¡Cuando se trata de hacer blues de mediados del siglo pasado no hace falta sonido digital ni una clean cut! Con una cruda verdaderamente “Rough Cut” ya vale y si los temas y los intérpretes son buenos y lo llevan dentro, los resultados también son buenos. ¡Excelentes, pudiéramos decir, incluso! Y claro, entre las últimas incorporaciones de esta década al sello mas legendario del blues de la actualidad (Alligator Records desde Chicago, ¡cómo no!, y con la distribución aquí de Discmedi desde que tenemos recuerdo) está la del destacado cantante, armónica y compositor Curtis Salgado. Se estrenó en 2012 con otro título tan verdadero con “Soul Shot” porque era un verdadero disparo más cercano al soul en la mayoría de temas que al más clásico blues. Claro que, para entonces, Curtis ya era un veterano cantante y armonicista que había rulado con la Robert Cray Band o en los míticos Roomful Of Blues. También había ya tocado y cantado con Santana, Steve Miller o Albert Collins y había empezado mucho tiempo atrás en esto impulsado por el empuje que le produjo ver a John Belushi al frente de los Blues Brothers en “Granujas a Todo Ritmo”. En dicho disco ya se atrevía con Bobby Womack, George Clinton, Otis Redding p Johnny Guitar Watson. En otros temas su sonido y su voz se acercaban a John Hiatt, Bill Withers, The Holmes Brothers, The Neville Brothers o Smokey Robinson. Repitió resultados y magia hace 3 años con un “The Beautiful Lowdown” algo más cercano al blues en varios momentos. El gran guitarrista, Alan Hager, leva tocando esporádicamente y gozando en extensas jams con Curtis desde hace tres lustro y es miembro fijo de su banda desde hace un trienio. Sus aportaciones han ido a más en la banda y por eso este disco viene firmado, con lógica, a nombre de los dos.. Y es que también aporta composiciones y se ha implicado en la producción y en la elección de los temas a versionar.
No están solos pues cuentan con invitados de lujo. Hasta tres baterías y un percusionista meten sus ritmos en el disco. Además Keith Brush aporta su bajo en varios temas. Pero las estrellas, en este aspecto, son el piano de Jim Pugh en el buen tema de Curtis, ‘One night only’ y la espléndida voz de Larhonda Steele haciendo un gran dueto en ese gran tradicional que es ‘Morning train’ que suena relamente emocionante. Antes abren solos con puro, suave y profundo blues en un ‘I will not surrender’ compuesto al unísono. Le meten más ritmo, pero también acústico a ‘So near to nowhere’ con exquisitas pinceladas por parte de Curtis con la armónica. En el capítulo de versiones comienzan a liarla con el ‘I can’t be satisfied’ de Muddy Waters muy bien acompañados por una rítmica sección de ritmo, valga la redundancia. La armónica de Curtis brilla en el ‘Too Young to die’ de Sonny Boy Williamson y también dan buena cuenta del ‘Depot blues’ de Son House. Otro tanto sucede con el clásico de Elmore James ‘You got to move’ que tan bien recrearon incluso los Rolling Stones. Para el final también se guardan el pegadizo clásico de Big Bill Broonzy, ‘I want you by my side’. Así que es lógico que si te pasas por www.alligator.com o por www.discmedi.com veas que comparten mesa y mantel, con todo merecimiento, con nombres del calibre de Tinsley Ellis, Tommy Castro, Coco Montoya o Rick Estrin & The Nighcats.
Y nombramos estos, en concreto, porque todos tienen recomendables trabajos recientes en el sello. Especialmente recomendable es el calentito “Winning Hand” de Tinsley. Realmente una “Mano Ganadora” de uno de los guitarristas más populares y vendedores del sello (se acerca a los 200.000 ejemplares ya). Muchos lo tienen como el heredero de Johnny Winter pero es que además sabe cantar como el mismísimo John Hiatt en ocasiones. En el nuevo disco se marca un despliegue con sus Gibson. Las Les Paul y la ES 345. También lo borda con la Fender Stratocaster del 59, hasta en tres temas, y otro con la Fender Telecaster. Encima todo con espléndidos temas propios como el fantástico lento ‘Autumn run’, con la única y buena excepción del ‘Dixie lullaby’ de Leon Russell al que le rinde merecido tributo. ¡Otro “must” reciente de Alligator!
Pero volviendo y acabando con Curtis Salgado y Alan Hager destacar también a un Curtis al piano en su tema ‘Hell in a handbasket’ con ritmo de swing casi de los años 30. También brilla con tema propio un Hager con su magnífico instrumental ‘The gift of Robert Charles’. Un lento tierno y precioso que recuerdan al Eric Clapton de “461 Ocean Boulevard” o al mismísimo Ry Cooder. ¡Desde luego que entre ambos han capturado a la perfección el legado del auténtico blues!