Fotografía portada: OscarLTejeda.
Por encima de las bandas programadas para la jornada inaugural de ayer jueves, lo importante fue sin duda, el regreso del Bilbao BBK Live. Ayer Kobetamendi volvió a convertirse, tras el parón obligado, en ese espacio en el que se dan cita quienes quieren disfrutar de la música en un entorno diferente como el que ofrece Bilbao. Y eso debe ser el titular.
En cuanto a la música se refiere hay de todo un poco. Hay quienes salieron encantados pero también quienes se esperaban más de una jornada en la que destacaban LCD Sound System, Placebo y Moderat. De estos cabezas de cartel anunciados para la primera de las tres citas en el recinto de Kobetamendi nosotros podemos hablar de Placebo. Siendo fieles a nuestro estilo nos inclinamos, en algunos casos, por artistas anunciados en un tamaño de letra menor: Ginebras, Coach Party, Zahara, los mencionados Placebo y Nacho Vegas.
La edición número 15 del festival bilbaíno comenzó, en su escenario principal, con Ginebras. El cuarteto madrileño hace bailar y sus letras son sencillas pero muy pegadizas. Hace ya algunos años que se han convertido en un fenómeno en lo que a música y diversión se refiere. Su música y actitud, energía y buen rollo. Razones suficientes para entender como ha crecido esta banda. Si a eso le añadimos que necesitamos evadirnos y divertirnos con la música…
«Metro Madrid informa», «La ciudad huele a sudor», «Chico pum» y, la versión que hacen del tema «Con altura» de Rosalía, fueron algunas de las canciones que sonaron en la escasa hora que estuvieron sobre el Nagusi. Sin duda, merecido el premio de actuar en el escenario grande del recinto y hacerlo además, ante numeroso público a pesar de la hora y el sol que pegaba por momentos.
El primero de los escenario que se encuentran quienes acuden al recinto es el de Firestone. El más pequeño de todos pero por el que, en anteriores ediciones, han desfilado bandas de renombre como Carolina Durante. Ayer nos acercamos para ver la propuesta del grupo británico Coach Party y la verdad que, lo que vimos, nos gustó. Un cuarteto joven con tres EP en el mercado ( «Party food» (2020), «After party» (2021) y «Nothing is real» (2022) ) y algunos singles con los que ya ha dejado señal de sus intenciones en esto de la música.
Ayer fueron contundentes aunque el sonido no fue el mejor. Sonaron temas como «Everybody hates me», «»Nothing is real», «Shit tv», «I´m Sad» o «Really ok on my own». Todas bajo un estilo indie rock de ambiente retro con melodías fuertes y enérgicas. No seria de extrañar que si vuelven al BBK Live lo hagan a un escenario más grande. Al tiempo.
De allí volvimos al escenario Nagusi para ver a Zahara. Sin duda alguna, la artista de Úbeda se ha convertido en una de las artistas referentes en el panorama estatal. Su propuesta es atrevida y su calidad indiscutible. De hecho, ayer reunió a numeroso público que bailó al ritmo que marcaba la artista.
Loras lo peor de la pandemia con publicó «Puta», un trabajo en el que la andaluza se abre a corazón abierto. Tanto que fueron algunas las polémicas que se crearon alrededor de la artista. Ayer trató esa propuesta a Kobetamendi y lo hizo en una versión totalmente electrónica de sus canciones, algo que gustó y disgusto por partes iguales.
Reconocimos la voz del periodista Carles Francino a través de la megafonía anunciando «el fin del mundo». No cundió el pánico y la gente espero la aparición en el sencillo escenario de Martí Perarnau IV y Manuel Cabezalí. Junto a Zahara aparecieron dos bailarinas (no me quede´con los nombres). Y empezó la rave.
Como hemos mencionado todos los temas estaban adaptados a un sonido electrónico basado en programaciones. Gustaron en «Taylor», «Joker», «Marichane» o en «U5». Sin embargo, no nos convencieron en temas clásicos como «El deshielo», «Hoy la bestia cena en casa» o en «Crash». Pudo gustar o no pero la propuesta de Zahara es atrevida y valiente. De eso no cabe duda.
El concierto de Placebo no resultó todo lo contundente que se esperaba. La razón principal fue que la banda británica centró su repertorio en su último trabajo «Never let me go» (2022). Un trabajo que, en opinión de algunos seguidores, carece de la garra de sus anteriores álbumes. En concierto ofrecido sobre el escenario San Miguel se basó en un set list en el que se echaron en falta algunos de sus mejores hits. Tiene cierta lógica el que una banda quiera destacar sus nuevas canciones y, por ello, no incluya temas que eclipsen a estos. La duda me surge si un festival es el lugar apropiado para presentar nuevas canciones o si, por le contrario, es momento ideal para descargar lo mejor de una banda.
Brian Molko nos sorprendió con un look diferente (pelo largo y bigote). Desde las cámaras, que no tenían señal nítida, nos recordaba a Martin Capsula. Bajo un sonido impecable y un juego de luces muy atractivo la banda interpretó temas como «Forever chemicals», «Beautiful James», «Happy birthday in the sky», «Sourrounded by spies», «Sad white reggae», «Try better next time» y «Went missing». Todas de su mencionado último disco. Intercalaron entre las anteriores temas anteriores como «Scene of the crime», «Bionic», «One of a kind» y la muy coreada «Too many friends».
Terminaron con un público venido arriba gracias a temazos como «For what it’s worth», «Slave to the wage», «The bistre end», «Infra-red» o el cover de Kate Bush «Running up that hill (a deal with god)», publicado por la banda en 2003. Un buen final para un concierto en el que queríamos más.
El concierto con el que queríamos cerrar la primera jornada era el de Nacho Vegas en el escenario Txiki. Hubo quien se extrañaba de que fuéramos a ver el concierto del asturiano en lugar de LCD Sound System pero teníamos nuestra razones. La primera que, este que escribe es un incondicional del bardo astuto, la segunda, que para esta ocasión Vegas recaló a la guitarra a un músico local de la categoría de Álvaro Segovia (Cavaliere, Atom Rumba,León Benavente, Rubia, Cristina Rosevinge). No podíamos faltar.
El artista de Gijón llegó con su último trabajo «Mundos inmóviles derrumbándose» y acompañado de una banda de lujo (con Manu Molina, Joseba Irazoki, Hans Laguna, Ferrán Resines y el citado Álvaro Segovia (que sustituyó a Juliane Heinemann). Además, para la ocasión, estuvieron en el escenario el Coro antifascista Al Altu la Lleva. Una hora de concierto con una puesta en escena y un sonido bueno.
Abrió con «El mundo entorno a tí», un tema de su último trabajo. Sonaron también «La ciudad más triste», «El don de la ternura», también de su disco nuevo, «Lo que comen las brujas» y la preciosa y novedosa «Ramón In». Gustaron también «Cómo hacer crac» y «Big crunch» otra de las nuevas. Tras presentaciones y agradecimientos sonaron «Y te vi llorar» y «El hombre que casi conoció a Michi Panero». La primera extraída del que fabuloso disco junto a Bunbury, «El tiempo de las cerezas» y, la segunda, com la que cerró, un tema indispensable en los directos de Nacho Vegas.
Como siempre, no defraudó el asturiano, quien se decidió por un repertorio que hizo las delicias de un público incondicional.