encantarán a esos seguidores de la saga Honeybus, a los de los australianos Paul Kelly, Hoodoo Gurus o The Go-Betweens. También, cómo no, a fans de Matthew Sweet o Wreckless Eric. Todos ellos están reunidos en este prodigioso «So The Wind Won’t Blow It All Away» (Hanky Panky Records). Además ha unido dos temas especiales para la ocasión. Es normal que tenga la bendición de una de las firmas más reputadas de Ruta 66 como es Eduardo Ranedo, todo un descubridor de los mejores secretos del pop, para el que estas canciones suponen casi algo tan grande o incluso mejor que ese mencionado «Sandbox».
Canciones como ese maravilloso arranque con enérgico y guitarrero power-pop en la estela de Paul Collins o Matthew Sweet que es ‘GML2C’. Luego sigue un melódico y hermoso jangle pop hasta en su título y estribillo, ‘She loved her jangle pop’, en la que además tenemos una guitarra de 12 cuerdas que es puro The Byrds. Las buenas melodías aparecen y se adhieren pronto a ti. Bien en la romántica ‘Being in love with you’ con su precioso inicio acústico o bien en otros momentos como ‘Grey rain town’, en la que destacan también los magníficos coros de Cameron Hawk. En esta última o en otro tema de fantástico estribillo como ‘Tired of feelin’ alone’, tenemos además unos arreglos de viento que recuerdan un poco al primer Joe Jackson y que seguro que encanta a fans de Steven Munar o sus The Tea Servants. Por cierto que acaban de reeditar ahora en vinilo un magnífico “Higher” (Flor Y Nata Records) que también tiene más puntos de contacto con Voeks. La gema íntima y acústica a lo Big Star y Alex Chilton es ‘Mondrian’ aunque tenemos otros excelsos momentos lentos como ‘Reasons’ en los que la guitarra eléctrica aporta también sus buenos solos. Acaba de manera misteriosa con nuevas guitarras preciosas y buenos juegos vocales en la extensa ‘Ending of the ending’. Un final precioso y original para un disco que esperemos tenga continuidad.
Esperemos, y deseemos ya también, que Iñaki, capo de Hanky Panky, nos los traiga también pronto a defender estas atemporales y preciosas canciones al Colegio de Abogados como ha hecho con otros de los estupendos artistas que componen su selecto sello.