Crónica recibida desde la Oficina de Comunicación del Ayuntamiento de Bilbao.
Texto: Michel Goiri
Fotografía: Jon Goikuria
LAZTANA LAZTANA es el nombre artístico de Sandra Vargas, una solista que mezcla la música electrónica con diferentes estilos. En verano grabó su primer trabajo y poco a poco está sacando sus primeros singles. Se alzó con el segundo puesto en el voto del público en el concurso de maquetas de Gaztea (“Gaztea Maketa Lehiaketa”) y ha ganado el Concurso de Canciones Feministas de Durango. Suele acompañarse de la amurrioarra Karla Velarde al violín y de Jorge Larrakoetxea a la guitarra.Y l@s tres artistas se presentaron el domingo de Aste Nagusia en Bilborock para firmar laque iba a ser su cuarta actuación en directo. La cuarta.
Y en este marco, ante este público (rozando los dos centenares en los momentos de máximaafluencia) y con tan poca experiencia sobre las tablas,la empresa se antoja siempre complicada. Pero lo sacaron adelante, porque niveltienen, y ganas aún más con unentusiasmo rebosante. Con un inicio tenebroso y minimalistadieron fuerte con “Welcome nire akelarrera”, una propuesta en la que se da importancia suma al violín de Karla y que dejaba claro que íbamos a transitar por una experiencia novedosa y rompedora.
La ausencia de base rítmica (batería y bajo) siempre es un hándicap, pero cuando es por elección propia es que se está buscando algo más de lo convencional. Laztana Laztana no lo es (o lo son)y su público (entregado como si fuera el del Boss) no quiere que lo sea/n. “Lacrimosa”, una especie de Réquiem por si se acabara la música,tuvo fuerza y empaque.
Y ya con la seguridad de que lo que hacían estaba calando, el trío fue avanzando en un repertorio que se apoyaba mucho en los estribillos fáciles de asimilary hacerlossuyos por el público, la complicidad ante todo. La versión de “Sagarra jo” (Kalakan) fue una de las dos que sonaron, ojo, la segunda uncompendio de tres temas muy conocidos: “Blinding lights”(The Weknd) y “Feel this moment” (Christina Aguilera) paralos más jóvenes y “Take on me” (A-Ha) para los más talluditos.Antes de ello, lucimiento vocal de Sandra en “Ura” (su próximo single), uno de los temas más destacados. A su altura la casi rapeada “R Uhere?” (con Sandra entre el público como Maestra de Ceremonias) y el ritmo pegajosamente bailongo de “Airea”, el que ha sido hasta el momento su último lanzamiento como sencillo.
La actuación acabó con braga y sujetador lanzados por sus fieles y “Sua”, otra canción de las que hay que tener muy en cuenta. Para ser el cuarto concierto que daban en directo, un@s cuantos artistas y grupos (no pocos) quisieran tener la determinación, calidad e ilusión de un trío, con Sandra a la cabeza y el corazón,que dará mucho de qué hablar en el futuro.
La compositora y cantante vizcaína NOA CLIFF (Oiane Torrontegui) cuenta con un primer disco a sus espaldas, “El Mapa”(2019), el cual tuvo una gran acogida tanto por parte del público como de los medios y que la colocó en el panorama musical de una manera sutil pero firme. Ahora vuelve con toda esa experiencia atesorada y un segundo disco,“La tormenta”, para dar un paso al frente en su carrera.
Tras 4 largos años de duro trabajo ha podido participar en distintos conciertos y festivales. A destacar, conciertos como el de La Muestra de Metal Pop-Rock (2019), La sala Cúpula en el Teatro Campos Elíseos, el Aurrerafest y el Festival de Pozalagua, éste último con Sold Out, donde ha podido tocar en sus distintos formatos y reinventar cada actuación. El 22 de agosto de 2019 Noa Cliff se subía por primera vez a las tablas de Bilborock. Aquel fue un concierto de autoafirmación y casi renacer espiritual de una artista que merece más que nadie ese resurgimiento cual Ave Fénix, el aplauso de su público y un reconocimiento de su status como cantante-compositora, que va creciendo disco a disco.
Y el domingo de Aste Nagusia presentaba su segundo trabajo, “La tormenta”, que llegará en otoño pero que ya hemos podido disfrutar y de qué manera. De aquella actuación de hace cuatro años sólo sonó un único tema, “Soñadora”, como es ella, una canción positiva e interpretada conla emociónque Noa Cliff desprende en cada ceremonia musical. Ahora acompañada por cinco músicos, tan sólo repitiendode por aquel entoncesel bajista Jorge Sánchez.
El resto del concierto estuvo centrado en sus nuevas composiciones, quizás más crudas, directas y complicadas de digerir, porque la vida tiene más sombras que luces y hay que convivir con ellasy saber entender el por qué y para qué a veces nos abrazan sin así quererlo. Toda la actuación estuvo salpicada de pequeños monólogos, en otros conciertos a veces tediosos y sobrantes, en este,totalmente necesariospara comprender y meterse de lleno en la letra de cada canción.
La ansiedad en “Respirar”, el desamor de “Sal en las heridas”o la necesidad de huir de las relaciones tóxicas en “Jamás”,¡OjO!una canción que hay que escuchar tantas veces como sea menester por su mensaje y por su tremenda belleza. Ante tal alarde a la hora de desnudar su alma, sus miedos y sus esperanzas, el público (casi dos centenares de almas) guardó un respeto reverencial, sólo roto con las ovaciones al final de cada tema. Su público ya sabía a lo que venía pero lo mejor es que cautivó a quienes aún no laconocían. Nunca hemos visto a tantas personas abordar a la artista al acabar su actuación en busca de fotos y sobre todo, abrazos.
Con “Cascarón de nuez” demostró que se notaba que era de costa, el mar es bravío pero también da calma y te atrapa con su resaca, como bien apostilló un ilustre agitadorde la escena bilbaína. Y así es Noa Cliff, brava a la vez que un remanso de paz, como bien dijo ella:“la música es la calma cuando amanece”. Y con “La tormenta” finalizaba, más que un concierto, una ceremonia musical en la que se dejó claro que “nacemos físicamente una vez pero a veces se puede renacer”. Palabras suyas, no nuestras pero que nos las apropiamos casi sin pudor pero con mucho cariño. Lo único negativo es que será complicado ver a Noa Cliff en este escenario,pues está llamada a otros más grandes y multitudinarios