No es fácil destacar en el amplio catálogo de bandas, presentes y pasadas, que se mueven en el sugerente mundo del rock progresivo, el stoner y la psicodelia experimental. Pero los bilbaínos Purple Vellocet lo han conseguido gracias a su álbum homónimo: “Purple Vellocet” (2017), con el que ya ha visitado algunas de las salas más importantes de Euskadi y han participando en concursos como el Villa de Bilbao o el Gaztea Maketa Lehiaketa con una buena acogida.
La banda compuesta por Iñigo Jauregui (bajo, voz), Lizardi Ceballos (saxo, teclados), Eneko Perez (guitarra, efectos) e Iker Nuñez (batería, percusión) ha preparado este incendiario artefacto en los estudios MagicBoxMusika de Mungia, bajo la batuta de James Morgan (Belako, Wicked Wizzard, Dekot… ), con el que recrean el genuino sonido de las mágicas décadas de los 60 y 70 dentro del espectro sonoro más lisérgico y exploratorio, como el impulsado por grandes referentes como Pink Floyd, Jethro Tull, Rush o King Crisom.
Ese tono se nota ya desde los primeros acordes de ‘Acid Temple‘, un tema con aires orientales gracias a un fondo guitarra que recuerda al sintar. Una hipnótica evocación de ese ambiente hippie de finales de los 60 y también del estilo que vino a etiquetarse como Sonido Canterbury, que fusionaba el jazz (véase ese excelente saxo inmersivo al que se incorpora al final del tema) con el rock y la psicodelia. Mención especial merecen grupos como Caravan o Gong entre los representantes más conocidos de este movimiento. Tras ‘Interlude‘ -un breve corte de transición espiritual y quimerico- llega ‘Saturn rings‘, sobresaliente tema progresivo conducido por un saxo con cadencia stoner y guitarras noise, y salpicado por unos apropiados efectos cósmicos.
En ‘Void‘ nos introducen en una oscura balada, por momentos opresiva, con cierto aire indie al principio, progresando después hacia un rock ambiental con ecos rebajados de los Sabbath o los Led. A su vez, ‘Blood Priest‘ es un brutal corte stoner, en la línea de lo que hacen los también locales The Wizards, con riffs reconocibles acompañados de un siniestro teclado que le da un punto al tema. Atención al notable guitarreo afilado final.
‘Chinaski‘ es quiza el tema más experimental y ecléctico, con muchos matices y cambios de registro: rock progresivo, pop electrónico, jazz ácido… ¡ese saxo loco! Incluso detectamos un guiño a los Beatles (esa ida y vuelta de la canción al final, a lo ‘Helter Skelter’). El disco se cierra con la instrumental y progresiva ‘Mother Porno‘.
Definitivamente los Purple Vellocet no solo logran con este disco trasladar ese espíritu psicodélico de finales de los 60 y primeros años 70, sino que también consiguen darle un toque actual gracias a la aproximación y experimentación con otras sonoridades y ambientes variados. Les seguiremos de cerca.