Doctor Deseo ha presentado este fin de semana en Bilbao su nuevo espectáculo “La Fuerza de la fragilidad. Palabras ante el espejo”. Los conciertos de la banda bilbaína siempre son especiales pero cuando se celebran en casa no caben calificativos. Sin complejos se puede decir que los conciertos del grupo en el botxo se señalan en rojo en el calendario. Para dar cabida a todo el mundo el Kafe Antzoki acogió dos citas (viernes y sábado) en las que Francis y compañía presentaron su nuevo trabajo. Dos noches y dos sold out anunciados desde hace tiempo. Sobran las palabras.
Tras escuchar el nuevo disco ya destacamos en nuestra reseña las nuevas vestiduras musicales que envuelven este trabajo de Doctor Deseo. Seguimos disfrutando de su rock pero adecentado con pinceladas dance, garaje y guiños a las baladas, cumbias, tango o vals. En definitiva, un disco para bailar. Por todo ello, estábamos impacientes por ver la puesta en escena de este trabajo cuyo primer directo se celebró el pasado abril en Durango.
Ante estas dos citas, RockinBilbo se decantó por la del sábado. Como cabía esperar la expectación era palpable a las puertas del Antzoki donde la gente o bien esperaba para entrar haciendo fila (una cola como la de las grandes ocasiones) o bien apuraba sus consumiciones en los bares aledaños. Hay que destacar que el público que acude a los conciertos de la banda sigue siendo muy variado. Diversidad generacional dispuesta a disfrutar de los temas emblemáticos de la banda así como de las nuevas canciones. Doctor Deseo sigue atrayendo y encandilando al personal, de eso no cabe duda.
Era difícil hacerse un hueco en las primeras filas pero todo era intentarlo. A pesar de las apreturas el público se comportó y pudimos disfrutar del concierto sin agobios. Así da gusto. Con cinco minutos de retraso aparecen los miembros de la banda. Sin estridencias. Toro (guitarra), Raúl (teclados), Txanpi (batería), Josi (bajo) y Joe (saxo) precedieron a Francis a la hora de salir al escenario. Abrieron con “Alfarera de sueños”. Un tema acompasado, bailable (como casi todo el disco) y que choca con el sonido guitarrero de la banda. Un alegato a transformar los sueño, el mundo. “Gabon denori, Doctor Deseo” saludo Francis.
Continuaron con “Pequeños héroes” también de su “La fuerza de la fragilidad. Palabras ante el espejo”. Un guiño claro a Bowie en el título y un grito contra la angustia. Una lluvia de confeti (en antaño reservada para los finales) colorea una escena propia de un cuadro de Munch. “Olas y naufragios” hace un parón en es recorrido por el nuevo álbum y retrocede a “Fugitivos del paraíso” de 1992. Retroceden aún más en su discografía con “Has debido de llorar” de “Tan cerca del cielo”(1989) y vuelven al ultimo disco con “El cuento de la botella y sus mensajes”. Esta última habla de la condición transgénero. “Para que no ocurra nunca lo que le ocurrió a Ekain” disparó Francis.
En “Chocolate y vainilla” Francis empezó con sus sensuales juegos con la botella de cerveza que se repitieron en varios temas a lo largo de la velada. Tras asegurar el frontman de la banda que “quién bien te quiere te limpiará las lagrimas” sonó “Sigo bailando”. Una canción que mezcla toques de garaje y música de baile. Un tema arrojadizo antes de que interpretaran “¿Quién mueve las cuerdas?”. El calor ya era exagerado en el Antzoki pero aún así nadie dejaba de bailar y saltar.
Con “Destrozos, promesas y arrepentimientos” la banda abordó el tema del feminismo. Lo dejó claro Francis cuando pidió “contra los malos tratos más educación feminista”. Siguieron con “En tu rincón” del trabajo “Hay cuentos aún por inventar” de 1998. Francis baja del escenario y pasea entre el público. La siguiente era una canción de despida; “Adiós”. Una canción con un compás 3×4. Para bailar muy juntos. Una letra que habla de cómo enfrentarnos a la muerte de un ser querido. Le acompaño Aiora de Zea Mays a la segunda voz.
Continuaron con otro tema de “Al amanecer seguir soñando”; “¡Cuánto frío hace en Saturno!”. Un tema que hace estremecer. Le siguió “Igual y diferente”, un tema de su anterior disco “Igual y diferente. Una mirada distinta” (2016). “Es tremendo el nivel de abusos en la infancia” . De esa manera introdujo Francis el tema “Nire munstroa”. Único tema en euskera del ultimo disco en el que se mezcla el pop y el rock. En esta canción (y en otras) a Francis se le ve mucho más suelto con la guitarra. Sin dejar el euskera continuaron con “Ez nauzu izango berriz”.
Antes de un parón de unos diez minutos sonaron dos clásico que hicieron las delicias del respetable: “A mi pequeña María” y “Corazón de tango”.
Tras el descanso Francis “sorprendió” a algunos descendiendo de las alturas mientras interpretaba la bonita “Ahora que estás dormida”. Cambió la camisa negra por una de tirantes y una boa rosa con la que jugó hasta el final del concierto. Era la hora de uno de los temas estrella: ”Abrázame”. Volvió a acompañarle Aiora y como siempre nos puso la piel de gallina. El esfuerzo que supone cantar esa canción como ella lo hace es increíble.
Avanzó el set list con “Suspira y conspira”, “El placer de conspirar” y “Alicia en Bilbao”. En esta parte interpretaron un único tema del ultimo disco; “Por la madriguera del conejo”. Es un tema con su sonido más clásico. Etiqueta Doctor Deseo. Y después el clásico entre los clásicos, “La chica del batzoki”. Se despiden con confeti pero para volver. Y lo hacen interpretando el último tema de la noche; “Soñar y desear”. “..atreverse a transformar todo aquello que nos jode”, toda una declaración de intenciones.
Un muy buen concierto de Doctor Deseo ayer en el Antzoki. Algo que por otro lado viene siendo habitual con los bilbaínos. Conocen a su público y saben lo que se espera de ellos. Tras años de conciertos saben sorprendernos y cada bolo esconde un universo de emociones. En esta ocasión nos hicieron bailar o lo que es lo mismo: nos hicieron soñar, nos emocionaron e hicieron realidad nuestros deseos.
