El pasado sábado acudimos a la Sala BBK al concierto de Lagartija Nick. La banda granadina publicó el día anterior «El perro andaluz«, su nuevo trabajo con el que homenajea a la Generación del 27 compuesta, entre otros, por Lorca, Buñuel o José Val Del Omar. Gracias a la promotora Noise On Tour este espectáculo audiovisual recaló en Bilbao dentro del programa «Hiriz hiri». La Sala BBK se convirtió en un oasis para escapar del gentío que invadió la ciudad y eso se reflejó en el buen número de entradas vendidas. También se vendieron bien las copias del recién estrenado disco de los Lagartija de las que no quedo ni una unidad (un servidor se llevó el último vinilo).
En el montaje para estos conciertos destaca una gran pantalla central en el que se proyectan contenidos originales editados a priori para cada momento. Se proyectaron fragmentos de películas de Val del Omar y del propio Buñuel. Entre estas «Agua espejo granadino», «Un perro andaluz» o «La edad de oro». Un espectáculo que busca también rendir homenaje al arte de capturar la luz y convertila en pura narración. Se echaron de menos los proyectores de 8mm que iban a estar sobre el escenario pero pudimos oír su característico e hipnotizante sonido.
Con puntualidad hizo acto de presencia en el escenario la banda en formato cuarteto. Antonio Arias (voz y guitarras), Juan Codorniú (guitarra), JJ Machuca (teclados) y el también miembro de Los Planetas Eric Jiménez (batería) ocuparon sus lugares. Durante algo más de noventa minutos interpretaron catorce temas más dos bises. Un set list en el que intercalaron textos que han musicado de Buñuel y que forman parte de su último trabajo, así como algunos de su éxitos de siempre. Importante referencia lorquiana como no podía ser menos e incluso pudimos sentir la presencia de Enrique Morente con el tema «Vuelta del paseo» de esa joya que es «Omega». «Nos conocen como los de «Omega» pero estamos muy orgullosos de ello», aseguró Antonio Arias. En un determinado momento se calificaron como «cuatro perros andaluces».
Del último trabajo sonaron «Palacio de hielo» con la que abrieron, la memorable «Me gustaría para mi. Las libélulas» y «Bacanal» en la que se muestra la religión omnipresente. «Imaginaros a San Bartolomé vestido de obispo y al fauno danzando al ritmo de Bacanal», bromeó Antonio Arias. También incluyeron «Una jirafa / Undécima mancha» basada en un poema tardío de Buñuel, «Pájaro de angustia» en la que podemos escuchar la voz del propio Buñuel y «Al meternos en el lecho» con sonidos que recuerdan a la Semana Santa (increíble Eric Jiménez a la batería). También destacó el poema ateo «Olor de santidad. No hay Dios«.
De sus anteriores albumes interpretaron, entre otros, el ya mencionado «Vuelta del paseo» incluido en «Omega», la cubista «Gernika» del disco «Los cielos cabizbajos» y extraída de «Sueños y mentiras de Franco» de Picasso (de esta última lamentaron que no han tenido oportunidad de tocarla en la localidad vizcaína), «Yo, día y orden» (» un tema de 1836″ ironizaron) y «Celeste«. Las dos últimas de ese genial «Val del Omar» que su aire punk, loco y místico a la vez. «Este concierto es muy especial para nosotros porque estrenamos disco pero también porque nos hicimos hombres en Euskadi. Nuestro primer manager era de aquí y tocamos en los gaztetxes, de ahí nuestro sonido», afirmaron. Nos gustaron también «Decadencia» y «El teatro bajo la arena«.
El concierto lo cerraron con el brutal alegato contra la guerra que es «Somalia» y que sirve también para recordar a Jesús Arias, el fallecido hermano del líder de la banda y con «Nuevo Harlem» de su trabajo «Inercia». Este último con unas guitarras afiladas y una letra que hace con ello una canción contundente.
Un sorprendente espectacular montaje al que solo le falló un poco el sonido al principio. Está claro que Lagartija Nick no se quedó en Omega a la hora de experimentar. Prueba de ello es este espectáculo y su último trabajo. La banda granadina intenta excavar más hondo en las raices del arte. No hay que buscar el sentido de los que ponen sobre el escenario. Solamente hay que disfrutarlo.