El pasado viernes comenzaba una nueva edición del Bilboloop, la número dieciocho. Un festival que cumple su mayoría de edad apostando por las bandas emergentes del momento y por ritmos alternativos. Y por lo visto el pasado fin de semana estamos ante una cita consolidada entre el público de Bizkaia y de alrededores. Prueba de ello es la entrada que registró el Kafe Antzokia para el primero de los conciertos. Seguramente, y a riesgo de equivocarme, una de las mejores entradas de las últimas ediciones.
Los encargados de abrir los conciertos eran dos bandas con diferentes trayectorias y con dos vocalistas totalmente opuestas. Por un lado el joven dúo donostiarra Olimpia y por el otro unos veteranos como Los Punsetes. Al frente de los primeros Lur. Solista con aire punk que mantuvo un diálogo constante con el público por entre el que en varias ocasiones paseó. Todo lo contrario que Ariadna, vocalista del plato fuerte de la noche, que con su habitual hieratismo sorprendió a quienes por primera vez disfrutaban del directo de la banda madrileña. Y es que no estamos acostumbrados a ver como una artista permanece en la misma, y repito, en la misma postura durante todo el concierto. Es su estilo, alabado por unos y criticado por otros.
Abrieron la noche Olimpia. La banda está formada por Lur Usabiaga, actriz y cuentacuentos profesional e Iñaki Estevez, conocido promotor musical y guitarrista. Como aseguró Lur durante uno de los temas “dicen que hacemos pop rock, pero somos punks”. La verdad es que de su actuación del viernes podemos sacar en claro varios estilos o influencias en su música. Toques que van del rock al punk, pasando por el new wave hasta conseguir un sonido particular. No falta tampoco una sutil mezcla entre lo electrónico y lo analógico.
Presentaron su segundo EP “Confetti y dinamita”. Ya con el primero y de título homónimo tuvieron una buena crítica. Tocaron todos los temas que incluyen en sus dos trabajos publicados. Letras acidas, críticas y mucha ironía en todas ellas. “Círculo polar”, “Confetti y dinamita”, “Ángeles caídos” y “El fin de los tiempos”. No faltaron sonidos más guitarreros envolventes y afilados. “Vámonos”, “Vivirás”, “Ven”, “Paraíso artificial” y “Tu oscuridad”. Una banda a tener en cuenta.
Sin duda Los Punsetes atrajeron mucha gente al Antzoki. Presentaban su último álbum “Aniquilación” (Mushorrom Pillow, 2019), y para el que han confiado en Paco Loco. Con este forman una santa trinidad de trabajos que los ha colocado en lo más alto del panorama indie.
Sin mediar palabra alguna se lanzaron a un repertorio amplio y potente. Hora y veinte minutos en la que interpretaron 25 temas sin interrupción. Buen sonido que giraba en torno a la figura estática, como ya hemos mencionado, de Ariadna Paniagua. Está nada más aparecer en escena miró al infinito y bajó los brazos. Tan solo unas casi invisibles sonrisas tras algunos temas eran señales de que la madrileña estaba disfrutando de la actuación. El sábado vistió uno de sus vestidos (ella los diseña y crea) aunque algo menos llamativo de lo que nos tiene acostumbrados.
Y el público también disfrutó de lo lindo. Algo más de cuatrocientas personas que bailaron y saltaron al ritmo que marcaba el quinteto. También corearon las letras irónicas y atrevidas que forman las canciones de Los Punsetes. Canciones que cantan al amor, a la sociedad, … en definitiva, a la vida. Eso sí, a su manera.
Sonaron entre otras “Seres humanos” (con la que abrieron), “Vas hablando mal de mí”, “Idiota”, “Lo dejo”, “Viva” o “Estela plateada”. Letras que hacen de esta banda un grupo distinto. “Opinión de mierda”, “Arsenal”, “Tu puto grupo” “Maricas”, “Una persona sospechosa” y “Tus amigos” (con la que cerraron). Un escueto “Gracias, buenas noches” de Ariadna, media vuelta y adiós. No necesitan nada más. El público quedó encantado. Un buen inicio del Bilboloop.