Texto: Joseba Aizpurua.
Es curioso como en este nuestro pueblo, tan dado a hacer festivales de folk, blues, jazz y demás. Se olvida sistemáticamente de una buena parte de la oferta música actual. La idea parece preconcebida, creo que no es de recibo, discriminar a una parte de su población, que generalmente suele ser la más joven (no siempre y como muestra un servidor), por el hecho de escuchar o hacer cierta música
Es curioso que un grupo de Getxo, que triunfan a nivel nacional, que son capaces, como hace unos días, de llenar una sala de 950 personas en Valladolid, y con 10 años a sus espaldas, y esta sea solamente la segunda vez que tocan en su pueblo.
Es curioso, como unas fiestas de un pequeño barrio de Getxo se afanan en traer lo que no trae su ayuntamiento con un presupuesto 50 veces menor.
Existen honrosas excepciones, como puede ser, la comisión de fiestas de Romo, la de la humedad, y como puede ser también la asociación Stereosonic, con su festival de bandas de Getxo, y poco más. El resto parece mirar a otro lado, cierta clase de música parece molestar. Se trae lo que políticamente está correcto, olvidándose lo local.
Esta genial que se monten historias para que yo pueda ir con mi hija a un concierto. Pero ella, debería tener el mismo derecho a disfrutar una oferta musical donde le apetezca estar con sus amistades y no con su padre.
Acabada ya la arenga, describo por encima las dos noches.
El viernes noche pudimos ver a «Hexen», banda joven femenina, con un punk inglés sencillo, donde las ganas que da la juventud, suplen todo. Incluso si te escayolan el brazo, tu, tocas hoy el bajo con brazo escayolado.
No me va el rock en inglés, pero lo que me encanta es poder comprobar que las chicas vienen dando fuerte, que hay cantera, y que tienen que decir algo en un mundo donde por desgracia no se las ve mucho.
Para acabar la noche, «Hijos de tu iglesia» banda tributo a «La polla record». Técnicamente perfectos, sonaban musicalmente mucho mejor que “La Polla». Pero es difícil, yo diría imposible, el suplir a alguien con la personalidad del Evaristo encima de un escenario. Pero sonar suenan, ¿divertir? Como enanos nos lo pasamos, hasta me metí en medio de un pogo 15 años después
El sábado llego, el día D y salían la gente de la boca del metro preguntando que por donde estaba el parque de Iturgitxi. Llenazo y con día de perros. A los pobres que cubrían turno en la txozna les dieron bien.
Abriendo boca, «kuenta atrás». Grupo con mucho oficio, rock urbano, que en canciones me recordaban a Platero, tanto me lo recordaban que al final se despidieron con un famoso riff de esa banda (Jajaja). Mezclando temas propios, con versiones («Rebeldes, Beach Boys»).Llevaban dos años de parón y no se notó para nada. Además contaron con la ayuda de tres coristas, reforzando así los temas menos cañeros, dando mayor importancia a lo melódico. Buena opción para una noche de concierto.
Al empezar a preparar el escenario para el «Reno» ya se veía que lo que allí se iba subir, estaba más cerca de un macro festival que de unas fiestas de barrio. Ventiladores, cámaras Gopro, se tapan las pantallas con los anagramas de la banda, y se coloca una barbacoa encendida, lista para preparar una «Meriendacena con Satán». Endiablado concierto, rápido, espectacular, cuyo hilo conductor es el humor de sus comentarios y canciones
No paran ni un momento. Sus melodías son seguidas por una multitud, atenta a las siempre irónicas palabras de Jevo cuando acaba sus canciones. Risas y más risas y todo acompañado de un sonido compacto que suena al unísono, que te hace botar a la vez que no puedes quitar la risa de tu cara.
Puro espectáculo…
Y todo el agradecimiento del mundo a Hezetasun auzoko jaiak Algorta. Os lo habéis currado.