Pocos artistas tienen el honor de ser considerados revitalizadores de un género musical y más aún cuando su discografía está formada por sólo tres discos (uno de ellos póstumo). Este es el caso de la cantante de Soul y R&B británica Amy Winehouse, tan célebre por su poderosa voz como por su turbulenta vida repleta de excesos, a la que el ciclo Izar & Star dedica un homenaje el próximo 23 de febrero en el Kafe Antzokia de Bilbao.
Los encargados de rendir tributo a la artista protagonista -en todos los sentidos- de éxitos como ‘Rehab‘ o ‘You Know I’m No Good‘ son la cantante bilbaína Berta Bittersweet, que estará acompañada por Charles Cooper & Big Sound Boy, y los también locales Mississippi Queen & The Wet Dogs, esta última impulsora del ‘combate’ musical que pondrá en juego el repertorio de Winehouse.
“El día que murió Amy me propuse hacerle un concierto homenaje y no he parado hasta que lo he conseguido”, nos explica Inés Goñi, vocalista de Mississipi Queen & The Wet Dogs, formación nacida hace dos años como dúo acústico y desde hace un par de meses transformada en cuarteto eléctrico de funk-rock-soul, con Aitor Zorriketa ‘The Malamute’ (James Room) a la guitarra, Gabo ‘Brown’ León (James Room, BOS) con el bajo y Virginia Fernández (Last Fair Deal, Landslide) a la batería. Una formación de calidad que para este bolo estará reforzada con la colaboración del saxo de Javier Alzola (Fiti & Fitipaldis) y las teclas de Álvaro Bazán (Runaway).
“Amy era capaz de escribir la declaración de amor más bella y describir sus infidelidades de manera explicita en una misma canción”
Aunque Inés admite que no es una de las influencias directas del grupo -tiran más hacia artistas como Sharon Jones & The Dap Kings, Noora Noor o Vintage Trouble– la cantante señala que la ‘Leona‘ les despierta una profunda admiración, sobre todo por la fuerza y realismo de sus canciones.
“Siempre escribió temas autobiográficos y cada uno representa una faceta suya o un pedazo de su historia personal. Lo cierto es que, para lo joven que murió, Amy tocó muchos palos musicales y escribió letras de todo tipo: lo mismo escribía la declaración de amor más bella y pura, que describía sus infidelidades con lenguaje explícito o, mejor aún, ambas cosas en una sola canción, como en ‘I Heard Love is Blind‘”, explica.
Entre Mississippi Queen & The Wet Dogs y Berta Bittersweet cubrirán prácticamente toda la discografía de ‘La Voz’ blanca del soul: su álbum debut “Frank” (2003), titulado así como homenaje a Sinatra, muy admirado por el padre de la artista, al que estaba muy apegado; el superventas y multipremiado “Back to Black” (2006), que le reportó cinco Premios Grammy, siendo la primera artista británica que lograba este hito; y “Lioness: Hidden Treasures” (2011), un disco lanzado cinco meses después de su fallecimiento, compuesto por algunos covers y temas inéditos grabados antes del debut de la artista, que terminó por encumbrar su fama mundial.
“Era una artista especial, puro talento canalla”
“Amy era una artista muy especial, puro talento canalla. Hubiera disfrutado mucho viendola en directo en aquel BBK al que no llegó”, confiesa Berta Bittersweet, que asegura además sentir muy cerca su influencia en el plano musical.
“Me ha ayudado mucho a descubrir matices de mi voz y a sentir. Meterte dentro de sus letras, al ser tan puras, en ocasiones hace que te emociones, y eso es muy positivo para el crecimiento artistico”, explica.
Berta también nos desvela sus dos temas favoritos del repertorio de Amy. “Me emociona mucho cantar ‘Back to black‘ o ‘Wake up Alone‘. No es fácil escoger un solo tema que la represente, pero probablemente sea uno de estos dos”.
En su breve carrera Amy Winehouse no sólo se convirtió en un icono musical, también fue un referente estético: su característico peinado beehive (colmena) propio de los 50-60’s, sus múltiples tatuajes y esa actitud atrevida y lenguaje ‘barriobajero’ – rozando en muchas ocasiones lo grosero- fueron parte de su importa y personalidad propia, que por otro lado encerraba un carácter autodestructivo espoleado por las drogas, el alcohol y la bulimia.
Su voz se apago a los 27 años, esa fatídica edad para la música en la que también nos dejaron otros mitos como Jim Morrison, Robert Johnson, Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin o Kurt Cobain. Pero su legado musical sigue vivo y se escucha alto y claro: ¡la ‘Leona’ rugirá de nuevo en el Kafe Antzokia!