Velados por el humo de un garito nocturno de New Orleans o filtrados por la bruma que flota sobre los bayous de Louisiana en las calurosas noches estivales, así se nos presentan los incendiarios sonidos creados por el enérgico trío Moikave en su álbum debut “Hora Magora” (2015, autoeditado). Un rock-blues de raíces sureñas y vapores de whisky triple ‘X’ que nubla la vista e invita a dejarse llevar por la pasión.
El disco arranca con las intensas ‘Rincón Prohibido’ y ‘Quemando el amor’, este último corte más visceral y sugestivo si cabe, en los que la guitarra encuentra siempre un momento para brillar y subir la temperatura algunos grados.
El ritmo no decrece con ‘Huye’, incluso se acelera ya que está pensado para lanzarse a la carretera -o al vagón de un tren- escapando de aquello a lo que “no supiste decir que no a tiempo”. Continua después con la enigmática y sombría ‘Pantano del Olvido’, un corte destilado con desamor, maldiciones y hechiceras vudú.
Con ‘Déjame entrar’ llega otro corte rocoso y salvaje que bebe directamente del hard y blues-rock de los 70. Melodía y estribillo aplastan como una apisonadora en un tema que apunta a ser el revulsivo del personal en los directos. Y ‘Govinda Jay’ le va a la zaga, como si invocara los ritmos de mitos como Cream, Allman Brothers, Savoy Brown o Humble Pie.
La fronteriza ‘Al sur del Ecuador’ y la eléctrica ‘Sabes quién soy’ mantienen el pulso antes de ‘Hombre mortal’, un original corte místico que comienza cabalgando sobre tambores y coros gospel para concluir con un ‘rockaroleo’ de manual. Cierran con el turbulento ‘Río Hostil’, una sucesión de rápidos riff y un contundente estribillo que te arrastran a una nueva escucha de este gran “Hora Magora”.