Foto: Iker Iglesias
Izaro Andres ha sido la gran revelación del año 2016 tras publicar su disco debut ‘Om’, que también ha aparecido en varias listas entre los mejores discos del año pasado. La cantautora de Mallabia ha sorprendido con su maravillosa voz y la gran interpretación que hace de sus temas en directo, creando un aura especial en cada uno de ellos. Me reúno con ella en el lugar donde empezó todo, el lugar donde dio su primer concierto, para que nos cuente sus experiencias en estos años tan intensos que ha vivido y muchas cosas más. Espero que os guste la entrevista, comenzamos.
Hace casi 3 años diste tu primer concierto, justo en este lugar, ¿se te habrán pasado volando estos casi 3 años?
La verdad es que sí. Me acuerdo que en todas las entrevistas que me hicieron por aquel entonces decía siempre; ‘No, es que este verano me he comprado una guitarra y empecé a componer’, y ahora cuando me preguntan que cuándo compuse la primera canción tengo que decir que hace 4 años, y no me he dado cuenta de cuándo han pasado esos 4 años.
Y ahora ya con más de 100 conciertos a tus espaldas, ¿en qué crees que has cambiado como artista desde entonces?
Creo que tengo muchísimas más tablas en el escenario, estoy más tranquila, hablo, disfruto del escenario de otra manera. Los nervios nunca se van, pero ahora son nervios constructivos, antes eran nervios destructivos al principio. Y creo que en lo que más he cambiado como artista es en ser consciente de todo lo que hay detrás de cualquier persona que trabaja en la cultura, no solo músicos, cuánto trabajo hay y que poco digno es trabajar en estas profesiones. Soy un poco más consciente de eso y luchando día a día por conseguir unas condiciones dignas.
¿Existe alguna diferencia entre Izaro, la cantautora, e Izaro, la chica de Mallabia?
Sí. Bueno, no y sí. Somos la misma persona, pero por ejemplo, Izaro Andres como persona puede posicionarse en muchas más cosas de lo que se le permite posicionarse a Izaro, artista-músico, llámalo X.
¿Te refieres a política?
Sí, de todo un poco. De política, de que te llamen de campañas para cualquier cosa que como Izaro Andres, y si va con mis valores lo haré, pero Izaro músico quiero que se quede un poco en lo artístico. Quiero que sea puro arte o lo intento. Luego siempre hay casos como la crisis de los refugiados que son cosas que tengo muy claras, pero en cosas que aún no tengo claras como artista, sí como persona, no quiero tampoco meterme en berenjenales de los que luego no sé salir.
Una cosa que me ha llamado la atención es que no tienes manager y eres tú la que se encarga de todo, negociar conciertos, concertar entrevistas… ¿no has pensado nunca en delegar algo del trabajo para no saturarte y estar más centrada en la música?
Estoy delegando. Estoy empezando a delegar. Por ejemplo, la gira estatal la cerró una empresa de management y los conciertos futuros o las giras futuras creo que también las cerrarán. Me es muy difícil delegar. Me cuesta muchísimo, pero estoy aprendiendo porque si no te revienta el cerebro.
Tengo entendido que cuando empezaste casi no sabías tocar la guitarra, ¿nunca te dio vértigo lo que dijera la gente de tu música?
No me daba porque no pensaba que iba a tener en realidad ningún público. Yo toqué aquí hace 3 años y eran todos amigos. Era para pasárnoslo bien. Yo tocaba la guitarra como podía, acababa de aprender a tocar ese mismo verano y toqué en septiembre. Ahora sí que tengo más presión, de decir ‘ ¡Jolín! Estoy encima de un escenario tocando la guitarra más mal que bien’. Hay gente que comenta, que comenta de todo y todo lo que le da la gana, y también han comentado eso algunos. Muchas veces pienso, y he hecho ese ejercicio de autoestima también en todo lo que repercute estar encima del escenario y siendo mujer más, pero he hecho también la reflexión de que tengo el derecho de estar en un escenario sin ser una guitarrista que digas ‘¡Buah qué bien toca la guitarra!’, me da para componer y es para lo que quiero tocar la guitarra.
«Creo que soy mucho más cantante que guitarrista»
Pero bueno, también es cierto que tú te basas mucho más en la voz que en la guitarra. Ahí es donde marcas la diferencia, creo yo.
Eso es, yo creo que soy mucho más cantante que guitarrista.
Hay que decir también que en este viaje nunca has estado sola, casi siempre has estado acompañada de buenos músicos, comenzaste con Daniel del Valle (guitarrista de Shinova) y luego con los chicos de ‘The Crazy Wheels’, Ina y Xabi, que por cierto, acaban de publicar discazo. ¿Qué te aportó cada uno de ellos musicalmente?
Yo he tocado sola muchísimos conciertos. Ina y Xabi me ayudaron en un par de conciertos más grandes en los que me daba más respeto ir sola, me ayudaron a vestir ‘Paradise’ que fue la primera canción, y Xabi me presentó a Sara Fantova que graba mis videoclips ahora, estudia cine en Barcelona. Nos presentó para grabar ‘Paradise’, sin más. Xabi e Ina me han dado muchísima fuerza, me han dado el principio, me abrieron todo lo que me está pasando ahora con ‘Paradise’, me presentó a Sara que es una de las personas que más apreció ahora mismo y trabajo con ella siempre, le agradezco muchísimo el haberme presentado a Sara.
Y Daniel del Valle, yo siempre digo que me mostró que yo podía cantar. Con él tocaba más blues, jazz, en ese estilo, y me enseño a cantar más desde música oscura, música negra, no sé cómo llamarlo. Él me demostró que yo podía cantar y se lo voy a agradecer siempre.
Si no me equivoco, Sara Fantova está haciendo un crowdfunding ahora mismo para hacer un corto, con música tuya. ¿Va a ser música original o canciones sacadas de ‘Om’?
Original, la voy a hacer para el corto.
Y siguiendo con el tema de los músicos que te han acompañado, finalmente conociste a Oriol Flores que te propuso tocar con banda después de uno de tus conciertos, algo que marcó un punto de inflexión en tu carrera, ¿cómo recuerdas ese momento?
El 29 de mayo de 2015, yo estaba tocando en La Brecha en Donosti, en Olatu Talka, un ciclo que se hace en Donosti y se acercó con una chaqueta negra, así larga. ¿Cómo podía ser que hiciese frío en mayo? Me dijo que había venido a un par de conciertos y que había estado escuchándome y escuchando las canciones, que creía que podría funcionar y me preguntó que si tenía músicos. Le dije que obviamente no. Me presentó a Iker Lauroba, que yo ya le conocía obviamente, pero no en persona, estuvimos hablando, estuvimos cantando, les toqué mis canciones y fue como un flechazo, como amor a primera vista. Nos enamoramos los tres. El eje, el centro, hemos sido los 3, yo tocaba las canciones y ellos las vestían. Al principio tenía un pánico extremo a la batería, de ir sola a una batería, que para mí como ignorante absoluta, yo escuchaba solo ruido, pero si tú luego escuchas a gente que sabe tocar bien, amoldándose a cada tipo de música, es maravilloso.
Una pregunta que no puede faltar es la de los idiomas, que te la hacen en todas las entrevistas. Cantas en 3 idiomas, algo poco común, ¿crees que hoy en día aún existen muchos prejuicios con el tema de los idiomas?
Sí, menos, pero existen. Yo he recibido un montón de críticas a raíz de que canto en tres idiomas y de todo tipo. Hay gente que me dice que por qué no cantas todo en euskera, gente que me dice que por qué no cantas todo en castellano y gente que me dice que por qué no cantas todo en inglés. Y yo siempre respondo que no canto en un idioma o en otro porque me pongo y digo ‘hoy voy a componer en euskera’. De repente hoy me sale componer en euskera, por la melodía que quiero escribir o por los juegos de palabra que quiero usar, porque cada idioma te da distintas palabras, y lo dejo fluir. No es consciente para mí, mi mente ya hará sus cábalas. De repente me aparece hoy ‘Tu escala de grises’ y eso no se puede decir en otro idioma tan bonito y digo, pues esa canción va en castellano. No lo decido yo. Para mí, cuántos más idiomas mejor, melódicamente son distintos, al igual que en una canción eliges una arpa o eliges un piano, eliges un idioma o eliges otro, si puedes elegir. Tengo la suerte y me reconforta que la gente, músicos y artistas, nunca se fijan en que idioma canto. Eso me tranquiliza.
Si viniese una discográfica o productora potente y te exigiera dar un protagonismo total a uno de los 3 idiomas, por el motivo que sea, para llegar a más gente o porque le interesa, ¿llegarías a aceptar?
Ahora mismo diría que no, pero luego nunca puedes saber. Vivimos muy justos de dinero, muy justísimos, pagamos por trabajar, depende de si en las condiciones de ese contrato aparece que todos mis músicos van a vivir una vida digna, que van a poder dejar sus fábricas y trabajos extras, para poder dedicarse solo a la música, quizás en ese caso daría más protagonismo a un idioma u otro, pero para eso tienen que ofrecerme la luna. Es que yo nunca me fuerzo a escribir en un idioma determinado, y creo que si me forzase no funcionaría.
Hace poco terminaste una gira estatal que te llevo a varias ciudades como Barcelona, Zaragoza, Sevilla, Granada e incluso un par de conciertos en Tenerife, ¿cómo fue la experiencia de cantar en euskera fuera de Euskal Herria?
No sé si es inocencia por mi parte, pero nunca me he parado a pensar que alguien pueda tener un prejuicio por escuchar a una persona cantar en euskera. Claro, yo voy tranquilísima, yo canto en los tres idiomas y como para mí es tan natural, canto tan tranquila. La verdad es que sí que me emociona muchísimo ir a Granada, y que en Granada un granadino te venga y te diga, ‘Joe, hoy no has tocado ‘bisisak’, y es ‘Bizitzak’ claro y es en euskera, y digo, ‘¡ostras!’. Y él me dijo, ‘No es por nada, no entiendo nada, pero no puedo dejar de escuchar ‘Argia’’, ¡en Granada!, y eso me hace muchísima ilusión. En Madrid he oído a gente cantar en euskera, sabiendo que no entienden, y en Tenerife la gente suspiraba después de las canciones en euskera y me parece maravilloso, o escuchar a mi abuela tararear en inglés mis canciones.
Tus letras mayoritariamente son tristes, he leído que es porque tú no sabes llorar y tu forma de llorar es componer canciones, pero ¿sabes que se puede llorar de alegría, o no? (Risas).
Sí, sé que se puede llorar de alegría. Hay alguna que otra canción que es alegre. Yo por ejemplo lloro de alegría en ‘Tu escala de grises’, creo que es una canción muy bonita. ‘Eider’ también es de amor y no de desamor, pero sí que es verdad que cuando estoy contenta, estoy contenta y punto. Cuando estoy mal, sí que necesito desahogarme, pero cuando estás contento no necesitas nada. Me he dado cuenta que no compongo porque estoy contenta, únicamente me dedico a estar contenta.
Pues muy mal.
Mis músicos dicen que no les interesa que mi vida emocional sea estable (Risas).
Y a los fans supongo que tampoco.
(Risas)
En los tres conciertos que te he visto, únicamente has tocado canciones de tu disco ‘Om’, ¿por qué no has intentado sorprender al público con alguna canción diferente a ‘Om’? Sé que tienes muchas.
Sí, hay canciones diferentes a ‘Om’, es verdad, pero como me he tomado está gira como presentación de ‘Om’, presentación, disfrute y fin de ‘Om’, pues he querido ser un poco fiel a eso. Sí que hemos cambiado ‘Paradise’ como pudiste escuchar en Santana, pero la verdad es que con esas trece canciones me vale. Luego como seguimos trabajando, haciendo nuevos proyectos, sigo componiendo… Tengo ya en mi cabeza muchísimas más cosas ya atadas para el futuro y ya vendrán nuevas canciones. La verdad es que no sé por qué no lo he hecho, pero no sé, me ha salido ser fiel a ‘Om’ y punto.
«Me maravilla poder crear un ambiente cómodo para todo el mundo»
Algo también que sorprende y que demuestra tu éxito, en mi opinión, es que has conseguido llevar a tus conciertos gran diversidad de público, desde niños hasta abuelos, chicas y chicos por igual. ¿A qué crees que se debe haber conseguido esa diversidad?
No lo sé. No sé a qué se debe, pero justo el otro día escribí eso en Facebook porque en los últimos cuatro conciertos, que han sido Ondarroa, el doblete de Donosti y Tolosa, han sido una pasada. Se vendieron todas las entradas antes de tiempo, en las dos actuaciones que hicimos en Donosti también se vendieron antes de tiempo, y tú subes al escenario y ves gente de todo tipo, todo tipo de vestimenta, supongo que detrás de esa vestimenta una ideología distinta, un idioma distinto seguramente, vidas distintas, edades distintas, un montón de parejas, un montón de solteros, un montón de grupos de amigos, un montón de parejas heterosexuales, un montón de parejas homosexuales, parejas homosexuales de 60 años…
Me maravilla tanto poder crear un ambiente cómodo para todo el mundo, para todo el mundo que quiera sentirse cómodo ahí, para que todo el mundo al que le apetezca venir se sienta bienvenido, si no es obviamente irrespetuoso con el resto de la gente.
Igual la gente viene y se siente tranquila, no lo sé, es que no sé qué pasa, pero creo que es lo más bonito de mi música. Me preguntan, ¿cuál es tu perfil de público? Y no existe.
Por un lado, tengo la sensación de que no has sufrido la cara amarga de la música que sufren la mayoría de músicos.
Depende, ¿a qué te refieres?
A la indiferencia, a que no te vaya a ver nadie…
Eso no. Comer mierda de esa manera no la he comido. Es muy fuerte, mis músicos me dicen ‘llevamos el doble que tú en esto, hemos comido mierda a mansalva, y de repente vienes tú de la punta del monte, bajas y la gente viene como si cantase una sirena’.
La gente viene y llenamos sitios todo el tiempo. Soy súper-consciente de que no es lo común. Yo también voy a muchos conciertos que vamos cuatro, y me duele en el alma, pero en el alma, ver a una persona haciendo un buen trabajo, y que estemos solo cuatro, yo soy de las míticas plastas que en conciertos he ido a callar a gente aunque no fuese mi concierto, es que no lo soporto.
¿Y estás mentalmente preparada si algún día te sucede eso? Porque puede suceder…
Sí, nos sucedió en Sevilla. Es inevitable. En Huesca, bueno no, en Huesca hubo gente, pero en Zaragoza también nos sucedió. Lo que es duro es que te suceda siempre en todos los sitios, que te suceda de vez en cuando lo puedes llevar, y eso que tú ves que solo han venido 4 personas o 6 y sabes que una es tu pareja, el otro son tíos del bajista, etc. Aun así yo siempre pienso que si viene una persona o vienen mil, tú tienes que dar el mismo concierto porque esa persona se merece ese concierto, igual que si hubiesen venido mil. Si no hay nadie puedes suspender el concierto, pero si hay aunque sea una persona tienes que dar lo mejor de ti. Yo creo que el concierto que dimos en Sevilla es el mejor que hemos dado hasta ahora, y mis músicos están de acuerdo. El mejor, y había 4 personas, pero fue el mejor.
Seguro que hubo silencio por lo menos (risas)
Joe que si hubo silencio… (Risas).
Investigando para la entrevista lo que sí he visto es que has tenido muchas apariciones en Eitb. En 2010 saliste en el programa ‘Oh Happy Day’ en etb1 cantando con el coro de Mallabia, luego te vimos en ‘Izarrak Kalean’, también has sido tertuliana en Euskadi irratia, actualmente colaboras con B-aldea, presentaste la final del Maketa Lehiaketa, y conste además, que eres graduada en comunicación… ¿Te ves en un futuro compaginando el mundo de la música con el mundo audiovisual o radiofónico?
Creo que sí. Me gustaría poder creer que los músicos algún día trabajaremos como músicos de profesión. Creo que es difícil, y creo que necesitamos otros trabajos para por lo menos mantener una seguridad mental, decir, aunque caiga esto algún día en picado tengo un plan B.
Yo he estudiado comunicación, ser comunity manager es una de mis salidas laborales por ejemplo, que ya lo soy de mí, entonces esos trabajos sí que los podría compaginar, trabajos que son un poco más flexibles a la hora de poder compaginar con tu trabajo musical, que es una barbaridad las horas que hay que meter. Los concursos musicales de tele creo que no los voy a repetir. Todo lo demás… colaborar en radios me gusta mucho y presentar tampoco es que sea uno de mis sueños, pero me lo propusieron y lo hice, pero la radio sí que me gusta.
También has colaborado con muchas bandas y músicos, me sale una lista bastante larga: Gatibu, Patrol Destroyer, Keu Agirretxea, Lauroba, The Crazy Wheels, Mikel Urdangarin, Lou Tupet, la canción de Korrika…seguro que me dejo alguna, y las que vendrán en el futuro, ¿qué sientes cuando estos artistas piensan en ti para que colabores en sus trabajos?
Primero pienso que estoy en el mapa, y luego me halaga muchísimo que quieran compartir su trabajo conmigo, siendo yo, bueno ya no, pero he sido tan nueva, con una aparición tan de repente y confían en mí.
Por ejemplo, yo toda mi vida he adorado a Mikel Urdangarin, me encanta su forma de componer, su forma de cantar y sus conciertos. Estuve en su último concierto en Azpeitia, que está presentando su nuevo disco ‘Margolaria’, fue brutal, y para mí escucharme a mí cantar junto a Mikel Urdangarin, los dos trabajando a la vez en un mismo estudio, eso sí que es uno de mis sueños cumplidos, haber cantado con Mikel Urdangarin y que él haya dicho, ‘Quiero cantar con Izaro’.
Se aproxima tu actuación en el BBK Live, ¿cómo te imaginas que será?
No lo sé. Me dan un pánico enorme los festivales. Me agobia mucho la aglomeración de gente, que no creo que sea el caso de mi concierto, pero es un terreno tan desconocido para mí que creo que tengo muchos prejuicios que no son reales. Me hablas de algún festival y yo lo veo todo grande. El escenario es enorme, ya para empezar, y es muy distinto. Yo estoy acostumbrada a cantar en salas, en teatros, y el sonido se queda ahí, el público está ahí, viéndote a ti, tú tienes el terreno controlado, la gente no se está moviendo, quizás alguno que otro va al baño, pero nada más, pero tener a gente que se mueve todo el rato… eso te llama la atención y mi forma de concentrarme es en lo estático, que ellos canten y bailen no me importa eso va contigo.
Estoy nerviosa porque no sé cómo va a quedar en esa inmensidad esa música tan íntima, estuve en el Kutxa Kultur Festibala, bastante agobiada de la misma manera y resultó super-placentero tocar, de sonido no porque apenas me escuchaba a mí, eso sí que fue un poco desconcertante, pero la gente estuvo súper-concentrada en mi música y eso me tranquilizó bastante. Me demostraron que lo íntimo puede ser grande y espero sinceramente que pase algo parecido en el BBK Live.
Bueno vamos a hablar un poco del futuro, después de tu concierto de despedida de la gira ‘Om’ que será 15 de agosto en Mallabia, ¿qué harás? ¿Empezarás a preparar el próximo disco?
Sí, y tenemos dos festivales estatales en septiembre que todavía no están cerrados ni publicados, bueno el ‘Festival Vic’ creo que sí está cerrado y publicado, el otro no, pero quizás tengamos dos festivales en septiembre que yo saco de mi gira porque los festivales al final me descuadran. El último concierto de ‘Om’ con su teatrillo será el 15 de agosto en Mallabia y ya estamos en marcha para el segundo disco.
¿Y me puedes adelantar algo que tengas en mente para el próximo disco?
No (risas).
Muy bien, como odio a los artistas (Risas). Pero algo igual si puedo adelantar yo porque la presentación será el día 8 de Marzo en el Teatro Arriaga de Bilbao, ¿Verdad?
Sí, es verdad.
Igual ya se pueden comprar entradas, ¿no?
No sé si cualquiera o solo los socios del Arriaga.
Bueno es muy grande, esperemos estar allí, si no nos pasa nada. Ya para ir terminando, ¿dónde te ves dentro de 5 años?
Pues dentro de cinco años me veo con una cuenta corriente un poco más gordita, pudiendo pintar las paredes de una casa quizás, seguir componiendo, quizás haciendo el tercer disco, quizás presentándolo. Me veo estable, me veo tranquila, viajando para tocar, ojalá. Tranquila pintando las paredes de una casa, así me veo.
De negro.
No, de negro no (risas).
Nadie pinta las paredes de negro, no lo entiendo (risas).
Bueno realmente he acabado mis preguntas, pero ya que eres graduada en comunicación, aprovecho y te hago una última pregunta, ¿Qué pregunta te harías a ti misma?
Si yo fuese una periodista ajena a mí, es decir si no fuese yo y fuese periodista, me preguntaría si soy feliz.
Muy bien, ¿Eres feliz?
Soy feliz.
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