El grandísimo vocalista de soul, blues, gospel y rhythm & blues, Bobby Bland, es a menudo conocido como Bobby “Blue” Bland. La tristeza y melancolía que desprenden muchas de sus más enternecedoras baladas casi se puede tocar en ocasiones. Tiene voz, canciones y discos para ser considerado entre los más grandes junto a Sam Cooke, Otis Redding, Ray Charles o Jackie Wilson, por citar algunos monstruos. No fue un gran compositor (tampoco lo era Elvis) pero sí uno de los que supo llevar clásicos del blues, del soul o del góspel a otra dimensión propia y particular. Hace poco pudimos conocer parte de su grandeza gracias a este gran sello en la recuperación de valores clásicos que es Hoodoo Records. Fue con el magnífico “Little Boy Blue” a nombre de Bobby “Blue” Bland.
Ahora nos llega este todavía superior “Here’s The Man!!! Dynamic Bobby Bland” (Hoodoo Records / Distrijazz) firmado solo como Bobby Bland. La idea es muy buena pues tenemos completo uno de sus más legendarios discos, el “Here’s The Man” de 1962. Pero además nos añaden un total de 10 bonus tracks sin desperdicio alguno. En el disco original podrás gozar con el sensacional arranque con ’36-22-36’ en la que su voz ruge ya muy bien resaltada por la poderosa sección de viento y el sensacional piano de Teddy Reynolds. Está también el clásico rock’n’soul con salvaje estribillo y fieras guitarras de ‘Turn on your love light’. No faltan esos desgarradores lentos sol como ‘Blues in the night’ o ‘Who will the next fool be?’ con su fantástico solo de saxo y el sutil piano. Otra joyita es ‘Ain’t that loving you’ de nuevo con los vientos remarcando sus sensuales y poderosos gritos. Se acercaba al jazz en ‘Twistin’ up the road’ y finalizaba con su clásica y sensacional revisión del ‘Stormy Monday blues’ de T-Bone Walker.
Entre los extras la preciosidad romántica ‘That’s why’ casi con coros a lo Dion. De King Bee nos vuelve a entregar su desgarradora balada ‘How does a cheatin’ woman feel’ y te engancha con la melodía de ‘Call on me’ y se acerca al góspel, mezclado con rock’n’roll en la final ‘Yield not to temptation’. Además de esas joyas propias también sus fantásticas revisiones del ‘Someday’ de Green, el ‘Blue moon’ de Rodgers y Hart, o el ‘Jelly Jelly Jelly’ de Eckstine. ¡La única pega de este disco es que no es doble como la mayoría de los otros y se queda en tan “solo” 21 temazos!
Como es habitual en Hoodoo Records, tenemos la suerte de contar con los completísimos libretos de 16 páginas con extensos textos del experto Gary Blailock, a los que hay que sumar raras fotos, memorabilia vintage y completísimos créditos. Si te pasas por www.hoodoo-records.com y por www.distrijazz.com comprobarás que hay centenares de cuidados discos similares e igual de imprescindibles.
Por ejemplo, ahora acaban de publicar un gran disco de 30 temas de Roger Miller, nombre básico de la música country y todos sus derivados. Todo un pionero de los sonidos honky tonk y cercano en muchas ocasiones al más genuino rock’n’roll. “Hitch-Hiker, 1957-1962 Honky-Tonk Recordings” nos trae todo lo mejor de ese período más fructífero de su obra. Acompañado por docenas de grandes músicos entre los que destacan los guitarristas Chet Atkins, Sonny Burnett, Hank Garland o Johnny Paycheck. También tenemos a pianistas como Hargus Robbins o Floyd Cramer, violinistas como Shorty Lavender o Tommy Jackson y un montón de fantásticos vocalistas de acompañamiento como las Anita Kerr Singers. No falta su legendario dueto con Justin Tubb, ‘Mine is a lonely life’. Todas sus propias joyas y su revisión del tradicional y pegadizo ‘Footprints in the snow’. Además de su lento y con partes narradas, ‘Hitch-Hiker’, tenemos caras B maestras como una ‘Jason Fleming’ muy r’n’r. Y muchas caras A, claro. Tales como ‘A man like me’ o la inicial, pegadiza y muy rock’n’roll ‘Trouble on the turnpike’ con sus fantásticas guitarras eléctricas. No extraña que en la revista No Depression lo comparen con el mismísimo Hank Williams. ‘Sweet Ramona’ te enamora con su ritmo country-vals y ‘Who shot Sam’ de nuevo te traslada a los momentos primigenios del rock’n’roll. Fantásticos temas lentos como ‘When two worlds collide’ o ‘The wrong kind of girl’. Pero en ese aspecto se lleva la palma la estremecedora balada ‘I catch myself crying’ que suena como el mismísimo Elvis. Lacrimógena pero preciosa. ¡Vaya compositor y cantante!
Totalmente recomendable y significativo de lo que fue la carrera de Woody Guthrie es el doble compacto con 51 temas y dos horas y cuarto “I Saw A Sign – 1940 – 1947 Recordings”. Sobre él, nos dice el maestro Dylan: “Mi vida nunca ha sido la misma desde la primera vez que escuché a Woody Guthrie en un tocadiscos en Minneapolis. Cuando le escuché esa primera vez fue como una explosión de una bomba de un millón de megatones”. Lo mejor es que ese impacto no se reduce si vuelves a hacerlo 75 años después porque aquí estaba la más pura esencia de toda la música tradicional americana. El amplio y seleccionado repaso comienza con dos clásicos tradicionales popularizados por él como ‘Pretty Boy Floyd’ y ‘This land is your land’. Creó escuela también con esos temas narrados como ‘Talking dust Bowl blues’ que luego copiaría Bob Dylan y que tan bien lleva a sus propias historias nuestro Iñigo Coppel. La genial ‘Tom Joad’ que inspiraría a Bruce Springsteen está en dos partes. Y también borda estribillos repetitivos como el de ‘Dust old dust’ o el de ‘Columbus Stockade’, uno de los varios duetos guapos junto a Cisco Houston. En ‘Cumberland gap’ se les suma ambos Sonny Terry con la armónica. Era un activista y un adelantado a su tiempo y por eso cantaba ya a los refugiados como en ‘Dust Bowl refugees’. Es otra preciosidad ‘The golden vanity’ junto a las gargantas de The Almanac Singers, entre los que se encuentra el mismísimo Pete Seeger. Junto a Cisco Houston y Sonny Terry, de nuevo, canta también a su ciudad en ‘New York town’. ¡Sus canciones, su postura ante la vida y su espíritu luchador debiera impartirse en nuestras escuelas!
Ya estoy deseando saber que clásicos más nos traen para esta Navidad o para comienzos del próximo año porque este material de Hoodoo Records y Soul Jam Records que nos traen desde Distrijazz es realmente una gozada.