McEnroe se doctora en el Euskalduna

McEnroe se doctora en el Euskalduna

Ayer fue un día frenético en el Euskalduna, musicalmente hablando. Por la tarde, con escasa media hora de diferencia, estaban anunciados dos conciertos; los vizcaínos McEnroe y el dúo zaragozano Amaral. Ambos conciertos programados dentro del Aurrera Fest. Ya, en condiciones normales, serían dos actuaciones interesantes pero, en esta «nueva normalidad», la expectación y ganas de disfrutar de un buen directo van in crescendo. Ante la disyuntiva lo tuve bastante claro a la hora de elegir y me decanté por la banda liderada por Ricardo Lezón.

El hecho de que presentasen su último trabajo, «La distancia» (Subterfuge, 2019) y que lo hiciesen en un escenario como el del Euskalduna eran razones suficientes para saber que disfrutaríamos de un gran bolo. Y así fue. Era la cuarta vez que veía a los getxotarras y, en mi opinión, fue la mejor de las actuaciones. Algo más de hora y media de repertorio en el que no faltaron sus nuevas canciones, los éxitos de siempre y alguna sorpresa en forma de temas de esos que quedan apartados de los discos. En total 18 canciones que hicieron las delicias de un público que acudió en buen número a la Sala 0B del Euskalduna.

McEnroe se presentó en formato sexteto como ya habían anunciado; Ricardo Lezón (voz, guitarra), Gonzalo Eizaga (guitarra), Jaime Guzmán (guitarra), Eduardo Guzmán (batería), Pablo Isusi (bajo) y Jaime Arteche (teclado). Un muy buen sonido el que ofreció la banda y que solamente se vio «alterado» por algunos silencios entre canciónes y con los que Lezón bromeó. «Teníamos que hacer algo para rellenar estos silencios». Tanto Lezón como el público conectaron desde el primer momento. «Estoy un poco nervioso. Estos (por la banda) son de Bilbao, son un poco sosos y no ayudan», bromeó de nuevo.

Abrieron con «Luciérnagas» de su último álbum. Del mismo trabajo sonaron «Seré tú», «La gran belleza» y «La distancia del lobo». También «Luz de gas» y «La vereda». Esta última la canta con su hija a la que excusó por no estar debido a los exámenes de selectividad. Ricardo Lezón explicó entre risas el punto profético del título del disco (La distancia) por toda la crisis sanitaria que ha venido después.  El sexto álbum de la banda demuestra que, aunque hay distancia entre ellos por sus situaciones personales, la conexión creativa continúa y con excelentes resultados como pudimos comprobar ayer. Unas canciones a las que añaden la implicación del teclado y que abre nuevas e interesantes posibilidades.

Otro disco de McEnroe que aportó varios temas al set list de ayer fue «Las orillas» (2012). De este álbum tocaron  «La Palma», «La veleta», «La cara noreste» (solo en el escenario sin la banda) y «Mundaka». No faltaron «Brandon Marlo», «Tormentas» y «Ahora». Tampoco sus clásicos «La electricidad» y «Caballos y palmeras» del trabajo «Rugen las flores» (2015). Con el tema homónimo de este disco cerraron el concierto.

Una banda con ganas y un público predispuesto hicieron que por un rato nos olvidáramos de las mascarillas y de la distancia social. McEnroe cumplió con creces y se doctoró en el Euskalduna y con la «nueva normalidad».

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