La banda bilbaína Nōmadas se estrena con un disco autoeditado al que han bautizado con el título de “La casa en llamas”. El grupo formado por Imanol Regalado, Arhats Rekondo, Pablo Bueno y Julen Arbiol -músicos experimentados que han cruzado sus caminos a comienzos del pasado año- han perfilado un disco compacto y sin altibajos que se mueve entre el pop-rock enérgico con toques electrónicos y el indie-rock con reminiscencias metaleras.
Lanzado el pasado 12 de diciembre y presentado en directo en La Ribera el 22 del mismo mes, Nōmadas nos acercan 11 intensos cortes que alternan temas rabiosos y contundentes con otros más melódicos e íntimos, manteniendo siempre firme a lo largo de los 40 minutos del disco la brillo y calor con los que han querido envolver su primer trabajo.
El disco abre con la potencia de ‘Cruce de caminos’, que denota el bagaje metalero y hardcore de los componentes del grupo. Continúa con la notable ‘Serendipia’, un medio tiempo sensible en el que la voz y las guitarras luminosas –y esa preciosa parte melódica- son las protagonistas y que recuerda a unos Pereza edulcorados o menos canallas. ‘Circulo perfecto’ vuelve a la acción con un power-pop con aires espaciales, al igual que en ‘El huracán’, un tema más denso en el que sobresalen los arreglos electrónicos y los guitarreos oscuros.
El tema que da nombre al disco, ‘La casa llamas’, llega cargado de vitalidad y optimismo, enfatizado por un grandilocuente e intenso estribillo a lo Coldplay que te carga las pilas al instante. ‘Banderas blancas’ nos devuelve a la faceta más recogida y personal del grupo. Tras un comienzo introspectivo va progresando hasta romper en un bello himno con coros.
‘Nieve de febrero’ y ‘Sol’ se internan en ritmos pop acelerados con incursiones próximas al punk californiano, en el que se pueden hallar reminiscencias a Blink 182 e incluso Greeday. ‘Pájaro’ regresa a acordes intimistas para conducir letras cargadas de poesía y sentimiento. La recta final del disco dedica más guiños a la fuerza del metal, con ‘Isla’ y ‘Batalla’, temas elevados por guitarras contundentes y afilados estribillos.
Con este “La casa en llamas”, Nōmadas no sólo ha firmado un estreno sobresaliente, también ha conseguido construir un estilo propio y encontrar un lugar destacado en el que asentarse en el panorama musical.