Directamente de Barakaldo, empujados por las corrientes asfalticas y callejeras de los sonidos de la margen mas ferrosa e industrial del Nervión, nos golpean las vibraciones de Diablo Cuney. La banda ha lanzado este año un EP homónimo muy influenciado por el punk y el garage más crudo y directo, pero también por el rock y el blues en su vertiente más amplia y universal.
”Hemos crecido escuchando blues pantanoso, punk, rock de Australia, Detroit y New York y mucho garage. Además, crecer en la Margen Izquierda de los 80 también marca”, firman en su carta de presentación. Entre sus referencias mencionan al norteamericano Ty Segall o a los bilbaínos Atom Rhumba, y también se pasean de vez en cuando por algún tema punk de los neoyorquinos Chrom Cranks y el garage canónico de Seattle firmado por The Sonics, a los que suelen versionar en sus directos. “Si no os gustan ninguna de estas bandas, no te vamos a interesar”, adelantan.
“Nuestro primer bolo como Diablo Cuney fue en 2008, junto a Porco Bravo. Desde entonces hemos estado dando muchos tumbos, con muchos parones propios de padres cuarentones como nosotros”, nos informa Tito, el bajista.
El disco en cuestión está grabado a comienzos de este año por Óscar Sánchez en los estudios Malamuerte. Se compone de 5 temas en los que también encontramos el Hammond de Markel Elorza. La banda define su propio estilo como “diabolic dancing punk garage blues rock”. Puedes juzgarlo tú mismo dandole una escucha en Spotify:
Y también en Bandcamp y Souncloud.