Lo primero que llama la atención en este trabajo es ver el nombre del fundador de Placebo, junto a Brian Molko, Stefan Olsdal. Mola que por delante se encuentre el nombre de Digital 21, nombre bajo el que trabaja nuestro Miguel López Mora. Esta esperada colaboración no ha sido fruto de un día y se nota en los trabajados resultados. De hecho se han pegado casi 5 años transmitiéndose ideas y sonidos hasta llegar a los buenos resultados de este «Inside» (Kobalt / Popstock!) que será uno de los mejores discos de la presente campaña para los amantes de la música electrónica. Sobre todo de electrónica más de escuchar que de bailar, aunque también hay buenos momentos en este disco para ello.
La expectación era grande pues se les había visto y escuchado juntos en varias actuaciones y abriendo también en varios conciertos de la última gira de Placebo. Ha sido también un acierto la incorporación de variadas voces femeninas, no muy conocidas pero de gran calidad. Destaca en este sentido la francesa Julienne Dessagne, presente en dos temas y la japonesa Cuushe en otros dos. Además tenemos a la china Helen Feng, de Nova Heart en otro y la excelente apertura con la islandesa Margrét Rán en esa estupenda ‘Spaces’ que abre el disco. No sé si por la procedencia de dicha vocalista pero el tema tiene un bonito aire a la Björk más electrónica, aunque aquí suenan algo más rítmicos que ella. Ellos hacen coros en el disco, pero necesitaban esa sensibilidad femenina en estos temas, aunque también cantan en los directos la versión de Moderat, uno de sus grupos de referencia.
Lo suyo es la música electrónica pero también aportando instrumentos acústicos, algo que Stefan Olsdal hizo ya antes en su anterior proyecto paralelo a Placebo, Hotel Persona. Buen ejemplo de ello es la utilización de un cuarteto de cuerdas, que también llevan en directo en las actuaciones más potentes, que refulge por encima de los cachivaches electrónicos en la otra versión de ‘Spaces’. Aquí suena más paisajista y etérea y gustará a seguidores de Dead Can Dance. Sí, otra característica del disco es la aparición de varios temas en muy diferentes versiones. ‘War’ es un poderoso eléctrico y electrónico instrumental de más de 6 minutos. Me encanta ‘Toi et moi’ en sus dos versiones. Tiene un aire espectral y ambiental que la haría ideal para la banda sonora de «Blade Runner» (nueva y vieja). ‘Symmetry’, con la voz de Cuushe, suena ochentera y bailable. También brilla la voz de Helen Feng en esa joya lenta titulada ‘Human’ en la que hay rabia y magia. El ‘Toi et moi’ instrumental es más evocador y brillan más las cuerdas y el magnífico final es para un ‘War’, con Cuushe, mucho más susurrante y con las cuerdas brillando por encima de la electrónica. ¡Un buen disco para degustar con mucha calma!