Si en la jornada del viernes del BBK Live se notó más público que el día anterior, en la del sábado ya se superaron expectativas. Sobre todo había mucha gente jovencita atraída, seguramente, por Rigoberta Bandini, J.Balvin, Nati Peluso,… También cabe destacar, esto a nivel general, que durante el festival se ha visto el incremento de quienes han acudido al festival en familia.
Comenzamos la última jornada acudiendo a los conciertos de Soleá Morente en El Arenal y de Soledad Vélez en la Torres Izozaki. A destacar el concierto que ofreció la primera ante un numeroso público que se movió al ritmo que marcaba la artista granadina. Sonaron canciones de varios de sus discos. Todos ellos con ecos flamencos, influencias de la psicodelia, música electrónica y lo experimental. Nos gustó con “Aurora”, “Ayer” e “Iba a decírtelo”. No se quedaron atrás “Yo y la que fui”, “Lo que te falta” y “Polvo y arena”.
Nos encantó la versión que del tema “Tu vienes vendiendo flores” de Enrique Morente, su padre. Conectó con el público, algo que se vio en canciones como “El pañuelo de Estrella”. Creímos identificar otra de Enrique Morente, concretamente “Sembré una esperanza”. No fueron los únicos cover. También encandiló al respetable con el “No pensar en ti” de Raffaella Carrà.
Cerró, un concierto que a este que escribe le encantó, con varios bises entre los que me quedo con “Baila conmigo”…
Queríamos haber llegado a Kobetas para ver a Ezpalak y Cariño pero unas discutibles indicaciones por parte de la Policía Municipal al chofer de la línea 58 (la que sube hasta justo la entrada de festival) hizo que tuviese que dejarnos en la parada del resto de autobuses en la antigua Beyena. Mi pregunta es que si en ese autobús hubiese habido una persona residente en Altamira … ¿También hubiese tenido que subir andando? Polémicas aparte, decir que llegamos a ver a Rigoberta Bandini.
Y nos gustó mucho y es que su propuesta encaja en una cita como la del BBK Live. Mucha fue la gente, jovencita sobre todo, que acudió para ver a la catalana. El pasado año participó en el BBK Live Udazkena y ya conectó con el público así que no era de extrañar que fuese uno de los conciertos con más afluencia en esas horas.
Se puede criticar musicalmente, que si casi toda la música la lleva grabada salvo el teclado y las percusiones, que si las letras,… pero gustar gustó y, como ya hemos dicho, divirtió. Paula Ribó, Rigoberta Bandini, acompañada de Memé, prima de la primera, ofrecieron un concierto en el que no sobró ni faltó ninguno de sus temas más conocidos. Toda una gran fiesta. No podemos olvidar que Bandini no tiene publicado ningún disco y, por ello, congregar a tanta gente guste o no, tiene su mérito.
Sonaron “Perra”, “A ver qué pasa”, “In Spain We Called It Soledad” o “Too Many Drugs”. También temas más recientes como “Julio iglesias” o el recién publicado (un día antes) “Así bailaba” en el que colabora Amaia. Y por si la fiesta era poca, allí estaba Amaia. La navarra salió al escenario a interpretarla. Delirio total. Y sí, claro, no faltó la eurovisiva “Mamá”. Sonó por partida doble. La primera en la versión original y, la segunda, en la que se adaptó para el concurso. Y hablando de Eurovisión… nos sorprendió con una versión del “La, la, la” de Masiel. Una versión más bailable y con todo el grupo bailando delante del escenario.
Sin duda, la carismática Rigoberta Bandini se consagró con esta segunda vez en Bilbao.
Desde la distancia, ya que resultó imposible buscar una buena posición en el escenario San Miguel, vimos el concierto de Nathy Peluso. Una propuesta con mucho efectismo de luces, imágenes, cámaras,…etc… A nosotros no nos gustó aunque tampoco nos sorprendió el poder de convocatoria de la artista argentina.
Su actuación se basó en ritmos como el rap, reggaetón, salsa, entre otros. Su imagen, pelo corto y mono bicolor. Su actitud … divertida y provocadora y, en ocasiones, descarada. Al igual que la Bandini, la Peluso también conecto desde el principio con el público.
Sonaron “Ateo”, tema en el que baila con C. Tangana en la catedral de Toledo. La gente coreo sobremanera “Bombastic” mientras la argentina animaba a la gente a bailar. Nathy Peluso cerró con una versión que es garantía de meterse a la gente en el bolsillo (si es que no lo estaba ya); ni más ni menos que el “Vivir así es morir de amor”, de Camilo Sexto. Y definitivamente conquistó al público cuando paseó por el escenario con una ikurriña.
El plato fuerte de la noche, al menos para nosotros, era el esperado concierto de Pet Shop Boys. Nadie mejor que Neil Tennant y Chris Lowe para poner el broche de oro a esta edición regreso del BBK Live.
La mítica banda británica ofreció un repertorio de éxitos que hizo las delicias de un público que subió la media de edad, aunque también se vio a mucho público joven. A ritmo del pop electrónico y la nostalgia disfrutamos de temas como “Suburbia”, con la que abrieron, “Can you forgive her?” y “Opportunities”.
El público cantó como si no hubiese mañana el “Where the steets have no name”. También gustaron con “Rent”, “Left on my own devices”, “Domino dancing” o “Love comes quickly”. Todos los temas bajo un gran sonido y una puesta en escena cuidada al detalle y presidida por grandes pantallas. No faltaron “Dreamland’”, “Heart” e “It’s alright”. Y el delirio volvió a Kobetamendi con “Go west” e “It’s a sin” con las que creíamos que cerrarían. Pero no, terminaron el concierto de un modo más pausado al ritmo de “West end girls” y “Being boring”. Tanto al principio como al final sendos guiños a Ucranía con la proyección de los colores amarillo y azul y el cambio de la letra en “West end girls” (añadieron Kiev a la misma).
Conciertazo el de Pet Shop Boys y eso que se dejaron algunos hits sin tocar pero no importó.