“Black Flame” es el quinto disco de estudio de la banda británica de metalcore, Bury Tomorrow. Trabajo lanzado el año pasado y del que andan actualmente de promoción de su gira europea y principal motivo de su visita a Bilbao, siendo ésta la primera de las tres citas que tenían en nuestro país. Para la ocasión la banda liderada por Daniel Winter-Bates a las voces guturales junto a su hermano Davyd en el bajo, Jason Cameron en la guitarra y en las voces melódicas, Kristan Dwason en la guitarra y Adam Jackson en la batería, se presentaron el pasado viernes en la Stage Live para dejar claro ante un joven público que son una de las bandas líderes en este género musical que tanto arraigo dispone hoy en día en la juventud.
Para abrir esta gran velada de metalcore, los primeros en aparecer encima del escenario, eran los también jóvenes Meltdown, procedentes de la localidad de Hernani, quiénes disponen de un primer disco de estudio titulado “From This Day To The Grace”, también lanzado el año pasado a través de Art Gates Records, y que anteriormente lanzaron dos EP’s. Con todo su arsenal repartido en estos tres trabajos y con unas ganas inmensas de dar lo mejor de ellos se plantaron en el escenario a eso de las 20:50 horas, eso sí ataviados de amplias camisetas blancas junto con pantalones cortos y calcetines blancos altos, rasgos de la moda que une al metalcore, para descargar toda su rabia sonora para el disfrute de sus amigos, allegados y público que en sus primeras filas no pararon durante todo su show de moverse, de saltar y de bailar al ritmo de sus tremendos destellos sónicos a través de sus cortas canciones compuestas por tridentes riffs de guitarra por parte de Mikel Amundarain y Julen Aduriz, bajo la voz agresiva y característica de éste género a cargo de Julen Sarasua, acompañados por la sección rítmica de Pablo Ferreras en en bajo y de Bittor Herrero en la batería. Cómo no podían faltar en una velada de metalcore los samples de inicio de sus temas como de relleno eran otra de sus armas que presentaron a la parroquia bilbaína.
En su potente directo de alrededor de cuarenta minutos gestionado por gran desparpajo por parte de estos cinco músicos hubo tiempo para escuchar temas tales como la inicial «Izarren Hautsa» para seguir con la potente «Gear» y la incendiaria «F.I.R.E.«. Prosiguieron su directo con los cortes «Rip Out My Eyes» y «Underdogs» que fueron seguidos al unísono formado por varios mosh pits por parte de las primeras filas que se agolpaban cerca del escenario. Hubo un momento bajado de ritmo a través del corte «Museo Ibiltaria» para después continuar con plena energía con «Oxymoron» y «Death Is A Promise«. Incluso se atrevieron de hacer una versión de los ya casi desaparecidos pero muy queridos por sus fans. Hablamos de Linkin Park, una de sus grandes influencias, y para la ocasión eligieron el tema “One Step Closer”, no sin antes mandar a todo el público que se agachara hasta que comenzará la primera sacudida para volver a ver otro inmenso mosh pit. Terminaron su concierto con «Skulls Of Stone» en la que nuevamente nos invitaron a crear un pasillo central para después mezclarnos mientras sonaba su último corte . Una joven formación que a pesar de su corta carrera musical y cómo premio a su esfuerzo y dedicación han sido una de las bandas elegidas para participar en la próxima edición del Resurrection Fest que se celebra desde hace años en la localidad gallega de Viveiro.
Dejando tiempo para preparar el escenario para el asalto de los británicos y tras la corta pero intensa embestida por parte de los Meltdown, donde algunos de los fotógrafos allí presentes junto con sus cámaras que peligraban muy a menudo tras los numerosos mosh pits que hubo durante el primer asalto de la noche, y que dificultaron de alguna manera nuestra labor para intentar sacar alguna buena instantánea. A pesar de este pequeño inconveniente la sala presentaba ya una considerable buena entrada cercana a las trescientas personas que se disponían para disfrutar de los cabezas de cartel de la noche. Antes de que dieran las diez de la noche, cinco minutos antes para ser exactos, saltaron los británicos vestidos al contrario que los teloneros, de riguroso negro, para comenzar su concierto con las dos primeras embestidas repartidas a través de los cortes “No Less Violent”, uno de los singles de su último disco y “Earthblound” que da nombre a su trabajo de 2016. Y que tras unos pequeños y breves segundos de afinación de los guitarristas Jason y Kristan, Daniel lanzaba sus primeros mensajes a sus seguidores para después continuar con otros dos trallazos seguidos que recayeron en dos temas de su álbum ‘The Union’, siendo los elegidos “Royal Blood” y su clásico “Honourable Reign”. Con todo esto el público ya se encontraba totalmente entregado y dispuesto para disfrutar de sus sacudidas que se sucedieron a lo largo de su show bajo los riffs de ambos guitarritas colocados a ambos lados del escenario, y por cierto muy estáticos durante todo el concierto, en donde Davyd era uno de los más partícipes de la noche al agitar en varias ocasiones su cabeza junto a su larga melena como si se tratase de un bajista de una banda de death metal, mientras que Daniel no paraba de moverse por todo el escenario dejando a Jason el protagonismo cuando su voz melódica era el principal reclamo en cada tema que dispone esta banda a lo largo de su corta pero ascendente carrera musical.
Su álbum ‘Black Flame’ fue uno de los más mostrados por los británicos al interpretar seis canciones del mismo y motivo de su gira de presentación. Tres de ellas de un tirón tales como fueron los cortes “More Than Mortal”, “Knife Of Gold” y la apisonadora “The Age” para después ofrecer otro más, “Over Cast” que fue uno de los últimos cortes ejecutados en el tramo final de su show. Con todo esto, el directo de los Bury Tomorrow era arrollador, transcurría a la perfección y con una complicidad entres los músicos y público que daba gusto por ambas partes. Hubo tiempo para repasar dos singles de su segundo disco lanzado en 2016 ‘Earthbound’ como lo fueron “Cemetery” y “Last Night”. Para después encarar su última embestida de puro metalcore durante la parte final con otros dos sendos temazos, siendo los elegidos “Man On Fire” y “Lion Heart”. De esta manera y sobre todo triunfal se despidieron del público presente que lo había gozado de una manera sublime viendo las caras de algunos de ellos en donde se reflejaba la satisfacción de lo vivido y escuchado. Muchos de ellos con una gran sudada debido a los numerosos y pequeños mosh pits que se produjeron durante todo su concierto en incluso con algunos fans que lograron subirse al escenario para después tirarse nuevamente al público, siendo estos clásicos gestos dentro de un evento de metalcore que se precie.
Pero ahí no quedaba el asunto y ni mucho menos se había acabado el concierto, a pesar de haber estado encima del escenario cerca de una hora y quince minutos, y que salvando las numerosas parrafadas emitidas por el líder de la banda al inicio de las canciones, su concierto a nivel musical duró una hora exacta, se habían guardado el típico as debajo de la manga. Cuando se empezaron a escuchar los primeros acordes del corte “Black Flame” el público se volvió loco literalmente al cantar al unísono con la banda las estrofas vocales guturales junto con las melódicas de todo los estribillos que componen esta fantástica canción. Tal era la excitación que el propio Daniel no reparó en subirse a la propia barra de la Stage Live para terminar las últimas estrofas vocales de un lado para otro de la propia barra para el disfrute aún más si cabe de toda la parroquia bilbaína allí congregada. Siendo éste un gran final para una verdadera velada del mejor metalcore que hay hoy en día a nivel internacional, con unos Bury Tomorrow pletóricos, muy participativos con el público y que salieron a darlo todo, junto con una de esas bandas promesa que tenemos actualmente por la zona, como lo son Meltdown. De seguido y al concluir su show, el gran y aclamado Daniel, mientras que el resto de sus compañeros se despedían encima del escenario, fue a parar justamente al puesto de merchandasing que tenía la propia banda para allí hacerse numerosas fotografías con sus entusiasmados fans y para alentar a los mismos a que comprarán sus productos ahí expuestos, siendo esa acción una gran estrategia de marketing calculada y muy estudiada.
Por último, las caras de satisfacción del público reflejaban que habían disfrutado tanto ellos como las dos bandas, dando así por concluida una gran y potente velada de metalcore. Y para terminar esta crónica queda el detalle de agradecer enormemente a los promotores de haber sido testigos de tan gratificante experiencia.