Que el Ebrovisión es un festival diferente lo teníamos claro pero lo de este año ha sido increíble. Por algo fue premiado en los Fest como el mejor Festival de Mediano formato. Cada año, y ya van 19, en Miranda de Ebro se dan citan familias y amigos con el único objetivo de disfrutar de la música. La Asociación de Amigos de Rafael Izquierdo, organizadora del festival, se preocupa de qué todo el mundo disfrute y para ello cuidan todo al detalle. Un buen cartel, unas buenas instalaciones, puntualidad, posibilidad de disfrutar de todas las actuaciones. En definitiva, un ambiente como pocos. Y la cosa no queda solamente ahí, sino que el trato que reciben las bandas por parte de Rami, cabeza visible de la organización, es exquisito. Todas derrochan elogios hacía él en particular y, por extensión, a todos los responsables de la cita.
Sin que sirva de precedente vamos a empezar por el final. Y es que esta magnífica edición se ha visto eclipsada por una noticia que viene a reafirmar los contado en el anterior párrafo. El cartel del año que viene, se celebrará el 20 aniversario, será totalmente sorpresa. No se conocerá ningún grupo ni artista hasta antes de que salgan al escenario. Es un regalo para los fieles a este festival y una demostración de que el público confía en el Ebrovisión. Ni que decir tiene que prometen un cartel de lujo. Sin duda va a ser un año de rumorología y apuestas, pero sobre todo de nervios y, por qué no decirlo, de ilusión.
Pero vamos a centrarnos en la pasada edición que finalizó el pasado día 7 de septiembre. La cita se abrió con los conciertos de Burgacius B y de Calivvla. Los primeros, ante un publico todavía escaso, ofrecieron una buena dosis de rock con mucha ironía y mucha actitud. Los segundos eran los ganadores del concurso Ebroemergentes y no se cortaron sobre el escenario con su post punk.
Los conciertos principales dieron comienzo con un dúo que visitó el BBK Live esta pasada edición; Cala Vento. Nos encontramos ante una de las bandas (dúo) de más calidad que hoy en día nos podemos encontrar sobre un escenario. Tras los catalanes comenzó la noche gallega con Triangulo de Amor Bizarro y Novedades Carminha. Triangulo no ofreció su mejor sonido pero fue un concierto que mereció la pena. En cuanto a Novedades, ¿qué decir? Revolucionaron el Multifuncional de Bayas. Con su ritmo verbenero y sus clásicos hicieron que el publico saltara y moviera las caderas sin excepciones.
Para cerrar la primera jornada se eligió a Novio Caballo. Un concierto divertido y con marcha propio de las horas en las que la banda saltó a escena.
La jornada del viernes comenzaba en La Fabrica de Tornillos. Un recinto coqueto con un sonido que nada tiene que enviar a salas de más nombre. A las 13.30 Cápsula tenía una cita con Miranda de Ebro. Y allí estaban Martín y Coni. RockinBilbo no podía faltar a ese concierto. Presentaron sus clásicos y, como no, los temas principales de su último trabajo “ Bestiarium”. repetían el mismo escenario del año pasado, pero aún más pronto. Un rock & roll con mayúsculas de esos que te dejan huella.
Ya por la tarde, en la carpa Estereoclub, llegó el truno para Bum Motion Club que presentó “Delta”, su primer EP y para la Craig Brown Band. Llegados desde Detroit nos dejaron toques de folk y country con tintes Dylanianos. El recinto principal se inauguraba en la segunda jornada con los Arizona Baby. Los vallisoletanos son una apuesta segura dentro de un festival. Gusta su música y su forma de conectar con el público. Presentaron “Sonora”, su último disco y a su nuevo fichaje a la batería, Guillermo Aragón.
Continuó la noche con Airbag. Un concierto con tintes surferos y un pop resultón. Un concierto para quienes buscan hilar fino a la hora de disfrutar de un buen bolo. Llegaba la hora de Temples. Hubo opiniones que consideraban que antes debía haber actuado Fuel Fandango pero luego se demostró que el orden era el correcto y si podría haber alterado el producto. Los británicos, con una estética única y muy bien cuidada, brindaron una buena actuación a base de buena psicodelia. Una actitud muy british sobre la tablas que hizo las delicias de quienes estuvimos allí. Seguramente uno de los mejores conciertos de esta edición.
Antes de Fuel Fandango se anunció la sorpresa. La gran noticia que nadie esperaba y de la que ahora, como ya he citado, nadie deja de hablar: todo el cartel al completo será sorpresa. Todo, todo, todo. No se conocerá ningún grupo hasta que empiece a tocar. Con el impacto del anunció salieron a escena Nita y Ale, Fuel Fandango. Eso sí que es fusión entre electrónica, funk, pop y flamenco. Nita es un terremoto sobre el escenario. Mientras repartía rosas puso patas arriba al Multifuncional. El concierto sirvió de despedida puesto que están a punto de terminar su larga gira. Amatriacerró la noche del viernes con un bolo del que quizás se esperaba más.
El sábado es el día grande en el Ebrovisión. A los conciertos matinales se les une la comida popular, en colaboración con los hosteleros de Miranda, y conciertos al aire libre. Un ambiente familiar y festivo en el que cabe destacar la presencia de familias con niños y niñas de diferentes edades. La psicodelia y el rock progresivo de Los Estanques abrieron la jornada en la Fábrica de Tornillos. Un concierto mayúsculo el que ofrecieron los cántabros. Ya he mencionado que este festival es diferente. Prueba de ellos es que tras el potente rock de Los Estanques pasamos al más auténtico pop con Cooper. El ex de Los Flechazos dio un concierto extenso y rico en buenas canciones. La ocasión lo merecía puesto que, tras anunciar varios meses atrás su retirada, la banda de pop mod está dando sus últimos conciertos. Concierto en el que nadie paró y en el que todo el mundo quería más. Emoción en el artista y entre el publico.
Tras la comida pudimos disfrutar con el estilo indie de Olivia. Aunque sin duda el concierto que hay que destacar de ese horario de sobremesa es el de los canios Los Vinagres. Sonido garaje en el que tampoco se deshecha una buena cumbia. Llegamos justos para ver a Letissier que abrieron la jornada en la carpa pero lo que vimos nos gustó. Sí pudimos disfrutar de los andaluces de Uniforms. Remarcar que son la nueva apuesta del sello Oso Polita de Last Tour. No defraudaron con un sonido original y fresco.
Un servidor esperaba el concierto de Morgan. Grandes. Esa es la palabra de esta banda que con dos discos en el mercado se está convirtiendo en grupo del momento.. Entre el soul y el rock y con Nina cada vez más suelta sobre el escenario. Esperábamos de Jacuzzi Boys su ritmo garagero llegado de Florida. Sin embargo nos sorprendieron con un repertorio más punk. Lo tenían difícil después de Morgan y antes de Zahara, que se convirtió en la actuación d ela noche.
Y es que Zahara inundó con su música el recinto donde se notaba el llenó (se colgó el no hay entradas) y donde la gente no dejó de bailar. Sonido discotequero que indica hacia dónde van los derroteros de esta artista. Y llego Dorian. Himnos poperos que fueron cantados por el público como si fuera la última vez. Presentaron su último trabajo con un sonido y una puetsa en escena increíble. En breve estarán en el Getxo Sound y, sin duda, es un concierto para no perderse. Cerró la jornada y, por lo tanto, el festival, Mucho. Acompañado de la banda, Martí Perarnau ofreció un bolo más electrónico. Quizás algunos echaron de menos sus sonidos más roqueros.
Podemos decir que el Ebrovisión 2019 cumplió expectativas. Un cartel muy Ebro con un ambiente familiar. Ese que tanto nos gusta y nos enamora. Ahora solamente queda pensar en la próxima edición y la gran sorpresa que nos deparará cada concierto.