Ves las fotos de portada del tercer disco de Lilly Hiatt y ves también las del libreto con todas las esclarecedoras letras del mismo y sabes que estás ante una mujer rota por dentro. Una mujer que está alrededor de la treintena pero que aparenta bastantes más. Una mujer, sí, que es la hija del grandísimo John Hiatt. Este precioso y sobrecogedor “Trinity Lane” (New West Records / PIAS) es la crónica de una ruptura amorosa y las crudas historias en torno a los abismos del alcohol.
Parece que está en vías de superación de ambas cosas pero aquí nos cuenta este descenso a los infiernos y nos emociona con ello. En la producción le ayuda Michael Trent que es cantante de uno de los mejores grupos de su impresionante sello, New West Records, Shovels & Rope. Además también participa con su clase como músico y le proporciona a sus otros dos compinches en Shovels & Rope para que metan excelentes coros a lo largo del trabajo.
Si entras en www.newwestrecords.com podrás conocer también a esta gran banda así como otra excelente novedad titulada “TX Jelly” que es el esperado y fresco debut de The Texas Gentlemen. Este excelente quinteto encabezado por Beau Bedford facturan un country funk grabado en Muscle Shoals que cuenta con la bendición del mismísimo Kris Kristofferson. Ellos suelen ser la banda de músicos llenos de buen soul como Leon Bridges y Nikki Lane. Muchos los consideraban como unos actuales The Band y es normal que se hable también de Booker T. And The M-G’s o de Bob Dylan. Yo también citaría otras excelentes bandas todo-terreno como The Bottle Rockets, The Meters o The Sadies. Al final en su amplia paleta de sonidos de raíces, como en The Band, caben el soul, el blues, el rock, el funk, el country, el góspel o el folk. ¡Autenticidad es la palabra clave!
Pero queremos hablar más del doloroso disco de la Hiatt. Sucede a su anterior disco de hace más de un par de años, el mucho menos amargo “Royal Blue”. Un disco que comienza ya de manera brutal con un estremecedor ‘All kinds of people’ cargado de electricidad y con un atractivo estribillo. Sigue todavía más duramente con el single y videoclip titulado ‘The Night David Bowie Died’ que ya ves sobre qué trata por su título. Puro rock americano cercano a Lucinda Williams, pero también a Maria McKee, líder de Lone Justice. A continuación viene otro single que titula el disco y cuyo nombre es el de la calle en la que reside actualmente tras vagar con su coche por todo el país. Sigue demostrando que lo suyo es mucho más rock que country y las guitarras eléctricas de John Condit brillan especialmente. Además Trent mete un guapo piano de puro r’n’r que le acerca al mejor Bob Seger. No faltan algunos buenos lentos como ‘Everything I had’ con los fascinantes coros de Shovels & Rope o la dura ‘Sucker’ en la que si se acerca más a cantantes más folk como Emmylou Harris o Tift Merritt. Los momentos más country llegan con la melódica ‘Imposter’ con la guapa lap steel de Andy Dixon y ‘Different, I guess’, ahora con la pedal steel de Josh Kaler. En ‘Records’ cautivará también a los seguidores de la más arriesgada Lucinda Williams o incluso de John “Coughar” Mellencamp con su melodía preciosa, pero también con los guapos teclados de Trent y los geniales punteos de Condit. Acaba con un ‘See ya later’ que suena a despedida por un largo tiempo y de nuevo con espléndidas y relucientes eléctricas.
Lilly se desnuda también con su dedicatoria en el libreto del disco. “Thanks from my heart to my family, my friends, my cat, And God. This Record was made with a lot of love”. Realmente sientes que el disco está hecho con todo el amor que tenía disponible en ese momento de su vida. ¡Joder y casi sin nombrar a su padre, pero sí tenemos que decir eso de “De casta le viene al galgo…”!
