La gran ovación que recibe al bueno de Johnny Cifuentes presagia una noche de rock n’ roll terapéutico, del que corre rápido por tus venas, del que fluye ardiente cual whisky arrollador. La banda madrileña y universal Burning ha llenado el Kafe Antzokia de feligreses y de estampado de leopardo.
Con su inconfundible deje chulesco pero bonachón, Johnny Burning arranca con ‘Las chicas del Drugstore’, que adquiere un ritmo casi frenético gracias a los bongos de Nico Roca.
Seguimos entrando en calor con ‘Bestia azul’, que nos invita a divertirnos. “Tú llevas una pistola, yo sé cómo funciona…”. Pertenece a su último álbum de estudio Pura Sangre (2013), si obviamos el directo Vivo y salvaje (2015), grabado en el Palacio de los Deportes de Madrid con motivo de su 40 aniversario. Ciertamente, tras cuatro décadas recorriendo la senda del rock canalla y genuino -con todas sus consecuencias y vicisitudes-, Burning está en una indiscutible buena forma. Y las caderas de todos los presentes están por la labor. Tanto que alguno cae de bruces contra el suelo en el tercer tema, el clásico de siempre ‘Jim Dinamita’, desplegando un lecho de cristales rotos por toda la pista que nos acompañará durante todo el concierto (¡casi dos horas de rock n’ roll ininterrumpidas, por cierto!).
‘Baila mientras puedas’ parece más que oportuna para la ocasión. El líder afable agita a las masas, cada vez más desatadas. Gafas de sol –no del todo prescindibles, dados los fogonazos de luz que iluminarán toda la estancia, delatando a los gatos pardos-, vaqueros y más camisetas de los Rolling que de los Burning. Cerveza, cubatas y sudor a raudales.
Le sigue ‘Jack Gasolina’ a un fuego ya fuera de control. ‘Tú te lo llevas todo’ añade más madera stoniana. El tema es del citado Pura Sangre, pero el público fiel corea el estribillo como si fuera un clásico más: “¡Tú te lo llevas todo y luego te vaaas!”.
Johnny Burning nos sosiega un poco con la country ‘Águilas’, no sin antes mencionar a un amigo ruso suyo -no entiendo muy bien mi letra, disculpen las molestias- y piropear el Botxo. “¡Cómo está Bilbao! ¡Vaya ciudad más bonita tenéis!”. El rock meloso prosigue con la indispensable ‘¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?’, himno de toda chica fatal y/o con problemas. Se entiende que la chica en cuestión aún no ha encontrado respuesta a semejante pregunta existencial, pese a provocaciones como “Este no es tu sitio”.
‘Weekend’ despejará toda duda. Permisos (¿penitenciarios?) de fin de semana, chavalas en la barra del bar, chupas de cuero, susurros afilados, noches épicas, conquistas efímeras, sospechosos habituales… ¡Esto es Burning, señoras y señores!
“¡Rock n’ roll, baby!”, grita un espectador entregado a la causa. La auténtica salud, claro que sí. Soberbio duelo de guitarras entre Nico Álvarez y Edu Pinilla. Johnny “se sube por la pared” en ‘Todo a cien’, como no podía ser de otra manera.
Dejar atrás la vida social, sin nada de estrés, un par de palmos por encima del bien y del mal, ¿quién no se vendría arriba? Por si fuera poco, el interludio a la percusión con Kacho Casal y Nico Roca termina por desquiciarnos a todos y ponernos a cien.
‘Corre conmigo’, que da nombre a la gira actual, vierte algo de azúcar para apaciguar tanta adrenalina, al igual que la sentida ‘Como un huracán’. “Éramos los dos un huracán, pero aquello terminó y no sé por qué razón…”. Cual ave Fénix, Johnny y sus camaradas resurgen de las cenizas y arden irreverentes en ‘I’m burning’. Bongos que avecinan tormenta y un Johnny Burning exultante al piano, que entre susurros fulminantes y un inglés de Carabanchel, nos dice que esta noche no habrá tregua.
Y no la habrá: artillería pesada con la vitalista y socarrona ‘Esto es un atraco’; la versión ye-yé del ‘Great Big Kiss’ de los New York Dolls, ‘Es especial’; ‘Ginebra seca’, con su guiño ‘Jumping Jack Flash’ incluido; y la guinda final ‘Mueve tus caderas’. “¡Sois la hostia!”, nos agasaja Johnny, instantes antes de rociarnos con el tradicional cava.
El único bis es apoteósico. La balada ‘Pura sangre’ encoge el corazón hasta al más tibio. “Tengo que estar a gusto para poder tocar esta canción”, nos avanza el cantante, quien nos hablará de peajes crueles, corazones salvajes y bailes con la aurora boreal. “Hacéis que me sienta de puta madre. ¡Los Burning volveremos siempre!”, asegura. El único superviviente de la formación original vuelve a agradecer el apoyo del público durante estas cuatro décadas de rock n’ roll: “Habéis estado en los buenos y malos momentos”.
Tras la nada modesta ‘No es extraño que tú estés loca por mí’, “¡Un poquito más de rock n’ roll!!” anuncia ‘Nena’, un disparo certero y gamberro para una noche de rock de barrio con mucha clase (obrera). Se despiden con la dulce ‘Una noche sin ti’, una oda más al amor -al romántico y carnal-, a los Stones, al viejo blues.
La gira ‘Corre conmigo 2017’ pervertirá y sembrará el caos por 15 ciudades. Entre bolo y bolo, Johnny Burning asegura encontrar tiempo para componer algunas canciones que darán forma a un nuevo (y esperado) disco. Burning es una institución que por desgracia no cuenta con el tratamiento de Satánicas majestades que tienen sus “padres” los Rolling Stones. Pese a todo, son muchas correrías ya a sus espaldas: ¡Corre, Burning, corre!