Ya te hablamos de la singularidad y originalidad de este especial trabajo cuando, en nuestra reseña de Delorean, nos hicimos eco de otras novedades de ELKAR para la Azoka. Pero tras varias detenidas y sorprendidas escuchas más hemos querido destripar un poco más la magia de un pedazo disco como es “Bas(h)oan” que no es, evidentemente, para todos los públicos.
Algo lógico con la muy especial voz e ideas de Beñat Achiary al frente y con la más personal guitarra de Joseba Irazoki que usa, sobre todo, en los discos firmados con su propio nombre. Bueno su locura controlada al tocar también se palpa en muchos momentos al tocar en Atom Rhumba o con Nacho Vegas, pero en solitario enloquece aún más y se acerca a las locuras con las 6 cuerdas de Tom Verlaine y sus Television, a quienes suele versionar en directo, incluso. También es lógico al adaptar temas e inspirarse en el músico norteamericano Robbie Basho que falleció hace más de 30 años dejando un muy particular folk y blues experimental que aquí se torna más arriesgado aún.
Comienzan con su alcohólica ‘Wine song’ y con los aires tribales de ‘Omaha Tribal Prayer’. También aporta temas Beñat, muy bien ayudado por las magníficas letras de la escritora Itxaro Borda. Así en ‘Isabatik Mauleraino’ se marcan su ‘Sister Ray’ particular con locura total y distorsión guitarrera salvaje a cargo de Irazoki. Un Irazoki que también aporta temas como ‘Basoan I’ o ‘Basoan II’. En la primera se marca una introducción que es puro Tom Verlaine pero recrudecido. Lo bordan también con la tradicional ‘Maitiak Bilhua Holli’ con voces de locura y Joseba brillando hasta con la kora. Acaban también con aromas a folk más tradicional en un ‘Wounded Knee Oihua’ también firmado por Achiary y Borda. Buenas colaboraciones con los teclados de Mikel Azpiroz (Elkano Browning Cream) y el bajo de Jules Rosseau. También gran art-work y libreto en un fantástico diseño a cargo del artista Ramón Zabalegi. Puedes conseguirlo en www.elkarargitaletxea.eus al igual que sus otras novedades de Rafa Rueda, Delorean o Beñat Igerabide. ¡Muy buenos discos para acabar un buen año en ELKAR!