Fotografías: Txema De La Cruz.
El viernes teníamos una cita ineludible en Santana 27. Asistir al estreno en directo de una banda y a la presentación de dos discos, es excusa más que suficiente para tener señalada esa fecha en el calendario. Esto lo sabían quienes casi llenaron la sala bilbaína para disfrutar de los conciertos de Txarly Usher y Los Ejemplares y del trío Kinki Boys.
Nadie quería perderse la cita y por allí vimos a Dani y Alex de The Daltonics o a Inge y Nagore de Moonshakers. Sergio Iglesias de Kontrapunto ejerció de anfitrión y, a tenor del resultado del bolo, seguro que está más que satisfecho. A las 20:00 h. se abrieron las puertas. ¡Por fin una hora más normal para el rock! El cambio de las restricciones permitieron cambiar la hora del inicio que en un principio estaba programada para las 19:00 horas.
Abrieron la tarde con algo de retraso Kinki Boys. Era la puesta de largo de su último EP “Nada”, un trabajo con toques de rock’n’roll, psychobilly y rock urbano que suenan como un auténtico tiro. Cuatro canciones que, al escucharlo, nos dejan las ganas de más. Pero el viernes nos dieron la dosis necesaria de rock and roll. Un repertorio de alrededor de una hora en el que sonaron 17 temas. Cabe destacar también que a Jordi Vila (voz y batería) y a Marga Alday (bajo) se les unía un nuevo componente; Mikel García Mancho a la guitarra. Sin duda una gran elección como pudimos comprobar. Con Mikel el trío gana enteros de una forma brutal. El nuevo miembro logró ganarse al público con su intensidad y entrega. Los fotógrafos también quedaron más que contentos con la actitud del guitarrista que se convirtió en objetivo de las instantáneas.
A un ritmo trepidante, eléctrico, explosivo. Así fueron cayendo uno tras otras las canciones de un set list en el que no faltaron sus trabajos publicados hasta la fecha. Canciones breves pero intensas y directas. Sin rodeos. Entre ellas “Descanso eterno”, el mítico tema de Eskorbuto que, para la ocasión, contó con la colaboración de Toni Metralla. Tampoco faltó una dedicatoria al crítico musical Oriol LLopis, fallecido recientemente.
“Nada” nos gustó pero en directo gana muchísimo en fuerza. Está claro que la pericia a la batería de Jordi y la de Marga al bajo tienen mucho que ver. El trío se complementa a la perfección. Cada cual aporta lo suyo y lo hacen creando un magnetismo que te arrastra. Jordi pone la voz a los temas más rockeros y a las letras más urbanas. Marga, por su lado, lo hace a los temas más oscuros. “Nuestra bajista tiene un ramalazo oscuro”, explicó Jordi Vila.
Se nos hizo corto la verdad, pero resultó intenso y lleno de matices. De esos conciertos donde uno sale satisfecho al ver la entrega y eficacia de una banda de rock. Es lo que tiene la experiencia en esto de la música.
El siguiente en subir al escenario era Txarly Usher, un referente en el rock, punk, post punk,… de Bilbao desde los años 80. Ha militado y milita en diferentes proyectos pero el viernes se presentaba por primera vez en directo con Los ejemplares: Rafa Balmaseda (Bajo), Orkatz (Guitarra), Andrés (Batería) y Javi (teclados). También era el estreno en directo de su disco «Cuervo, Corazón y Cuchillos». Un trabajo en el que Txarly Usher vuelve a destacar en su faceta de escritor. Y es que, como nos aseguró en la entrevista que le hicimos para nuestra web, no sabe si es más músico que escritor o viceversa.
Tengo que reconocer que era la primera vez que veía en directo a Txarly y la verdad es que no me defraudó. Captó mi atención en cada tema, en cada letra, en cada movimiento. Y es que el artista es un frontman de los de que se comen el escenario. Bueno, de los que lo devoran. Actitud punk plástica como pocas, haciendo las delicias de los compañeros fotógrafos que seguían con sus objetivos los movimientos de Txarly Usher.
Txarly Usher y Los Ejemplares siguieron el camino marcado por Kinki Boys. Un concierto eléctrico, sin pausa, en el que sonaron todos los temas de «Cuervo, Corazón y Cuchillos» y de «Baudelaire» y «SOMA», publicados antes y después del primero respectivamente. Un listado de temas en los que Usher muestra su coherencia: actitud sobre el escenario para acompañar a canciones llenas de vida, de sentimientos. Del amor a la tragedia, de la oscuridad a la luz.
Hay quien todavía piensa que el punk tiene que ser estruendoso, mal tocado y a ser posible gritado de mala manera. Por suerte existen músicos que, como Txarly Usher, opinan todo lo contrario. A lo largo de su trayectoria en Los Carniceros del Norte, Radiocrimen, Radio X… ha dejado claro que en el punk la actitud no está reñida con la calidad y mucho menos con la emotividad. Una manera de cantar que nos lleva a la tesitura y timbre a lo oscuro de los ochenta. Canciones que conformaron un set list con letras elevadas y emotivas. Sonidos que se movieron entre el punk centro europeo, la luminosidad de la new wave británica y las influencias más clásicas del género. Todo ello aderezado con buen gusto.
Hay ganas de normalidad y el viernes se dio un pasó más. Había ganas de disfrutar por parte del público pero, sobre todo, por parte de dos bandas que dejaron claro que nada ni nadie va a lograr que pierdan su actitud; una rock and roll actitud. Salimos de allí bajo la lluvia mientras sabíamos que con artistas como estos el rock, en sus diferentes estilos, está muy lejos de morir.