Este pasado fin de semana Doctor Deseo presentó su segunda parte de la gira, la más cabaretera. Las dos citas en en el Teatro Arriaga Antzokia, como era de esperar, con entradas agotadas. Estas actuaciones, tituladas «Suavemente me mata con su canción«, prometían reunir las canciones más lentas, cabareteras, intensas, suaves y teatrales de la banda bilbaína. Todo bajo una puesta en escena cálida, sensual y entrañable. Podemos asegurar que fue así y no defraudaron en absoluto.
Nosotros acudimos a la cita del sábado. La primera sorpresa fue ver que a la entrada todo el mundo recibía un obsequio; una copia de «Busco en tus labios. Lo mejor del deseo» que incluye un cd, dvd y libreto. Todo un detalle. Sin duda, el Teatro Arriaga Antzokia es un escenario ideal para la representación de un cabaret. Lo comprobamos durante las dos horas que duró el espectáculo y con las veintitrés canciones que sonaron suaves e intensas. A destacar el trabajo realizado por los técnicos de luces. La banda se hizo acompañar de una maestra de ceremonia, una acróbata en el trapecio y la fantástica voz de Aiora Rentería que hizo coros e interpretó algún tema junto a Francis. Un auténtico lujo.
Doctor Deseo ofreció un espectáculo teatral que incluyó humor, circo, danza y canción. Como el público de los cabaret, se aplaudió con frecuencia lo guiños tanto sociales como sexuales que se fueron desgranando. Se advirtió acerca de la extrema derecha, se reivindicó el papel de la mujer y se denunció la violencia de género. «Los chivos expiatorios de la derecha van a ser los migrantes y el feminismo. Hay que estar atentos», aseguró Francis. La interacción con el público fue continúa y, en varias ocasiones, Francis paseaba por el patio de butacas mientras interpretaba algunos de los temas.
Un espectáculo en el que sonaron canciones de tempo más lento y que, normalmente no entran en el repertorio de los conciertos. Así sonaron entre otras, «Ahora que estás dormida», «Sigo temblando por ti», «Una mujer rota» o «Antes de que me salve el olvido». Tampoco faltaron algunos de sus clásicos como «¡Cuanto frío hace en Saturno!», «Suspira y conspira», la imponente y conmovedora «Abrázame» cantada junto a Aiora Rentería y «Corazón de Tango» con la que cerraron los bises y el concierto.
En esta ocasión el concierto fue dulcemente gamberro y nadie quedó indiferente. Propuestas diferentes con tintes ácidos, surrealistas y sensuales. Todo ello salpicado de la cruda poesía que suponen las letras de Doctor Deseo. Un espectáculo que disfrutamos y que te lleva a entender que la ternura, el humor y el deseo todavía tienen cabida en tiempos difíciles. Nos enamoró.